Los líderes de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) mostraron el martes su "profunda preocupación" sobre "la guerra en Ucrania", en la declaración final de la cumbre celebrada en Bruselas, aunque sin el apoyo de Nicaragua.
"Expresamos nuestra profunda preocupación sobre la guerra en curso contra Ucrania, que continúa causando un inmenso sufrimiento humano y está exacerbando las fragilidades existentes en la economía global, restringiendo el crecimiento, aumentando la inflación, irrumpiendo la cadena de suministro, aumentando la inseguridad energética y alimentaria y elevando los riesgos para la estabilidad financiera", recoge la declaración, citada por EFE.
Los líderes también apoyaron "todos los esfuerzos diplomáticos dirigidos a una paz justa y sostenible de acuerdo con la carta de la ONU".
Asimismo, respaldaron los esfuerzos del secretario general de la ONU, António Guterres, para lograr que Rusia vuelva a cumplir con el acuerdo para exportar cereal ucraniano a través del Mar Negro, después de que Moscú se desvinculase el lunes pasado de ese pacto.
La declaración incluyó una nota a pie de página especificando que Nicaragua no apoyó la cuestión sobre Ucrania.
"Esta declaración fue respaldada por todos los países con una excepción debido a su desacuerdo con un párrafo", recoge la declaración sin citar al país.
La condena de la guerra en Ucrania marcó las negociaciones durante toda la cumbre, ya que la UE insistió en censurarla, mientras que los regímenes de Nicaragua, Cuba y Venezuela se oponían a ello.
La segunda jornada de Cumbre empezó con un respaldo a la integridad territorial de los países sobre la base de la Carta de Naciones Unidas, sin una mención específica al conflicto en Europa, que sí se acabó incluyendo.
"Discutimos mucho, por supuesto, el hecho de que todos quieren que esta guerra termine y que la paz debe ser duradera y que debe estar centrada en la Carta de la ONU", señaló la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.
A medida que fueron avanzando las negociaciones, La Habana y Caracas aceptaron una condena explícita de la invasión rusa de Ucrania y Nicaragua se quedó sola en su rechazo, tal como ya ha hecho en la Asamblea General de la ONU, votando en contra de las resoluciones.
El primer ministro interino de Países Bajos, Mark Rutte, consideró que la cumbre CELAC fue "todo un éxito" y subrayó que "la unanimidad con casi sesenta países es imposible, ni siquiera en la Unión Europea, de 27 países, es siempre posible estar todos de acuerdo".
Pese a ello, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, afirmó el propio martes en una entrevista con EFE que la guerra de Rusia en Ucrania "no es en modo alguno un tema de la relación birregional" de la UE y la CELAC.
"El hecho de que no haya acuerdo sobre un tema o dos no debería impedir que haya una declaración", mantuvo el canciller cubano, que puso de relieve la voluntad "flexible y constructiva" de su Gobierno de buscar una fórmula de consenso aceptable para los 27 de la UE y los 33 de la CELAC.
"Puedo decirle que Cuba ha estado trabajando también activamente con otros países como parte de la comunidad de Estados latinoamericanos y caribeños para que se expresen nuestra visión y nuestros límites con relación a la guerra en Ucrania", dijo Rodríguez.
En su opinión, "sería posible llegar a una aproximación en este sentido si la Unión Europea muestra igual flexibilidad", aseguró.
Asimismo, anticipó que los negociadores han acordado "preliminarmente un excelente párrafo que rechaza el bloqueo del Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba y la presencia injustificada, fraudulenta de Cuba en la lista unilateral del Gobierno de Estados Unidos de países patrocinadores del terrorismo".
Al intervenir ante la Cumbre, Miguel Díaz-Canel se quejó de que "las relaciones entre el Caribe y la Unión Europea están aún muy lejos de aprovechar todas las potencialidades comunes existentes" y pidió reparaciones de Europa.
"La ampliación de los vínculos entre la Unión Europea y el Caribe requiere, necesariamente, debida atención a los legítimos reclamos de reparación y compensación de los Estados de la CARICOM (Comunidad del Caribe) por los terribles daños ocasionados por la esclavitud y la trata transatlántica, uno de los más tristes y vergonzosos capítulos de la historia", dijo.
"Se necesita mayor apoyo internacional, incluyendo el de la Unión Europea, en la lucha contra el cambio climático", también demandó.
Díaz-Canel hizo su entrada el lunes en Bruselas a la sede del Consejo Europeo junto a otros jefes de Estado y políticos en Europa, mientras un grupo de activistas y exiliados cubanos se manifestaba en su contra en la misma ciudad.
En un punto de la protesta, hubo un encontronazo entre una parte de la delegación oficial en apoyo al régimen, que ondeaban banderas del 26 de julio, y los exiliados que protestaban. Con consignas de "Abajo la dictadura" y "Abajo Díaz-Canel", los activistas cubanos plantaron cara a los oficialistas.
Pese a que Amnistía Internacional pidió en una carta abierta dirigida a los dirigentes asistentes a la Cumbre abordar urgentemente las cuestiones de derechos humanos más apremiantes que afrontan hoy ambos continentes, la reunión cerró sin enfrentar ese tema.
Desde 1959, Acuerdos, asambleas, reuniones, congresos, cumbres, blablablá, blablablá y nada se resuelve. Bueno, con algo hay que entretenerse. Esta cumbre sirvió solo para que unos cuantos viejos barrigones cobren su buen dinero y se diviertan un poco dándole a la sinhueso. Y, la vida sigue igual, nada cambió.