Más de 600.000 cubanos recibieron en 2024 el servicio de agua por pipas, según un informe del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) recogido por la oficial Agencia Cubana de Noticias.
La mayor parte de estas personas carecen de redes o infraestructura para el abasto. En la cifra se cuentan aquellos que dependieron de los camiones cisterna y los que fueron abastecidos por "terceros prestadores" de los cuales el medio estatal no ofrece detalles.
Funcionarios que presentaron el informe celebraron que a finales del mes de octubre el número de personas dependientes de pipas para abastecerse de agua disminuyó en más de 43.000, bajada que atribuyeron a "acciones de inversiones o mantenimientos".
Asimismo, el 80% del total de clientes obtuvo el líquido con ciclos superiores a los 15 días, incluida una parte que sí cuenta con redes de acueductos.
Los cubanos que más sufrieron la dilatación de los períodos de abastecimiento residen en las provincias de Santiago de Cuba, Granma, Holguín, Villa Clara, Mayabeque, Artemisa y Pinar del Río.
"El encarecimiento de los insumos de importación influyó duramente en los resultados del INRH, que ha continuado trabajando en el proceso inversionista. Aunque se ejecutaron los principales programas de abasto de agua, saneamiento, hidrometría y trasvases, no se ha cumplido lo previsto en el planeamiento", dijo en diciembre pasado ante la Asamblea Nacional del Poder Popular Magda Ileana Pérez Matos, presidenta de la Comisión de Industria, Construcciones y Energía del legislativo del régimen.
El abasto de agua es uno de los problemas más serios y urgentes en el día a día de los cubanos. Pérez Matos mencionó los atrasos en las inversiones por la no disponibilidad en tiempo de los equipos, partes y piezas, las afectaciones en el servicio de agua en pipas y la salida de servicio de los equipos de bombeo.
Los problemas más recurrentes planteados por los cubanos encuestados durante un ejercicio de fiscalización en 2024 estuvieron relacionados con los salideros de agua, el saneamiento dentro y fuera de las viviendas, el estado crítico de las conductoras, la rotura de equipos de bombeo, la existencia de comunidades sin redes hidráulicas y el vertimiento de aguas albañales.
Otro de los problemas del INRH es la falta de personal. Al cierre de octubre, el sistema hidráulico contaba con más de 31.000 trabajadores, "cifra muy inferior a la plantilla aprobada, cubierta en un 79%", dijo la funcionaria.
Esto se debe, fundamentalmente, a que el sistema de recursos hidráulicos es uno de los sectores peor pagados en Cuba, según dijo a Cubadebate en octubre el presidente del Grupo Empresarial de Agua y Saneamiento, José Antonio Hernández Álvarez. "El ingreso promedio de nuestros trabajadores es uno de los más bajos del país, con unos 3.400 pesos y tenemos cuatro empresas con salario medio por debajo de los 3.000 pesos", explicó.
Hace varios meses, el periódico oficial Granma reconoció que el 40% del agua que se bombea en Cuba se pierde, debido al "mal estado de las redes, cuyos salideros debilitan considerablemente el flujo del preciado líquido y propician la fuga de grandes volúmenes".
Esa cifra lo que quiere decir es 600,000 cubanos con oxiuros, yardias, y cualquier otro parásito en cualquier lugar.