Por supuesto que el tema de la colonización cultural no podía estar ausente de los debates que se produjeron en el IV Congreso de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), recién celebrado en La Habana.
La primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), Aylín Álvarez García, al referirse a "la colonización cultural" en Cuba, afirmó que no es un fenómeno nuevo, “pero sí inquietante el crecimiento y la reproducción de patrones que la caracterizan”.
Por otra parte, uno de los delegados a esa cita dejó entrever que era tardía la batalla contra la colonización cultural entre los jóvenes y adolescentes, “pues ese trabajo debe empezar desde la infancia”.
En verdad resulta poco creíble plantear que el castrismo no se esfuerza por moldear la mente de los niños desde edades bien tempranas, con cinco o seis años de edad. La consigna “Pioneros por el comunismo, seremos como el Che”, que cada día deben repetir los escolares cubanos antes de comenzar sus clases, así como el adoctrinamiento que reciben en la asignatura de Historia de Cuba durante toda la enseñanza primaria, son una muestra de la ofensiva ideológica contra la conciencia de esos infantes.
Entonces habría que responderle a ese delegado a la cita de la AHS que las autoridades cubanas sí trabajan desde las edades infantiles para contrarrestar lo que el oficialismo denomina en este tiempo como “colonización cultural”.
Ahora bien, una cosa es bregar por obtener un resultado, y otra bien distinta es el resultado que se logre. Porque, por ejemplo, observamos que muchos de los niños que a los cinco o seis años juraban ser como el Che, son los que ahora marchan a otras tierras, "colonizados" por las maravillas de Occidente.
Tampoco podemos obviar que nos encontramos ante un concepto algo impreciso, que se presta para que se sea arbitrario a la hora de dilucidar qué es colonización cultural, y qué no lo es. Por lo tanto, estamos a merced de un arma en manos del castrismo con la que podrían reprimir a todo aquel que les resulte incómodo.
Sería una especie de continuación de aquellas acusaciones de "diversionismo ideológico", o una emulación de aquella revolución cultural que aplicaron los maoístas en los años 60. Un proceso que tuvo muy poco de cultural, y mucho de genocidio contra el propio pueblo chino.
Esta aceptación por parte de la dirigencia de la AHS de que la colonización cultural se halla enraizada en el comportamiento de buena parte de los jóvenes cubanos podría oficiar como chivo expiatorio que desate la furia del castrismo. Podrían eliminar las películas, la música y otras manifestaciones artísticas provenientes de Occidente, y sustituirlas por las rusas.
Las aulas universitarias podrían ser limpiadas de estudiantes que no se identificaran plenamente con el castrismo. Algo así como aquel tristemente célebre "Proceso de profundización de la conciencia", que en los años 70, y bajo la batuta de Luis Orlando Domínguez, entonces primer secretario de la UJC —después él mismo purgado por la maquinaria del poder—, concluyó con la expulsión de decenas de estudiantes de la universidad.
Y como colofón, para que no se hable más en Cuba de derechos humanos ni nada que le parezca, el castrismo podría declarar que las libertades individuales, las elecciones multipartidistas, y la separación de poderes son, como Halloween, fenómenos ajenos a nuestra realidad, impuestos por Occidente, y que nada tienen que ver con un pueblo dispuesto a luchar por la descolonización cultural.
La "colonización cultural" la importa el propio régimen cuando los cubanos dependen de las remesas de los familiares en EEUU para sobrevivir, y cuando los cubanos solo ven la posibilidad de esperanza de vida en irse del país, a EEUU principalmente. El régimen además envía a EEUU a los administradores de las MIPYMES a tratar de establecer negocios, y les dan la bienvenida a cuanto legislador americano les garantiza más pollos. La compañerita Aylín Álvarez solo cumple con el guión que le dieron, pero ni ella misma se lo cree.
Hoy es más difícil encontrar represores.
