Quise echar el café en la libreta y
escribir en la taza. . . Despertaba.
¿No has visto acaso el negro de Lezama,
el negro de la letra como un lago
de tinta fresca? Cada palabra
un charco. Se lee saltándolos.
Son pozos de excrementos y alfabetos,
como aquel pintor que se introdujo
pigmentos en el ano y defecó en el lienzo.
Así aparece el pozo donde se miró N.
Ene: agua sucia y jugo brusco del pene
(valga decir: pen y ene) pluma de ave
del Paradiso. Así murió Narciso y así
nació el que quiso gobernarnos desde el
absurdo, gordo como un Dioniso. Apenas
despertaba a la nueva mañana cuando
los pensamientos vinieron a danzar en torno
de mi cama: "El escritor bruto", me dijeron.
Confiáronme el secreto: "El escritor burro,
el asno con alas".
Néstor Díaz de Villegas nació en Cumanayagua, en 1956. Ha reunido su poesía en Buscar la lengua. Poesía reunida 1975-2015 (Bokeh, Leiden, 2015). Vintage Español ha publicado su libro De donde son los gusanos. Crónica de un regreso a Cuba después de 37 años de exilio. Este poema pertenece al libro Poemas inmorales, de próxima publicación en Pre-Textos, Valencia.