La guerra del bolero se desató esta semana en redes sociales entre músicos, especialistas y melómanos, a raíz de su inscripción como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. ¿"Bésame mucho" o "Contigo en la distancia"? ¿"La gloria eres tú" o "Esta tarde vi llover"?
Después de un retraso considerable por la desidia de las autoridades locales, la UNESCO coronó al bolero, a propuesta de los gobiernos de Cuba y México. Antes, inexplicablemente, la rumba y el punto cubano fueron los primeros en obtener el reconocimiento.
Lejos de convertirse en fiesta de consenso, la noticia trajo encendidas discusiones con respecto a la propuesta binacional.
"Bolero había en Cuba desde hacía más de 20 años, cuando comenzó a entrar y ser cantado en México. Qué falta de respeto al patrimonio cubano, de parte de ambas naciones aliadas para esto. Quién sabe lo que hay detrás de esa propuesta. Y la UNESCO se ha ganado el mayor desprestigio. Qué clase de especialistas y de investigadores son los que aprobaron esta farsa político-cultural", criticó en Facebook la musicóloga cubana Maritza Puig Macías.
Juan de Marcos González, una de las mayores autoridades vivas de la música cubana, calificó de "error absoluto" haberse apoyado en México para lograr el reconocimiento de la UNESCO "sobre un género que es totalmente cubano".
"Reconozco, en términos generales, los aportes de México al bolero cubano. La existencia de grandes artistas como Armando Manzanero, José Alfredo Jiménez, Javier Solís o María Greever, pero el bolero es una cosa absolutamente cubana. Lo creamos en el siglo XIX, allá en Santiago de Cuba", dijo a DIARIO DE CUBA el director de Afrocubans All Stars y cofundador de Buena Vista Social Club.
"Una agresión a Santiago"
En Santiago de Cuba, se lo tomaron aún peor.
"La historia no se puede borrar. Siento la sensación de una agresión a Santiago, a su historia y a la riqueza de su cultura (…) Apenas mencionan a su creador, Pepe Sánchez", escribió en Facebook el compositor Rodulfo Vaillant, presidente del Comité Provincial de la UNEAC.
Juan de Marcos González insiste en que el hecho "crea un precedente malo, porque el danzón fue creado en Matanzas, pero los mexicanos también han estado interpretándolo desde principios del siglo XX".
Cuando se presentó el expediente, la escritora e investigadora cubana Rosa Marquetti puso el dedo en la llaga: "Jamaica reivindicó solita el reggae; Argentina, el tango, también solita; España el flamenco, en soledad; los del Congo, la rumba congoleña, también solitos. Y nosotros, Cuba, ¿convoyados?".
Sin embargo, otras voces discreparon de las críticas al tándem Cuba-México.
"Esta oportuna declaración de la UNESCO desvía la atención de la crisis alimentaria que vive Cuba. Y de chovinistas que somos ('el cielo más azul es el de Cuba'), caemos en la trampa. Gracias, México, por mantener vivo el bolero", afirmó el periodista, productor y escritor Armando López.
Autor del volumen Boleros prohibidos, presentado recientemente en la Feria del Libro de Miami, el fundador de la revista Opina considera que nadie puede asumir la paternidad del género.
"No creo que el género bolero tenga un autor. En Cuba se han compuesto hermosos boleros. También en Veracruz, Puerto Rico, Argentina... El régimen cubano, en busca de una canción útil a la revolución, acusó al bolero de mal gusto y decadente... Los grandes boleristas huyeron al destierro. México los mantuvo en Televisa, en su cine, y los internacionalizó", recordó López.
"Dejen la tragedia, amigos"
El periodista Antonio Mora Ayora, uno de los españoles más activos en la promoción de la música y los artistas de Cuba, pidió a los santiagueros "no volverse locos".
"La declaración del bolero como patrimonio de Cuba y México ha servido para que en toda la prensa mundial se conozca que nació en Santiago de Cuba (…) Dejen la tragedia, amigos, y cumplan con la obligación que hace muchos años tienen de señalar la casa donde vivió Pepe Sánchez. Déjense de pataletas absurdas", escribió Mora en Facebook.
Pidió además a los cubanos que "no pretendan que la UNESCO haga lo que ni Cultura, ni Patrimonio, ni la UNEAC han hecho en Santiago".
Miguel Failde, “Las alturas de Simpson”, 1879.
En cuanto al danzón oriundo sin discusión cubano y matancero, no se baila ni se toca en Cuba, y se ha convertido en una pieza de Archivo mientras en México hoy mismo, o en este mismo instante el danzón se toca y se baila como baile de salón y de competencia en cualquier parquecito de pueblo en cualquier estado de México un fin de semana.
Señores, Cuba y México siempre se han disputado la autoría de la creación de esa deliciosa melodía, inigualable, que no tiene rival para apretarse con una buena hembra en un salón de baile o en un night club mientras ambos se miran sin hablar, diciéndoselo todo con la mirada, pero sucede que a pesar de los gritos y protestas de los musicólogos y musicantes cubanos, el bolero se exilió y fue sustituido por la timba, chabacana y el reguetón, y los mexicanos desarrollaron con creces su propio bolero ranchera, con voces, autores e instrumentos muy propios que le dio al bolero una dimensión y universalidad, diferente. En Cuba ya nadie se acuerda de Miguel Matamoros, como autor y cantante Lino Borges de su voz, divina, ni de Bola de Nieve, como autor ni como cantante, ni de Antonio Machín, ni de Blanca Rosa Gil, ni del Beny Moré, dejen esa trova, ni de los subgéneros del bolero como el bolero cha y el bolero mambo. Todo sustituido por el mal gusto y la imbecilidad del reguetón.
Qué absurdo poner arriba una foto de Elena Burke en un artículo sobre el bolero. Ella no es, ni con mucho, una figura del bolero. Y más, cuando el propio artículo en su primer párrafo menciona cuatro canciones que fueron bandera de Olga Guillot, algunas estrenadas por ella, que es quién debería estar en esa foto. Debe ser que contrataron ustedes de editor de fotos a un recién llegado que no conoce a Olga y para quien Elena Burke es la última Coca Cola del desierto. Esta publicación va cada vez peor.
Buscando una referencia para incluir un comentario al tema que ocupa este articulo me encuentro el texto publicado de mi artículo: “El Primer Bolero” que fue publicado sin mi autorización. En efecto el articulo que menciono apareció en varios sitios web, blogs y lo inclui en mi libro : Algunas informaciones amables y otras no tan amables (página 179); pues fue publicado sin mi autorización en el diario La Opinión de Colombia el día 16 de diciembre de 2018 y replicado en un agregador de artículos online: Pressreader . Puede accederse aquí y leerlos: https://www.pressreader.com…
Para "los de GAESA", un bolero no paga un conflicto con México que continúa enviando cargueros con petróleo.