"La pandemia le ha venido a esta gente como anillo al dedo", comenta un editor sobre la suspensión de la Feria del Libro de 2021 en Cuba por causas sanitarias. Pero, si no hubiera cuarentena, la falta de papel habría obligado de cualquier manera, probablemente, a aplazarla.
La actual crisis no tiene su origen en la situación económica generada por la pandemia, sino en el periodo anterior, en la llamada "coyuntura". Por esa causa no se imprimen apenas libros desde 2019. "La Feria de 2020 se hizo con libros de saldo", cuenta el especialista.
Es en este contexto que las autoridades han celebrado entre el 25 y el 31 de marzo últimos la Jornada por el Día del Libro Cubano, que conmemora la creación de la imprenta revolucionaria por Fidel Castro, con sus primeras tiradas faraónicas.
Como todos los eventos de esta cuarentena, las actividades de la Jornada se trasladaron a la red. En este sentido, habrá que decir que no hubo un despliegue de organización admirable: mientras la prensa nos distraía prometiendo que la mayor información iba a estar en las páginas de Facebook o YouTube del Ministerio de Cultura o bajo las etiquetas #diadellibrocubano, #Leerescrecer, etc., el espectador descubría con el tiempo que la mejor información visual venía no de estos lugares, sino en el sitio de YouTube del sitio web Cubaliteraria, mantenido a la sombra de los primeros.
Con suma discreción se retuvo también el programa detallado del evento: todos los días se comentaban tarde algunas actividades puntuales, pero el edecán horario que necesitábamos no lo vinimos sino a descubrir a última hora, en un rincón de una página aledaña de Facebook: un link en el sitio de Cubaliteraria dirigiéndonos a estos dos hallazgos hubiera sido útil.
La jornada acumuló materiales audiovisuales, muchos de ellos ya existentes, sobre autores y obras; invitaciones a la lectura; charlas; lecturas de fragmentos de libros en línea; presentaciones de libros con la participación, mayormente, de los mismos autores de toda la vida: Antón Arrufat, Leonardo Padura, Reynaldo González, etc.
Hubo tres foros literarios, que prometían ser de lo más interesante —sobre el libro digital, sobre la poesía y la narrativa cubanas—, para los cuales se ofreció un enlace que no siempre funcionó bien y hasta ahora no han sido recogidos por la página de ninguna institución. Esperemos que en algún momento se expongan.
Sobre la falta de papel que aqueja a las instituciones, como era de esperar, nada se dijo. Ya estamos acostumbrados a ese proceder esquivo del oficialismo, que en su presentación del arroz con pollo no solo elimina el pollo, sino que ni lo menciona. Como si conjurando el problema del lenguaje, desaparecería también en la realidad.
Hace 62 años se imprimían 100.000 copias de El Quijote en la recién iniciada imprenta revolucionaria. Una vez más la industria editorial oficialista mira a esa cifra con deseo y con vergüenza. Nos recuerda la época del "Periodo Especial".
Que bueno !!! Que publiquen los discursos del cagandante en papel biblia, así no tendremos escacez de papel higiénico.