En junio de 2024 la ingeniera ucraniana-canadiense y buscadora de tesoros Paulina Zelitsky reveló a este diario los hechos y personajes históricos que codificara en su novela Días de perro en Cuba: en busca de tesoros. La trama, según la ficción, narraba el descubrimiento del famoso "tesoro de la Catedral de San Ildefonso de Mérida", México, ocultado por frailes franciscanos en las cuevas de Guanahacabibes. Hasta la fecha, según la autora, este hallazgo ha constituido un secreto compartido por dos estados: el de Cuba y el del Vaticano. En su momento, sin embargo, la autora nos había dicho que podía hacer público el nombre de todos los personajes históricos, menos uno, por encontrarse este vivo. Hoy las circunstancias han cambiado y la presente entrevista funcionará como el complemento a la anécdota que Zelitsky afirma como verdadera y parte de la historia oculta de Cuba.
Cuando decidió revelar que la trama de su novela Días de perro en Cuba: en busca de tesoros estaba basada en hechos reales, me dijo que aún no podía descubrir la identidad de un personaje decisivo llamado "comandante Manchado". ¿Qué ha cambiado?
Desde que empecé a escribir la novela, quise usar los nombres verdaderos de personajes. Pero conociendo el sistema político en Cuba, decidí no revelarlos. Sin embargo, recién me llegaron noticias de que el comandante Julio Camacho Aguilera murió en 14 de diciembre. Esto me libero de la necesidad proteger a Julio Camacho y a su familia, quienes en relación conmigo se han portado modestos, dignos, de voz suave y educados. Siguen siendo una familia ampliamente respetada por el pueblo cubano incluso hoy. Hasta ahora había descubierto los nombres de los otros poderosos: como por ejemplo Ramiro Valdés, Fidel Castro, el cardenal Angelo Raffaele Sodano y el papa Juan Pablo II.
¿Cuánto tiene de histórico el personaje del "comandante Manchado"?
Su personaje y su rol en la novela corresponden en su totalidad a lo que paso históricamente. Me encontré con el embajador cubano Julio Camacho Aguilera por la primera vez en Moscú en 1989-1990, durante la Perestroika, cuando mi esposo y yo estuvimos organizando una expedición marina científica al Caribe junto con el Ministerio de Transporte de la Unión Soviética. Después, en 1997, el comandante me envió un correo oficial a Columbia Británica, en Canadá, donde mi esposo y yo estuvimos residiendo, invitándome a venir a Cuba para ver las oportunidades de exploración y recuperación en aguas profundas. Él describió cómo la nueva ley cubana ofrecía numerosas oportunidades para los inversionistas extranjeros y cómo Cuba desesperadamente necesitaba, pero carecía, de esas nuevas tecnologías, sobre las cuales yo había disertado en la Conferencia Internacional de Exploración Mar Afuera en Vancouver, a la que asistió un agregado científico cubano.
¿Por qué el apellido "Manchado"?
Primero debo hablar de su ayudante personal, de mucha confianza, Argelio Suárez Díaz, quien comenzó trabajando con Julio Camacho como el ataché Militar en la Embajada de Cuba en Moscú (es el personaje Gaspar de mi novela), porque él fue encargado por el comandante Julio Camacho de mantener y coordinar todo lo relacionado con nosotros.
Argelio nos contó que al retorno de la Unión Soviética, debido a las simpatías de Julio Camacho con la Perestroika soviética y sus recomendaciones de comenzar algo parecido en Cuba, este perdió todos los favores de Fidel Castro, quien aborrecía la Perestroika. Esto resultó en que el comandante Julio Camacho fue dado de baja del Ministerio de Relaciones Exteriores, y muy discretamente fue puesto durante un tiempo en "plan pijama".
Su castigo no fue públicamente conocido en Cuba porque Julio Camacho era un jefe muy popular. Argelio nos dijo que después Fidel Castro le dio a Julio Camacho una nueva misión imposible: encontrar tesoros mexicanos en los galeones españoles hundidos en aguas profundas costeras y en las cuevas de la remota región de Guanahacabibes. En nuestras conversaciones con el comandante, más tarde, él nos confirmó todos los hechos.
En su novela, el perro Benz menciona que los adultos han diagnosticado a "Manchado" con el "síndrome de disonancia cognitiva". ¿Puede abundar en esta descripción?
Fue mi esposo, doctor en Psicología, quién diagnóstico que el comandante Julio Camacho Aguilera sufría "el síndrome de disonancia cognitiva". Él y su amable esposa, Gina, toda su vida estuvieron dedicados al comandante en jefe Fidel Castro. La disonancia cognitiva significa la sumisión total a los abusadores. La víctima llega a creer que el abuso es por su propio bien porque ha invertido demasiado en la relación con el abusador y ahora depende totalmente de él. Quiere pensar que los abusadores siempre tienen la razón y fortalecer esta creencia.
Te unes a la jauría de abusadores con el máximo entusiasmo. En la Unión Soviética tuvimos buenos ejemplos, al igual que hoy en la Rusia contemporánea: el síndrome de disonancia permite sobrevivir a la mayoría, manteniendo el orden civil y la obediencia. Es muy triste, pero debido a este estado psicológico, los rusos, en su mayoría, aceptaron la participación en guerras de conquista contra los países vecinos más pequeños, como Ucrania.
