Los estudios estadísticos rigurosos juegan un papel fundamental a la hora de comprender la realidad de un país. En esta entrevista con DIARIO DE CUBA, Arístides Vara-Horna, especialista en análisis estadístico del proyecto CubaData y uno de los ponentes del "Foro DDC: Para la Cuba de mañana", comparte sus reflexiones acerca de lo que dicen las encuestas sobre el contexto político y social de Cuba.
Estudiar la evolución de la protesta civil en Cuba, ha sido uno de los objetivos de las encuestas de CubaData. "Según las estadísticas recogidas, el año 2022 mostró un aumento significativo de casi un 23% en la intención de protestar entre los cubanos. Ese aumento se estancó en 2023; sin embargo, a pesar de la persistencia del miedo en la población, la tendencia a protesta civil en Cuba sigue siendo alta, con tres de cada cuatro cubanos indicando su intención de participar", señala Vara-Horna.
"El desafío radica en que la protesta no siempre se materializa en acción efectiva", advierte. "En cuanto a la protesta efectiva, CubaData descubrió que aproximadamente uno de cada dos cubanos encuestados está llevando a cabo algún tipo de protesta. Esto refleja una nueva forma de activismo en el que las personas, aunque conscientes del riesgo, encuentran maneras creativas de alzar su voz, como el uso de internet para difundir información, apoyar a quienes protestan en las calles o incluso buscar formas alternativas de manifestarse".
Vara-Horna subraya que el miedo, aunque presente, no ha detenido por completo la voluntad de protesta. "Incluso aquellas personas que tienen miedo están aprendiendo a protestar de forma creativa", dice y destaca cómo, además de las manifestaciones físicas, las nuevas formas de protesta están ganando terreno.
Lo que está teniendo lugar en la sociedad cubana, a juicio de Vara-Horna, es una transformación cultural. CubaData ha registrado indicios claros de que, a pesar de los desafíos y las adversidades, existe un cuestionamiento profundo de los principios fundamentales de la "Revolución cubana". "Los datos sugieren que los cubanos están cada vez más dispuestos a cuestionar el modelo socialista y buscan alternativas de participación más democráticas, exigiendo mayores garantías para el ejercicio de los derechos civiles y políticos", señala el experto.
"Hay una transformación mental que está haciendo que la gente cuestione los principios básicos de la Revolución cubana. La gente quiere un sistema de Gobierno distinto, uno en el que las personas tengan mayores posibilidades de participar y que garantice el ejercicio de sus derechos y sus condiciones de vida", afirma.
Uno de los mayores desafíos de CubaData ha sido la construcción de mecanismos de confianza con los encuestados para que se sientan seguros al compartir información. Desde sus inicios, el proyecto ha logrado crear una relación sólida con más de 400.000 usuarios en toda la Isla, utilizando plataformas de acceso a internet y asegurando a los participantes que su información será protegida y confidencial.
"Para lograr la validez de nuestras encuestas, el primer requisito es dar confianza. El segundo es asegurar que participen la mayor cantidad posible de personas, incluso aquellas más discriminadas o menos representadas", indica Vara-Horna. Esto requiere un trabajo tanto tecnológico como metodológico, ya que en un entorno como el cubano, donde la censura y la represión son una constante, no es fácil que la gente se sienta libre para expresarse.
Un aspecto innovador del trabajo de CubaData es la forma en que están abordando el desafío de obtener una muestra representativa de la población cubana, a pesar de los obstáculos que presenta la falta de un censo actualizado. Debido a la migración masiva y los cambios internos en la Isla, el último censo realizado en Cuba ya no es relevante. En respuesta a esto, CubaData ha desarrollado un enfoque matemático complejo para "inferir una representación precisa de la realidad cubana", a pesar de las dificultades.
A medida que el proyecto avanza, Vara-Horna anticipa la publicación de los resultados del tercer panel de encuestas, en el cual esperan que la representatividad nacional sea aún más precisa. Las perspectivas para CubaData son optimistas, ya que el equipo se ha comprometido a seguir desarrollando mecanismos que garanticen la precisión y relevancia de sus datos, a la vez que siguen enfrentando los riesgos inherentes a la recolección de información en un contexto político tan complejo y represivo como el cubano.
Las declaraciones de Vara-Horna revelan un panorama de cambios profundos en la sociedad cubana, reflejados en las estadísticas de CubaData. A pesar de las dificultades y el temor, los cubanos están transformando sus percepciones políticas y buscando nuevas formas de participación democrática. En este proceso, las herramientas estadísticas y el análisis riguroso juegan un papel esencial para entender las dinámicas sociales y políticas del país, y para visibilizar las voces que, aunque silenciadas, están trabajando por un cambio profundo en Cuba.