La curadora cubanoamericana Coco Fusco dirigió este viernes una carta abierta a los artistas cubanos ante la proximidad del juicio del régimen contra Luis Manuel Otero Alcántara, el creador que ha sido arrestado más de 20 veces en los últimos dos años por sus performances de carácter político.
Las acusaciones de desacato y ultraje a los símbolos patrios contra Otero Alcántara "son diseñadas no solamente para aplastar su carrera artística, sino también para infundir miedo en la comunidad artística. Es una estrategia para domar a los creadores que ha funcionado muy bien en Cuba a lo largo de 60 años", recuerda Fusco en su perfil de Facebook.
"No es la primera vez que el Estado cubano maltrata y difama a un artista. (…) La lista de carreras artísticas que han sido destruidas por los censores es larga. Pero también están los casos infames de artistas que no solo fueron censurados sino también atacados por la Seguridad del Estado, golpeados por la Policía, interrogados durante horas, despojados de su membresía en la UNEAC y de la Asociación Hermanos Saíz, de sus licencias para vender su obra, y de sus propios hogares".
En su carta, la cubanoamericana recuerda el caso del artista visual Juan Sí González, "que fue hostigado en los años 80 por sus performances callejeros y su actitud contestataria y que en su última visita a Cuba fue amenazado por la Seguridad del Estado".
Además, mencionó al artista plástico Ángel Delgado, quien "pasó seis meses en la cárcel en 1990 por haber hecho un performance escatológico sin autorización" y al grafitero Danilo Maldonado "El Sexto", que "estuvo en la cárcel por diez meses y sufrió amenazas de muerte".
Fusco también aludió al caso de Tania Bruguera, la artista cubana que sufrió varios meses de arresto domiciliario en 2015 por "un performance que ni siquiera realizó" y que ahora "sigue siendo hostigada continuamente por los agentes del Estado".
"Me limito aquí a algunos casos dentro del campo de la plástica, pero sabemos que hay mucho más casos que provienen de la música, la literatura, el cine, el teatro y el periodismo independiente", dijo la artista.
Fusco también alertó que tales "prácticas policíacas seguirán si los cubanos no hablan de ellas". "El Decreto 349 refuerza el poder del Estado para realizar impunemente estas acciones, pero el silencio general facilita la práctica porque hace que siga ocultada a simple vista".
"La única diferencia entre el pasado y el presente es que en los últimos 18 meses la comunidad artista en Cuba ha empezado a levantar su voz en contra de estas políticas represoras. Ha decidido hacer público su desacuerdo con el Estado cubano. Ha mostrado que considera que la libertad de expresión y la definición de quién es un artista no deben ser manejadas y manipuladas por un gobierno" agregó.
La cubanoamericana residente en Nueva York aseguró que "el adoctrinamiento y el miedo" del régimen sobre sus artistas hace que unos nieguen su apoyo a los otros "diciendo que sus obras no son buenas o que los que hacen obra que aborda temas políticos son oportunistas que solo buscan la fama".
"Todos estos argumentos que pretenden separar el artista de la política terminan siendo estrategias que sirven a los intereses políticos del estado cubano", señaló.
Para Fusco, "el derecho de expresarse no tiene que ver con la calidad artística de una obra ―es una cuestión ética y un elemento clave de los derechos civiles a nivel global―."
"Los profesionales del arte pueden enmascarar su miedo con disparates formalistas, pero no pueden negar que la represión de un artista crea las condiciones para la represión de todos los artistas. El Estado que promueve a algunos es el mismo que suprime a todos".
Finalmente, Fusco invitó a los artistas cubanos a reflexionar y decidir si les conviene que encarcelen a uno de sus colegas. "Si les parece que no les conviene entonces, tal vez, podrán levantar la voz y denunciar el maltrato de Luis Manuel Otero Alcántara. (…) Y si no lo hacen por lo menos reconozcan las implicaciones y las repercusiones de su silencio", terminó.
Pero Coco, esa es la típica actitud del esclavo en una sociedad esclavista donde los amos no tienen que dar cuentas a nadie y castigan a la menor infracción. La situación no se resuelve con declaraciones de gente aterrorizada. La solución es la abolición del régimen y las reparaciones a los afectados! Además, ¿por qué los artistas, y de entre ellos los plásticos, si hay mujeres del pueblo siendo apaleadas, Biscet preso, niñas aplastadas en derrumbes, opositores inoculados con sida? Es a los artistas americanos de su entorno a los que tiene que escribirles, a los turistas culturales, para que abran los ojos y condenen al régimen con la misma energía con que lo hicieron con Sudáfrica o con Pinochet.