Según la novela, Julio Camacho conduce la búsqueda del tesoro perdido de la Catedral de Mérida en Guanahacabibes. Es algo que los arqueólogos consideran un mito. Sin embargo, usted afirma que en verdad sí lo encontraron y que fue vendido en secreto al Vaticano. Usted no participó en la partida, sino su perro. ¿Cómo supo del hallazgo y posterior arreglo secreto con el Vaticano? ¿Se lo contó el propio Camacho Aguilera?
Del hallazgo conocimos por el propio Julio Camacho y Gina (como se lee en la novela), y el posterior arreglo secreto con el Vaticano fue contado a nosotros en gran secreto, pero con mucho entusiasmo, por Argelio Suárez Díaz y un arqueólogo cubano. Ambos participaron en la búsqueda —aunque después emigraron—.
El comandante Julio Camacho y Gina también me confirmaron en secreto los resultados positivos de búsqueda, pero ellos siempre nos advirtieron que bajo de ninguna condición debíamos revelar las circunstancias de la búsqueda a nadie porque existía el gran peligro de que México demandara el retorno de sus antiguas y muy valiosas piezas indígenas en cortes internacionales. Fidel Castro tenía otros planes para estas piezas indígenas de valor y es cierto que, con ayuda del Vaticano, los planes de Fidel fueron realizados.
Han pasado ya 25 años de ese descubrimiento que usted cuenta y todo ha permanecido muy hermético. ¿Cree en la posibilidad de que Camacho pudo haberlo contado a sus allegados? ¿Mantiene contacto con algún otro testigo del hecho?
Tienes razón: el descubrimiento fue muy hermético y por una buena razón. Nosotros no participamos. Solo obtuvimos como beneficio la liberación de nuestro perro del vicioso coronel Luis Fraga Beltrán, llamado "coronel Beltrán" en la novela. Gina fue la compañera y participante en todas gestiones de su esposo. Ella conocía todo acerca de las expediciones organizadas por los militares y Julio Camacho Aguilera en las cavernas de Pinar del Río y ella nos advirtió varias veces con mucha seriedad mantener los resultados de búsqueda en secreto. Creo que este secreto fue mantenido por todos participantes, incluyendo el Vaticano. De nuevo, recomiendo leer sobre estos acontecimientos en la novela Días de perro en Cuba, porque corresponden a los hechos históricos que tuvieron lugar.
Si la novela es tan tediosa como este “artículo”, seguramente será un buen somnífero para ir a la cama…..Que aburrimiento……zzzzzzzzzzzzz
Hace 10 años escribí un artículo sobre el tema que aquí se mencionada. Me refiero a: El tesoro perdido de la Catedral de San Ildefonso de Mérida, Yucatán en la pagina web, Cuba Democracia y Vida [http://cubademocraciayvida…]. Señalé que ,hay personas que han investigado el tema, incluso estuvieron en Yucatán, y han contado que en la Catedral de Mérida no existe ningún documento que confirme el traslado de bienes eclesiásticos tan grandes. En el siglo XIX la Catedral fue objeto de saqueos durante las revueltas agrarias, de donde fueron robados algunos de los tesoros y obras de art…, Ahora encontramos este artículo donde la entrevistada asegura que si se encontró un tesoro que corresponde a los bienes de la Catedral de San Idelfonso de Mérida en Yucatán y que esto se negoció entre el gobierno cubano -Fidel Castro – y el Vaticano y las piezas quien sabe donde están. Estas piezas todas son propiedad de la Archidiócesis de Mérida y las piezas de los pueblos in
Y así quieren que respeten a la iglesia católica? El cardenal y el diablo 😈 entre diablos nos arreglamos.
Este cuento tiene bastante de "chino" y poco de realismo.
Y el billete del Vaticano fue a las arcas de la china Raúl o el " Cenizas"?.....
Bueno, no por gusto el papa rojo dijo que entre él y raul castro existia una conexion casi de hermanos. Se entiende ahora todo el apoyo del Vaticano a los Castro. Negocios son negocios.
El mensaje del comediante al papa Juan Pablo 2 fue claro: te doy acceso al tesoro de los mexicas, pero quiero que vengas a cuba y me des todo el apoyo posible. Y asi fue.
Ahorita sale el Lopez Hablador a decirle a la Habana que les deben una disculpa y un resarcimiento por haberse robado el tesoro. Si se la pidio a la madra patria española, pues debe pedirsela a los castro.
Pero segun esta narración fue JUAN PABLO II, no el Papa Francisco. Entonces...Juan Pablo "rojo" tambien?. Segun otras versiones, el supuesto tesoro nunca apareció. Asi pues, todo es especulativo mientras no se presenten pruebas.
Yo hable del papa rojo (aka Francisco) en presente. Y del cenizas y el papa Juan Pablo 2 en pasado.
Esto lo único que da es para una película con Tom Hank de protagonista.
asi es.
Esperemos para ver cómo termina el cuento de la disonancia cognitiva o cognoscitiva ? De Camacho Aguilera, en sus tiempos de Embajador en la
ex-URSS, se supo que su defenestración fue por causa de su simpatía por las Reformas Gorbachovianas. Pero después todo quedó en especulaciones de inteligencia.
Los problemas de Camacho Aguilera comenzaron cuando era Secretario del Partido en La Habana y discrepó con Castro en algunos asuntos puramente administrativos, especialmente de las inversiones. Entonces lo mandaron a Moscú y de ahi la historia sigue...