"Este es un libro sobre la destrucción del amor y su reconstrucción en tiempos de terminales telefónicos sofisticados y virus tontos que nos matan", así presenta la escritora cubana Gleyvis Coro su último poemario, titulado Mujer, aparta de mí ese smartphone, disponible en Amazon.
En tiempos donde lo digital tiene el máximo protagonismo, donde pasamos el día entre redes sociales y páginas de internet, ¿qué espacio ocupa la poesía? ¿Puede también incorporarse a ese flujo digital? Gleyvis Coro parece afirmar que sí en este libro, donde apuesta por lo que denomina "poesía 2.0".
Este poemario "surge de la necesidad de reconocer otras formas (estructurales y sociales) de relación con el mundo, que están vivas y que la poesía contemporánea ni reconoce ni se ha enterado de que existen. Vivimos en un mundo con una presencia digital importante, que ha cambiado casi todas nuestras manifestaciones presenciales, pensamiento y modo de acceder a las cosas y ha aumentado los riesgos y los beneficios que se derivan", explica Coro a DIARIO DE CUBA.
"Como escritora, y más como lectora, yo necesito una poesía que me retrate y que me abra nuevos mundos dentro de ese retrato de mí y de mi mundo contemporáneo. La riqueza de la poesía y el gusto por el género ha mermado con la falta de lecturas de calidad y la disminución de los niveles de conocimiento profundo de las personas", señala.
Coro considera que se lee más ahora desde los dispositivos digitales, "pero se lee peor" y apunta a las redes sociales como espacios generadores de un discurso "vacuo": "la palabra escrita se reduce, se apocopa y se malescribe en los mensajes de texto y en los posts. Pienso que ese es un mal escenario para la acostumbrada riqueza discursiva de la poesía y para su trascendencia. Encuentro y leo poesía cada vez más vulgar y chabacana", opina.
En este libro, sin embargo, Coro incorpora parte del lenguaje digital que las redes sociales utilizan, como los emoticonos. "Algo aparentemente tan ligero o fruslero como los emoticonos puede generar muchos significados. Como lectora, prefiero ese silencio de palabra no escrita que traduce una situación emocional y acompaña, simbólicamente, al texto escrito y conforma una suerte de poesía artesanal. El emoticono multiplica el significado con una figura que acompaña y que, a veces, sustituye a la palabra escrita. Es un recurso gráfico producto de este tiempo gráfico y hay un camino muy interesante y fabuloso en esa cuerda, que no deja de ser literatura", señala.
"Mujer, aparta de mí ese smartphone es un libro sobre la ruptura de una relación de pareja que se da por cuestiones eminentemente tecnológicas. Es una historia de este tiempo pop, que no puede negar la tecnología y no puede dejar de aprovecharla, y está teniendo, como libro de poesía, excelente acogida", comenta.
Coro es experta en la integración de nuevas tecnologías en la educación universitaria: "Me he pasado 11 años estudiando esos procesos, con máster oficial europeo, doctorado internacional y aplicación práctica en un proyecto académico".
"Veo su filón y conozco su filo, sería tonta si no los utilizara a mi favor. Y, como nací en Pinar del Río, te aseguro que no tengo un pelo de tonta", bromea.
Gleyvis Coro Montanet (La Tirita, Pinar del Río, 1974) reside en Madrid y ha publicados los poemarios Aguardando al guardabosque (Ediciones Loynaz, Pinar del Río, 2006) y Jaulas (Letras Cubanas, La Habana, 2010), así como una novela: La burbuja (Unión, La Habana, 2007). Ha sido publicada en varias antologías como Generation Zero. An Anthology of New Cuban Fiction (Sampsonia Way, Pittsburgh, 2014) y El compañero que me atiende (Hypermedia, Miami, 2017). En su poemario Lejos de casa (memoria lírica del problema cubano), publicado en 2018, reflejó su experiencia al exiliarse.
