En todos los barrios hay un Coquito, un personaje que por el día es guapo y matarife con sus paisanos, pero por la noche "canta" para la Policía al ritmo de las presiones. Y "Coquito" es el nombre a la última colaboración entre el rapero cubano Real Beltrán y el productor Isasi Isasi, ambos residentes en Berlín. Estos artistas cubanos retratan la realidad de los solares habaneros, donde la violencia, las drogas, la pobreza y la prostitución son la vida diaria.
Real Beltrán plasma en versos la jerga más enrevesada de los barrios marginales y nos transporta a Los Sitios o cualquier barrio underground de La Habana y a sus habitantes. La base de esta canción se sale de los esquemas comunes del rap, donde prima el tiempo a cuatro por cuatro. Isasi juega con la clave de guaguancó utilizada en el género del reparto, logrando una fusión diferente e innovadora que hasta el momento ningún otro rapero había realizado.
En 2019, Isasi le propuso a Beltrán que escribiera una canción sobre un beat al que había titulado "Historias de un solar". Si bien no era puro reguetón ni reparto, tenía claras influencias de esos géneros. Bajo el concepto de que los raperos son raperos y los reguetoneros son reguetoneros, Beltrán no estaba muy convencido de montarse sobre esa pista, pero después reflexionó y se dijo: "Si yo puedo escribir algo, un mensaje positivo para el círculo que escucha reparto, encima de una pista repartera, ellos seguramente lo escucharán y se quedarán con el mensaje", recuerda.
"Esta canción la vi como una oportunidad para experimentar otro género musical y hacer sentir más cómoda a la persona a la que está dirigida el mensaje, sabiendo que son personas hostiles por las vidas que les ha tocado vivir. La idea era meterme en sus mundos para darles mi mensaje" explica.
"Yo he perdido amigos por puñaladas y por tiros, y he escuchado tantas historias que me duelen tanto, que por eso nace esta canción. En mi barrio había un chamaco que un día se fajó con otro, y su mamá, intentando de que el otro muchacho no le hiciera nada, se metió en el medio y recibió una puñalada que la mató. Por la guapería, uno perdió a su madre y otro fue preso", lamenta el rapero.
"Coquito" estuvo cerca de cinco años dando vueltas en el estudio sin llegar a final. "Desde 2019 estaba intentando que saliera, pero yo en ese momento no tenía tanta experiencia. Salía bien, pero no como queríamos que saliera, y no podíamos darle el amor que se merecía. Pasaron todos estos años y ahora es que sale. Para mí es como haber parido", cuenta Isasi a DIARIO DE CUBA.
El tema posee una novedosa letra y producción musical, pero no se queda ahí. El audiovisual es una obra de animación cubana, realizada por Adrián Vega.
Vega es un realizador que nació en Holguín, pero su corazón está en Las Tunas. Él se encargó de la animación y producción del video. Sin ser de la capital, entendió el entorno de donde salía la canción y creó los personajes idóneos para reflejar el ambiente.
"La idea de 'Coquito' surge porque Beltrán me escribe con intenciones de hacerle un material a su tema. Cuando lo escuché me encantó, por la ironía que es hacer conciencia sobre un género que está condenado a ser indecente. Porque en el reparto lo que se hablan son vulgaridades, incitación a la violencia y a delinquir", cuenta Vega a DIARIO DE CUBA.
"Esa idea me retornó a mi primer videoclip de animación, realizado por el año 2010, donde criticaba el alcohol y utilizaba un lenguaje de la calle", recuerda Vega, quien también era rapero y comenzó en el mundo del audiovisual creando los videos para sus propios temas.
El tiempo, la paciencia, la conexión y el ingenio para la creación de "Coquito" sin duda la convierten en una obra singular dentro del rap cubano contemporáneo. Es una canción que lo mismo te hace bailar, que te pone a reflexionar, o te lleva a la nostalgia del barrio que dejamos cuando hicimos las maletas sin saber cuándo íbamos a regresar. Si lo hacemos, quizás ya no sea el mismo barrio, ni estén las mismas personas. "Coquito" es Centro Habana, Los Sitios, Marianao, El Cerro, Guanabacoa, San Miguel del Padrón, el Bahía y muchos repartos más; y nos deja claro que el enemigo es el Gobierno, y no las personas con las que compartimos la cuadra.