'Somos algo más que ruinas de sociedad y chismes de farándula'

Hace un par de años nos permitimos cierta ilusión por el surgimiento de los booktubers, bookstagramers, etc., en Cuba, si bien su número no ha pasado aún de cinco promotores activos en las redes. En la edición de hace dos años de la Feria del Libro de La Habana, incluso, se entregaron premios y organizaron una charla y los invitaron a acercarse a las instituciones. Este año la celebración se apagó. La principal razón es que los jóvenes que hay, sean booktubers o lo que fueran, abandonan el país.

Tal es el caso de los dos exponentes más visibles de esta modalidad, Víctor Real y Mágico y Hansel Pérez, de "Cita de Autor". Este último, desde Miami y haciendo un gran esfuerzo, sin embargo, ha mantenido activo su canal en YouTube, con el mismo estilo, temas y gracia con que lo llevaba en Cuba. No es, en puridad, un booktuber. También habla de películas o videojuegos, pero sus temas literarios son muy bien llevados.

DIARIO DE CUBA se ha acercado a él para indagar sobre las nuevas circunstancias de su proyecto:

Dejaste la carrera de Periodismo en tercer año para salir de Cuba en 2022. Durante tu estancia en la Universidad de Camagüey, ¿tuviste algún problema por llevar el canal "Cita de Autor"?

Los problemas que tuve en la Universidad realmente no guardaron relación con mi canal, proyecto que usé para participar en eventos de la Facultad, e incluso premiaron esas participaciones. La única vez que directamente fui cuestionado en la carrera fue por unos post míos en Facebook sobre la mala administración de la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey, durante el rebrote de Covid. Fui bastante inquisitivo y eso trajo todo tipo de comentarios, pero al final no repercutió en ninguna medida ni en ninguna discriminación. Aun así, esa pequeña presión en el departamento me sirvió para alejarme de cualquier otra polémica en las redes, porque los post hasta terminaron reflejados en un par de medios independientes y todo ello me asustaba bastante por motivos obvios.

¿Cómo es estudiar Periodismo en Cuba? ¿Lo recomendarías?

El plus negativo es que los altos mandos de la Universidad, y el Estado en general, ven en los periodistas voceros para sus mensajes particulares de propaganda, y eso te choca muchísimo si tus intereses son diametralmente opuestos al de esos altos mandos, como fue mi caso. En lo puramente académico, creo que el periodismo cubano está en un proceso de madurez muy lenta en el ámbito universitario, y tengo pensado hacer un episodio entero del podcast hablando con una compañera mía de año precisamente sobre este tema.

Recomiendo estudiar Periodismo a quien le apasione. Pero que vaya por lo puramente académico, la técnica y la teoría. Y que su corazón le diga qué debe escribir y dónde debe proyectar su voz, aunque eso lo meta en problemas o lo deje en un área gris.

¿Cómo ha sido la adaptación a Miami? ¿Vas a seguir estudiando?

Aún no hace un año que vivo acá, pero sigo pensando exactamente como lo hacía en los dos primeros meses. Más que una mejora de vida, este éxodo de tantos cubanos es una mutación. Y el resultado de esa mutación depende de las capacidades, del esfuerzo y del apoyo que cada cual pueda recibir. Quisiera terminar la carrera o algo que tenga que ver con producción audiovisual, pero por ahora me conformo con sentar bases sólidas y ayudar a mi gente en Cuba.

¿Has podido conectar con o entender mejor la comunidad booktuber, bookstagramers etc, una vez afuera? ¿Qué ha cambiado de tu perspectiva?

Siempre digo que yo, a pesar de que hablo de libros y tal, no me empapo en el concepto de booktuber incluso aunque use sus nomenclaturas en ocasiones para llegar a más personas. Desde que llegue acá sigo suscrito exactamente a la misma cantidad de canales puros de booktubers que son los que me han llamado más la atención. Aunque en plataformas como TikTok o Instagram, a mi parecer, funcionan mejor las maneras convencionales de estos creadores de contenido sobre libros. Esa forma rápida de comunicarme y engancharme con una novela en apenas 30 segundos me llama la atención. Inspirado en eso empecé a hacer shorts para mi canal.

¿Por qué no acaban de surgir booktubers en Cuba, cuando existen en todo el mundo? Según tu experiencia, ¿qué deberían hacer los jovenes interesados?

Mantengo siempre que el impedimento número uno es la accesibilidad a internet en Cuba. Es cara y es engorrosa. Usar tu dinero y tu tiempo en un proyecto que al principio apenas tendrá visibilidad o algún tipo de ganancias económicas, pues echa para atrás a la mayoría de personas.

A eso, sumarle la publicación de libros en Cuba: como casi cualquier cosa en la Isla, está agonizando. ¿De qué best-seller van a hablar nuestros futuros booktubers semanalmente? Aunque hay textos muy buenos, muchos son difíciles de vender al algoritmo de las redes. Y aun así la calidad y la cantidad creo que son insuficientes. Desde acá de Miami no me cansaré de promover en mi canal la literatura cubana, pero estoy seguro de que, de haberme enfocado únicamente en ese tema, ahora mismo estuviera teniendo serios problemas creativos en el canal.

Para aquellos que descubran este universo y estén interesados en crear, solo les puedo decir que lo hagan desde la pasión y la paciencia. Que no dejen de la mano los aspectos técnicos, pero que tampoco se contengan si estos no son los mejores. Y que se lancen: que hagan cosas nuevas. Ya hay cientos de canales de viajes y vlogs y crítica social en Cuba. Pero,  ¿dónde están esos youtubers de literatura, de cine, de arte? Necesitamos gente así. Yo me suscribiría a cada uno de esos canales. Yo sueño con ver a Cuba por todo el internet demostrando que somos algo más que ruinas de sociedad y chismes de farándula. Hay historias que deben ser contadas. Y eso es lo que siempre pido en el canal. Nunca dejen de descubrir historias.