Tenemos la vista despejada:
un río de dos cuadras de ancho
una línea de costa intuida
y la masa fulgurante del cielo.
El marrón, el verde y el azul
cumplen con su dinámica, su estática,
su dilución, su densidad.
La mente se nos organiza.
"Miren", "Giró la luz", "¿Dormís?",
"¿Tienen hambre?", cosas que nos decimos
para después volver a las tres franjas
las tres anclas. Y de pronto
un bloque, un metal inesperado,
un tamaño como de pesadilla:
un barco. Un gris con blanco
que tacha todo. Va
muy lento de tan silencioso
o muy silencioso de tan lento.
Los ojos titubean, salta
el pensamiento ya domado.
Cómo hacer.
Laura Wittner nació en Buenos Aires en 1967. Sus libros más recientes de poemas son Lluvias (Bajo la luna, Buenos Aires, 2009), Balbuceos en una misma dirección (Gog y Magog, Buenos Aires, 2011), y Traducción de la ruta (Gog & Magog, Buenos Aires, 2020) al cual pertenece este poema. Ha traducido a Charles Tomlinson, James Schuyler, Charles Reznifkoff y Keneth Rexroth, entre otros.