Está comprobado
que la poesía no sirve:
La otra noche
fui a una lectura de poesía
al museo de la diáspora
creyendo que algo con ese nombre
me podía representar.
¿Y sabes lo que pasó?
La vieja de al lado
llamó a la policía
que a su vez llamó a la grúa
para que se llevara mi carro
porque según las leyes
esos dos centímetros
de carro
en su propiedad
afectan su propiedad.
Así que mientras yo
disfrutaba de la poesía
una grúa venía
a llevarse mi carro
y no solo mi carro
sino todo
lo que tiene adentro:
6 cajas de libros,
agua oxigenada,
gomas de mascar,
una carriola,
una cometa
y la colección entera
de Rayo McQueen.
—Son solo dos
centímetros—, le dije a la mujer
llena de tatuajes
que podía ser mi madre
pero era policía.
—Cancelé a la grúa,
pero quiero que sepas
que no fue por ti, sino
por cortesía.
Quise abrazarla
pero la vieja
nos estaba mirando.
Un poema es una vieja
llena de resentimiento.
Legna Rodríguez Iglesias nació en Camagüey, en 1984. Entre sus últimos libros publicados, en distintos géneros, están Dame Spray (Hypermedia Ediciones, Madrid, 2016), Transtucé (Editorial Casa Vacía, College Station, 2017), Miami Century Fox (Premio Paz 2016, Akashic Books, Miami, 2017) y Mi novia preferida fue un bulldog francés (Alfaguara, Madrid, 2017). Este poema pertenece a un lbro en preparación.