La empresa de espectáculos Dreamcatcher Events, organizadora desde EEUU de los conciertos de Norah Jones en La Habana, confirmó a DIARIO DE CUBA que la intérprete canceló sus presentaciones, que debían tener lugar en febrero de 2024.
"Norah decidió cancelar", respondió a esta redacción Danny Heaps, gerente general y fundador de la empresa.
Sin ofrecer detalles de las razones de la cancelación, Heaps ofreció sus disculpas por la confusión que la suspensión pudo generar en quienes habían programado su asistencia a las presentaciones.
Lo anterior confirma las sospechas que en las últimas horas levantara la desaparición de la página web de reservas y las referencias publicitarias relacionadas con el evento en la página oficial de Dreamcatcher Events, así como la eliminación del perfil en redes sociales de Jones de sus publicaciones promoviendo las presentaciones en la Isla.
Las entradas para el evento se anunciaron como parte de un paquete turístico dirigido a estadounidenses, quienes podrían asistir a dos conciertos privados de la artista, y que incluía el hospedaje en el Hotel Grand Aston de La Habana, propiedad de Gaviota, que pertenece al Grupo de la Administración Empresarial (GAESA), propiedad de los militares cubanos, y sancionada por Estados Unidos.
"¡Emocionada de ir a Cuba por primera vez como parte de un intercambio cultural y educativo! Espero conocer más del rico patrimonio musical del país y compartir mi música a través de dos espectáculos en el histórico Teatro Martí el 17 y 18 de febrero", había anunciado la cantante en Facebook a inicios de noviembre, en una publicación que ya no está disponible.
Las publicaciones de Jones provocaron reacciones encontradas entre los cubanos. Numerosas personas le advirtieron de la situación represiva que viven los cubanos y acerca de los negocios de los militares que pretendían lucrar con su visita, mientras que otros, entre ellos agentes de opinión del régimen, defendieron que la intérprete llevara su música a la Isla.
Lo anterior, pese a que los precios a pagar por los asistentes al evento iban desde los 3.499 hasta los 8.599 dólares, incluidos dentro del paquete turístico.
Se jodio Hugo Cancio que queria "abrir un espacio" para que los del barrio de Pogolotti asistieran al concierto.
Los tontos útiles pero rectificar es de sabios
"Rectificó" porque la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) le iba a partir las patas.
JCAleman mejor explicado, imposible.
Norita no cancelo el concierto porque se dio cuenta que la isla es un campo de concentracion totalitario ni mucho menos en solidaridad con los esclavos o porque haya recibido 1000s de emails criticandola.
Su postura ideologica al lado de comunistas esta mas que probada, algo asi como la del relator irlandes que recientemente fue a reunirse con sus colegas. Lo que pasa es que no hay muchos ni dentro ni fuera de ese basurero en ruinas dispuestos a pagar entre $6000 y $8000 dolares por verla cantar o abrazar a sus musicos en un ensayo.
En la puja entre el billete y el activismo por el socialismo (anti)democratico, casi siempre gana el primero.
Efectivamente: no money, no party.
Un Tour organizado para que los turistas puedan ver en vivo a los" nuevos judíos "del Caribe en el Ghetto- Campo de Concentración.