En un inusual gesto, la Embajada de Rusia en Cuba condenó la premiación de un joven cubano disfrazado con el uniforme de un militar nazi en una fiesta de Halloween celebrada en el Centro Cultural Maxim Rock, de La Habana, hecho que dio lugar al cierre de esa institución.
En un comunicado público, la sede diplomática aseguró que "repudiamos y condenamos firmemente este vergonzoso acto que normaliza la figura responsable de la muerte de millones de personas".
"Nuestro país pagó el altísimo precio en la lucha contra el mal del nazismo: un total de 27 millones de ciudadanos soviéticos, en su mayoría civiles inocentes, perdieron sus vidas en los campos de batalla, a causa de la hambruna y enfermedades, así como bajo constantes bombardeos de los fascistas durante la Gran Guerra Patria", agregó el comunicado.
"Agradecemos la reacción del público cubano, así como las oportunas medidas tomadas por las autoridades. Estamos seguros (SIC) que tales lamentables incidentes jamás tendrán lugar en el suelo cubano, cuyos habitantes comparten los altos valores de antinazismo y antirracismo", finalizó la Embajada.
La declaración de la sede diplomática parece coincidir con una campaña que tiñe los medios oficiales de Cuba cada año con críticas a las celebraciones de Halloween en la Isla, y que en 2022 arremetió contra una supuesta broma de jóvenes cubanos disfrazados con capuchas del Ku-Klux-Klan en Holguín, lo que provocó indignación en las redes sociales y fue aprovechado por las autoridades del Gobierno e intelectuales oficialistas, que calificaron lo sucedido de "racismo" y "colonialismo cultural".
Paradójicamente, cuando Sandro Castro, nieto de Fidel Castro, propietario de tres establecimientos nocturnos de fama en La Habana, lució en 2019 vestido como Batman promoviendo una fiesta en Efe Bar, en la capital cubana, ninguna voz se alzó. Ese sitio nocturno ofreció entonces barra abierta para los tres mejores disfraces de Halloween, además de cóctel gratis para las primeras 30 mujeres.
En 2023, el oficialismo cubano no quiso perder la ocasión para mostrar su presunto nacionalismo. El director del programa televisivo de la Mesa redonda y del sitio oficial Cubadebate, Randy Alonso Falcón, regaló a los lectores de ese sitio con un texto en el que reconoce que "va siendo lugar común que cada fines de octubre (SIC), poco después de conmemorar el Día de la Cultura nacional, Cuba sea sacudida por la polémica de la celebración de Halloween. No ya solo por el debate sobre la pertinencia o no de su festejo en estas tierras, sino por hechos que ocurren en la fecha y llaman a la reflexión social".
Según el vocero del régimen, Halloween "poco tiene que ver con nuestras tradiciones, pero se ha regado como la verdolaga o el marabú", y tales fiestas han ofrecido el escenario para que "florezcan expresiones aberrantes, aunque ciertamente aisladas todavía, de apología al racismo o al fascismo".
Citando los sucesos aislados antes mencionados, Alonso Falcón lanza un mazo de interrogantes: "¿Hasta dónde podemos llegar en permitir estas expresiones degradantes, ofensivas y contrarias totalmente a nuestros principios? ¿Dónde quedan nuestros valores como sociedad cuando cientos permiten y aplauden semejante aberración?"
Tras cuestionar la función de la institución estatal que organizó la fiesta del Maxim Rock, aseguró que es esa la pregunta que se hizo dos meses atrás, "cuando una empresa turística nacional organizó, promovió y comercializó un festival de música cuyo centro era un tipo drogadicto, pandillero, misógino y violento contra las mujeres como Tekashi 69", en referencia al Santa Maria Music Fest, promovido por el conglomerado empresarial de los militares GAESA.
Curiosamente, también el Kremlin tiene problemas con Halloween, que algunas autoridades rusas consideran como un suceso propio de un Occidente que critican.
Esta misma semana, el diputado Vitaly Milonov, vicepresidente del Comité de Familia, Mujeres y Niños de la Duma Estatal de Rusia, propuso celebrar le fecha disparando contra calabazas con la forma de Joe Biden y Volodimir Zelensky.
De acuerdo con el sitio News.ru, "esta fiesta occidental debe ser declarada indecente".
"En Halloween puedes hacer un día de tiro a las calabazas. La calabaza representa simbólicamente la cabeza de Biden o Zelensky, y le disparas o la golpeas con un palo. A los niños les encantará este tipo de diversión", sugirió.
Milonov aseguró que Halloween apareció en Rusia "de forma artificial y, si no se promociona, pronto quedará en el olvido". Calificó la festividad como una tradición "idiota" y entretenimiento para "pervertidos". Anticipó que las mascaradas podrían echar raíces en la sociedad rusa, por lo que sería necesario elegir un tema adecuado para ellas.
"Tenemos un gran número de nuestras propias fiestas, que son mucho más interesantes que las tradiciones transgénero y LGBT de Halloween. Hoy son naranjas, mañana serán multicolores", advirtió Milonov, sin precisar cómo la víspera de la fiesta cristiana de Todos los Santos se relaciona con las políticas de afirmación de la diferencia sexual.
Se adivina aquí, no obstante, un nuevo frente común entre los aliados de La Habana y Moscú. Su alianza tiene ahora un nuevo objetivo a combatir.
En Cuba desaparecieron las festividades locales y nacionales después del 59. Solo quedaron el remedo de algunas de ellas, en tanto dejaron de ser expresiones autóctonas para estar amparadas por el Estado. Antes del 59 no recuerdo que se celebrara Halloween, al menos no donde yo vivía. Esa euforia ahora por el Halloween la achaco al desprecio o indiferencia que sienten los jóvenes por los eventos oficiales. Se ve que en "la República aquella" bajo la influencia de EEUU había en la población más nacionalismo que en todas estas décadas de "lucha frente al enemigo".
Coincido con la Dictadura en su oposición a la celebración, en Cuba no hay nada que celebrar, hasta millones de aspirantes a fieles difuntos prefirieron ir a morí en otras tierras, despidiéndose de este mundo con un buen bistec y un pan con Timba.
¿Me puede decir alguien cuáles son las "costumbres locales" deCuba?
La Verbena de la Paloma de Vereda Nueva, el Encierro de San Fermin de Corralillo y La Tomatina sin tomates de Jatibonico.
Las enterraron en el ‘59.
Parece que hay algo en lo que coincido con los anti-imperialistas, aunque por razones completamente diferentes.
No me gusta la colonización cultural americana "exterminando" costumbres locales, pero tampoco me gusta el holocausto castrista exterminando a todo bicho viviente.
Si el disfraz hubiera sido de stalin,Pol pot,mao o el che porque esos fueron los creadores de los derechos humanos