La colección Carteles Cubanos de Cine, del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), recibió la condición Memoria del Mundo, luego de que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) aprobara este año su inclusión en el Registro Internacional de este Programa.
"Formar parte de este registro involucra un reconocimiento (...) al valor excepcional mundial de estos documentos y hace un llamado de atención sobre la pérdida irreparable que supondría su destrucción para la memoria colectiva", dijo la directora de la oficina regional de la UNESCO en La Habana, Anne Lemaistre, durante la ceremonia de entrega del certificado que acredita esta condición, en la sede del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC).
De acuerdo con la nota del periódico oficialista Juventud Rebelde, la colección esta conformada por 2.230 unidades documentales de entre 1960 y 1990, en soporte papel o cartulina. Se trata de carteles diseñados por Alfredo Rostgaard, Eduardo Muñoz, Rafael Morante, Antonio Fernández, René Azcuy, Raúl Martínez y Antonio Pérez, entre otros.
En declaraciones a la agencia de noticias rusa Sputnik, la subdirectora de la estatal Cinemateca de Cuba, Lola Calviño, destacó: "El cartel del cine cubano es una imagen indiscutible de Cuba, más allá de las películas, pero sobre todo es arte genuino que identifica a nuestra isla donde quiera que los encuentres".
El aval otorgado por la organización internacional reconoce los carteles de películas como Fresa y Chocolate, Clandestinos, Vampiros en La Habana y Lucía.
Juventud Rebelde reseña que algunos de los que integran la muestra, desde finales de 1960, alcanzaron premios en salones internacionales e integraron colecciones privadas y estatales.
A propósito de la distinción, se inauguró el Centro del Cartel Cubano de Cine, en el espacio donde antes estaba el Archivo Fílmico (23, entre 8 y 10, en el Vedado). Según el medio de comunicación oficialista, se trata de "un espacio de discusión y trabajo para los artistas visuales, así como de exposiciones permanentes y transitorias".
Es la segunda vez que una propuesta presentada por la Cinemateca de Cuba resulta inscrita en el Programa de la UNESCO. Anteriormente, en julio de 2009, recibieron la condición los negativos del Noticiero ICAIC Latinoamericano.
Hasta ahora, la comisión cubana de la UNESCO cuenta con cinco inscripciones en el registro internacional del Programa Memoria del Mundo, ocho en el regional y 18 en el nacional.
De Cuba, han sido reconocidos por la UNESCO los negativos del noticiero del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), las actas capitulares del Ayuntamiento de La Habana (1550-1898), la colección nacional de carteles de cine, y manuscritos originales del Ernesto "Che" Guevara (como su diario de campaña en Bolivia).
El Programa Memoria del Mundo fue establecido en 1992 con el fin de facilitar la preservación del patrimonio documental mundial, permitir el acceso universal al mismo y concienciar a la opinión pública sobre su valor.
La UNESCO siempre fiel y solidaria con la dictadura castrista. El cartel cubano el ùnico mérito que tiene es el de haber sido producidos con medios técnicos pobres y deficientes y haber logrado una un nivel creativo. El cartel polaco o el suizo en ese momento, eran superiores no sólo técnicamente sino artístico y conceptual. Que habían algunos notables, como los de René Azcuy, Ñico o Muñoz Bach, sin dudas, pero de ahí a „memoria de la humanidad“, sólo es posible cuando tienes un lobby zurdo en la UNESCO. El cartel polaco del cual parte el cubano, debía merecer esa distinción también.