Mientras en Bruselas el régimen de Cuba se resistía a condenar llanamente la invasión imperialista a Ucrania, en La Habana, embajadores culturales de Putin hacían de las suyas.
Con el patrocinio de la Embajada de Rusia en Cuba y el Ministerio de Cultura, el Coro Turetsky se presentó el pasado domingo en el Anfiteatro de La Habana Vieja. Se trata de una formación vocal que suele cantar a capella, con un registro bastante amplio repartido entre diez integrantes, y que es una decidida partidaria de la guerra de Putin en Ucrania, al punto de participar en actos militaristas con las autoridades de Moscú. Al coro Turetsky, por esta razón, le ha perseguido el escándalo.
Donde quiera que se presenta, una comunidad de ucranianos molestos suele intentar boicotear sus conciertos hasta la cancelación. El evento mayor sucedió en Guadalajara, México, el pasado noviembre. Allí se consiguió suspender su actuación y el Coro Turetsky recibió un enérgico repudio de la Embajada de Ucrania en México, que pidió a la dependencia gubernamental que patrocinaba el evento la suspensión del concierto en el Centro Nacional de las Artes (CENART). La Secretaría de Cultura de la Administración de López Obrador respondió que "la cultura es una herramienta que está afuera de la esfera política" y prosiguió con su agenda. Entonces la Embajada de Ucrania redactó un comunicado de tres páginas donde llama a la Secretaría de Cultura mexicana "cínica e hipócrita".
"El 30 de septiembre, en Moscú, se llevó a cabo un concierto celebratorio con motivo de la anexión ilegal de territorios ucranianos temporalmente ocupados: Donetsk, Luhansk, Jerson y Zaporizhzhia (Zaporiyia), perpetrada por Rusia tras conducir 'referendos' ilegales a punta de fusil. En este concierto, entre otros artistas, se presentó el Coro Turetsky, que abiertamente expresó su apoyo a la invasión rusa de Ucrania", afirmaba la declaración de la Embajada de Ucrania en México.
Y añadió: "El Coro Turetsky ofrece conciertos en Rusia para las divisiones de soldados movilizados a la guerra con Ucrania, motivando y apoyándolos, lo que es abiertamente publicado en sus redes sociales. (…) 'Artistas' rusos como el Coro Turetsky, patrocinados por el régimen de Moscú, son usados como herramienta para difundir propaganda vil antiucraniana en su propio país y en el extranjero para blanquear la reputación de Rusia manchada con la sangre de ucranianos inocentes".
Más allá de la excelencia artística o no, el Coro Turetsky es sin dudas utilizado por los políticos. Otros intentos de cancelación de sus actuaciones han ocurrido en Buenos Aires e Israel. En La Habana, el firme muro de la indolencia tropical más bien ha sido el anfitrión del coro. Pero es una prueba más de hacia dónde se inclinan las autoridades cubanas. Quizás tengamos a partir de ahora "intercambio cultural Cuba-Rusia (El Regreso)". Interrogada al respecto, la Embajada de Ucrania declinó comentar.