"Patria y béisbol cuenta aspectos del Clásico (Mundial), del equipo cubano tras bambalinas, pero en realidad es un proyecto más ambicioso, que pretende contar la historia del béisbol en Cuba desde que llegaron los primeros implementos en 1864 con los hermanos Guillos", dice el director de cine Ian Padrón, conocido, entre otros materiales, por el documental Fuera de liga, en entrevista con DIARIO DE CUBA.
Desde su estudio, con paredes abarrotadas de dibujos de Elpidio Valdés (el personaje creado por su padre, Juan Padrón), el cineasta habló de Patria y béisbol, documental en el que lleva trabajando dos años. "Filmé a peloteros de todos los criterios. Me pareció interesante que los cubanos tengamos un criterio preestablecido de muchas cosas, y cuando escuchamos al otro podamos matizar y humanizar nuestra opinión con respecto a alguien", cuenta Padrón, quien adelanta que incluirá en el documental las motivaciones para jugar por Cuba de algunos peloteros a los que entrevistó.
"Vamos a reunir a todas las grandes estrellas del béisbol cubano de todas las épocas. Personas que ahora tienen más de 80 años, como es el caso de Manuel Hurtado. Abarcaremos lo que ha significado en la vida del cubano el béisbol".
El cineasta opina que todo lo que ha sucedido con el equipo Cuba en el Clásico Mundial ha sido una traición del régimen a los cubanos que aman el béisbol. "Crearon un equipo a imagen y semejanza de un poder que solo quiere aplausos y personas que no den opinión, y eso creó un rechazo muy grande, incluso en los que amamos el béisbol y llevamos años defendiendo la idea de un solo equipo. Creo que para que esto se logre realmente tienen que ser convocados todos los peloteros, incluso alguien que piensa completamente distinto al Gobierno, algo que no se vio en esta ocasión".
"La pelota es un reflejo de lo que sucede en Cuba, de la dictadura. No existe ninguna dictadura que sea permisiva con ideas políticas distintas", advierte Padrón quien dice que, al parecer, "una organización de peloteros cubanos en EEUU medió con las Grandes Ligas para la participación de los peloteros cubanos de sus equipos en el clásico, lo que el Gobierno cubano aceptó a regañadientes".
Así surge el equipo Cuba para el Clásico Mundial; "las autoridades cubanas lo crearon, pero seleccionando cuál pelotero sí y cuál no, según sus ideas políticas. Todo estuvo politizado desde el primer momento y además se burlan —el Gobierno cubano— pidiéndole a los cubanos en el exilio que no politicen el deporte, cuando los únicos que pueden crear política son ellos, nosotros reaccionamos a esa política de Estado".
Padrón, un ferviente amante del béisbol, remarcó cómo durante los primeros partidos, en los que Cuba perdió, los medios oficialistas cubanos miraron hacia los peloteros radicados en EEUU como posible causa, pero cuando Cuba clasificó cambiaron totalmente el discurso y crearon el "Team Asere".
"El equipo se convirtió en un sello, 'si no apoyas al equipo no eres cubano', y así empezaron a quitarle valor a los que no querían a ese equipo. Sucedió un fenómeno muy curioso, ningún cubano que ama el béisbol quería que Cuba perdiera, pero con la unión de la política el Gobierno cubano creó unos sentimientos encontrados gigantescos. No hay un futuro para la patria cubana sin todos los cubanos, independientemente de cómo piensen".
Padrón también habló de las quejas de las autoridades cubanas sobre la seguridad del estadio. "El estadio prohibió carteles y camisetas. Muchas personas no entienden que haya pasado eso en un país en donde se permiten las manifestaciones políticas, incluso en el propio estadio de los Marlins se han hecho paradas de juegos en solidaridad con movimientos políticos. Con la comunidad cubana no se permitió, al parecer, por petición de la Federación Cubana de Béisbol".
Si bien Ian Padrón es conocido por sus películas y documentales, en los últimos dos años ha ganado notoriedad por su programa en YouTube Derecho a réplica, por donde pasan personalidades cubanas con diferentes opiniones políticas.
"Con Derecho a réplica he hecho un viaje hacia mi interior como cubano, he aprendido a escuchar bastante y entender el contexto en el que cada cual opina. Hay mucha honestidad, buenos deseos, necesidad de cambio en personas que han sido o son a fines de la llamada Revolución. También aprendí cuan distantes están las opiniones de los que están dentro de Cuba, con límites para expresarse, de los que estamos fuera".
Padrón planea llevar sus debates a libros de testimonios, y que el programa se quede obsoleto, señal de que en Cuba se pueda llevar a los medios de comunicación una charla entre personas que piensan diferentes, "algo que todavía es impensable".
"Yo todavía tengo mi residencia cubana. ¿Me dejarían dar mi opinión durante 15 minutos en algún medio en Cuba?, creo que no", concluyó Padrón.
