Rodeada de un ambiente de tensión política por las frustradas protestas que se habían anunciado para el 15 de noviembre en varias ciudades del país, ha transcurrido la primera semana de la Bienal de Artes Plásticas de La Habana sin que apenas se note.
En el teatro del Museo de Bellas Artes y también de manera online, discurre hasta hoy la sección teórica de este extendido evento con paneles que incluyeron un conversatorio con curadores de la Bienal —al cual ostensiblemente faltó el más importante de todos, Gerardo Mosquera, por haberse sumado este año al boicot a la Bienal—, una reflexión sobre "el futuro y la contemporaneidad", otra sobre el pensamiento latinoamericano y el papel descolonizador del arte y un último conversatorio sobre la ecología. Estos debates, además de una participación extranjera no muy nutrida, han contado con el apoyo de estudiantes y profesores de la Facultad de Artes y Letras para engrosar sus filas.
Aunque la parte artística no es el centro de este momento de la Bienal, la muestra internacional colectiva "Caminos que no conducen a Roma" fue inaugurada en el Centro de Arte Wifredo Lam con mayor entusiasmo por parte de los responsables de la misma que del público. También oficialmente se hizo entrega del Premio Nacional de Artes plásticas al pintor y grabador Rafael Zarza, de quien se inició una muestra panorámica en la sala transitoria del Museo de Bellas Artes. En el lobby del edificio de arte cubano se aferra desde diciembre del año pasado una exhibición de Alexis Leyva (Kcho), ahora sumada a la Bienal también. Este viernes además, fue inaugurada una exposición colateral de Flora Fong, que admira mujeres con nasobuco.
El boicot a la Bienal convocado por artistas cubanos en respuesta a la reciente ola represiva avanza a buen ritmo. Esta semana tres personalidades más del arte internacional han rechazado oficialmente la invitación a participar en el evento: Yazmany Arboleda, Miler Lagos y la artista dominicana Joiri Minaya, tachada de la lista de la exhibición principal del Centro Wifredo Lam.
El oficialismo, por su parte ha pasado de jurar, hace siete días, que participarían 300 artistas en el convite, a asegurar en un noticiero cultural que ya son 700 los invitados. La lista oficial, sin embargo, no se ha hecho pública. En cuanto a la guerra de firmas que tiene como campo de batalla sendas cartas publicadas por Hypermedia Magazine y el diario La Jornada, en contra y a favor del convite, quienes defienden el no a la Bienal contabilizan ya más de 700 rúbricas de personalidades del arte, mientras que las autoridades cubanas dicen haber reunido más de 1.000.
La semana que viene será el encuentro teórico, en la Universidad de las Artes, dedicado a la enseñanza artística, con la participación de alumnos y profesores, y con esto concluirá la primera parte o "experiencia" de esta edición de la Bienal de La Habana. La próxima comienza en diciembre y promete estar dedicada al arte cubano.