El Castrofascismo y su burocracia de segunda clase, inventa fantasías para justificar su existencia, esas organizaciones no tienen ninguna utilidad práctica, ni representan a nadie, ni progresan, sólo tienen existencia virtual, en los tiempos en que el comunismo es Historia, y por cierto bien horripilante, para darles visibilidad, aparece salida de la nada, esta " Secretaria " a tratar de demostrar que el mundo no funciona como es, que no quiere enterarse que el mundo es Global y que los clichés stalinistas ya no funcionan. esa Secretarial estupidez es sólo aparente, ella sabe muy bien como es todo en este mundo, pero debe vivir y está montada en ese coche, hasta nueva orden, o le descubran un caso de corrupción y malversación de recursos. Así funciona, lo demás es monte y culebras, y naturalmente, cuestión de tiempo hasta la caída del sistema de malabares castrista.
Si quieren combatir la colonización cultural demuestre a la juventud que se vive mejor en Cuba que en el norte y solucionado.
El problema es que el jóven cubano, en su casa, tiene hambre y sed y sólo ve la parte "buena" del norte con lo que todo lo que venga del norte será maravilloso.
Otro tema es lo que se pueda encontrar en ese paraiso del norte cuando consigue llegar, pero, de entrada, intentará imitar todo lo posible ese ideal.
Y si además se le prohibe, aún lo intentará con más ansia.
Lo de la „colonización cultural“ es una vieja salmodia muy usada por la dictadura. Sacan la carta cuando le conviene para mantener al personal domesticado y con bozal. En un país que no tiene nada que ofrecer a la juventud, esta se orienta hacía dónde está la diversión y el hedonismo como corresponde a todo joven que vive la juventud una sola vez. Pues no, el régimen pone las pegas para evitar el llamado „diversionismo ideológico“ en un lugar donde ya no existe ni su propia ideología, sino una farsa mal interpretada.
Esa hp de seguro tiene parabólica o cable en la casa donde se cabilla al funcionario o general que la elevo al carguito de chiva de los jóvenes comunistas.
La compañera inventa cuentos. Definir como colonización cultural el diálogo con la alteridad, pertenezcan a la cultura norteamericana, rusa, española, o la que sea, es un criterio obtuso en el mundo actual, en el que las sociedades cada vez se comunican más e intercambian mayor grado de usos y conocimientos. Desde la segunda mitad del siglo XVIII la cultura cubana se abrió al mundo, a pesar del monopolio colonial. Ocurre con el breve período de la dominación británica. Si los españoles no pudieron monopolizarnos completamente y escapamos a su control, buscando en los norteamericanos y a través del contrabando, un mecanismo para sobrevivir de los precios abusivos de la metrópoli. Estados Unidos fue desde entonces la vía para el escape del cubano más humilde; mientras París lo fue para la alta burguesía cubana. Siempre hemos escapado y escaparemos del control. Nos colonicen y/o esclavicen los rusos, los Castro o tus pretensiones de Savonarola tropical. Vivan la libertad y la democracia.
En los 80, luego del Mariel, hubo un proceso en las Universidades similar a ese de los 70, botaron a unos cuantos nada mas por usar pitusas o "pulovers de afuera" o "de la Comunidad".
Es una batalla que la tienen perdida. El cubano está culturalmente más identificado con las cosas y el modo de vida estadounidense que incluso con las cosas de la "madre patria" España. Pero nos metieron el idioma y los muñequitos rusos hasta en la sopa, sin llamar a eso colonización cultural. Ahora quieren que volvamos a "amar" a los bolos y sus boludeces. La batalla de ideas la perdieron hace mucho, pero muchísimo tiempo, muchísimo antes de que existiera una piedra afeando el Cementerio de Santa Ifigenia.
Así mismo es estimada Miriam, es lo único que les queda, represión y más represión, ellos saben que ese pueblo esclavo es incapaz de rebelarse, incluso de negarse a votar en contra ante cualquier convocatoria. El camino más viable que tienen es aplicar los métodos utilizados por Pol Pol en la Kampuchea comunista, de seguro les va a resultar a la medida.
La única salida que le han dejado a Díaz Canel para gobernar es la Represión. Por tanto, es lo que hará. CONTINUIDAD, en Cuba; es sinónimo de Miseria y Represión!!! Por lo que no pueden parar de reprimir.