Back to top
Opinión

Crisis y socialismo en Cuba: el camino hacia el final

Si no se reconoce la crisis en Cuba como resultado deliberado y previsto de la planificación centralizada socialista, no se verá entonces que solo despertaremos de esta larga pesadilla cambiando no políticas, sino al sistema mismo.

La Habana
Una mujer vende manzanas en La Habana.
Una mujer vende manzanas en La Habana. Diario de Cuba

¿Está Cuba en crisis? Según algunas acepciones del término, sí, pues crisis es sinónimo de escasez o carestía y de situación mala o difícil.

Sin embargo, las acepciones más historicistas se ajustan menos a la realidad cubana, pues también define la RAE crisis como "situación política en que uno o más miembros del Gobierno han dimitido o han sido destituidos".

Esa definición no le calza a esta Isla, pues aquí hay "crisis" precisamente porque no hay cambio político —ni brusco ni lento— y siguen en el Gobierno quienes no deberían. Hay crisis de carestía porque no hay crisis de cambio.

Nuestra crisis, como "situación mala o difícil", no es entonces resultado de errores del sistema socialista, sino de su adecuada aplicación como medio para concentrar el poder político en una élite manteniendo a la población civil atomizada y económicamente dependiente del Estado. El socialismo no es un sistema fallido, es uno malévolo. El país está en crisis, precisamente, porque el régimen aún no lo está y aún no se siente forzado a cambiar sus fundamentos parasitarios.

Vivimos el resultado de seis décadas de un sistema —socialismo, estatismo— que allí donde se ha implantado ha hecho más estragos que las hordas de Atila el Huno. No hay un solo ejemplo histórico exitoso de economía socialista en relación a sus pares capitalistas.

Si no se reconoce la crisis en Cuba como resultado deliberado y previsto de la planificación centralizada socialista, no se verá entonces que solo despertaremos de esta larguísima pesadilla cambiando no políticas, sino al sistema mismo. Se requiere una enmienda a la totalidad, no retoques para contener las expresiones más degradantes de los sufrimientos del pueblo —apagones, hambre, educación y salud precarias— solo para seguir torturándolo con más socialismo.

Para bien o para mal, en Cuba el socialismo ya superó su "fase espejismo", que es cuando reparte lo heredado del sistema capitalista anterior, lo recibido por alianzas políticas o lo extraído mediante explotación intensiva de esa clase obrera a la cual dice representar. Durante ese periodo redistributivo, que exacerba a las masas, se destruye la sociedad civil y se mezcla el sistema con la nación misma —totalitarismo— extendiendo redes de vigilancia hasta en las salas de cuidado perinatal.

Terminado el dinero ajeno, el socialismo transita hacia su fase de "resistencia heroica" —en la que estamos ahora—, donde la "unidad" se vuelve núcleo del discurso y altar donde se sacrifica, con los cuchillos totalitarios creados en la fase anterior, cualquier disidencia o intento de cambio que no sea dirigido por el régimen mismo.

Para no hacerle el juego a esa élite depredadora, cuando se hable de crisis en Cuba debe especificarse que esta no es resultado de fallos en la implementación del socialismo, sino que es el resultado esperado del socialismo mismo. Partiendo de ahí, se entenderá que cualquier cosa que "alivie" la crisis actual de "escasez o carestía", estará beneficiando más al régimen que al pueblo, pues estará alejando el momento de crisis como "cambio brusco en el desarrollo de un proceso o situación política", que es la única salida disponible una vez el socialismo se ha enquistado.

Del pueblo debe eliminarse toda esperanza de mejoría real, sostenible y creciente dentro del socialismo, demostrándole en términos históricos y económicos que, como sistema parasitario, siempre quitará más de lo que podrá dar; pero también hay que eliminar todo deseo —por desconocimiento o cortoplacismo— de mejoría dentro de este sistema, y dejar de alegrarse cuando la situación económica mejora levemente —por humanidad, dicen— cuando la única salida de esta eterna crisis es llegar a una situación tan pero tan mala, que al parásito le sea imposible su propia sobrevivencia. Y sí, para eso debemos sufrir. ¿Alguna vez algún pueblo ha conseguido libertad y prosperidad sin pagar un peaje en sufrimiento?

Ya no vivimos el romanticismo violento de siglos pasados, es muy tarde para comprar nuestra libertad con sangre. Los héroes que aún lo intentan terminan en calabozos, mientras la sociedad, sin inmutarse, manipulada, apresada, asustada, ignora el sacrificio de tales titanes. Y si no es con sangre, será con hambre como se compre nuestro futuro.

En Cuba el socialismo no está en crisis. En Cuba, como en todas partes antes, el socialismo ha provocado una crisis porque ese es su modus operandi.

El camino a la prosperidad, a la dignidad que solo ser libres otorga, no pasa entonces por mejorar al socialismo, sino por matarlo; y para eso probablemente tendremos que sufrir más hambre, más apagones, más de todas esas privaciones que llevamos décadas sufriendo —a veces más, a veces menos—, y que solo superaremos completamente cuando el socialismo desaparezca. Tenemos que llegar a nuestro momento más oscuro si queremos alguna vez ver la luz.

Más información

5 comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.
Profile picture for user Pedro Benitez

“y que solo superaremos completamente cuando el socialismo desaparezca”.
China, por ahora, no está dispuesta a canalizar una avalancha de subsidios en La Habana. Sin embargo, el panorama sigue cambiando en el Sureste de Asia, y las fricciones de China con Philippines y Taiwán aumentan.

Profile picture for user Pedro Benitez

Una observación inteligente “En Cuba el socialismo no está en crisis”
Porque en el sistema de gobierno continúa la funcionalidad

La haitianizacion del pais la comenzó F Castro y ha sido hecha deliberadamente. No entender que ha sido hecha a propósito denota infantilismo e ingenuidad.

Profile picture for user EL BOBO DE LA YUCA

Hoy Rafaela está fúnebre

Profile picture for user cubano libre

“El Final del Camino”
El Camino hace un buen rato que se les acabó, no tienen donde ir, Boric no los quiere en Chile, los Bobovarianos desaparecen con los Castro, tendrán que irse a Bololandia.