El Gobierno de Panamá, a través del Decreto Ejecutivo 195, firmado recientemente por José Raúl Mulino, presidente de dicho país centroamericano, extendió la obligatoriedad de visa de tránsito para los ciudadanos cubanos que viajen o hagan escala en su territorio.
La medida, que estará en vigor hasta julio de 2025, como mínimo, había sido decretada en 2022 y suspendida temporalmente en julio de este año. En el texto, que ya entró en vigor, las autoridades panameñas establecieron "la visa para pasajeros o tripulantes en Tránsito como requisito para los ciudadanos de nacionalidad cubana que viajen en tránsito por la República de Panamá".
Dicha visa de tránsito, que será emitida por el consulado de Panamá en La Habana, permitirá a los viajeros permanecer en el área de tránsito internacional del país por un máximo de 24 horas. El documento también puede ser gestionado a través de una persona que actúe como apoderado del solicitante en el Servicio Nacional de Migración panameño.
La visa, que tiene un costo de 50 dólares, tendrá que ser solicitada, como mínimo, 30 días antes de la fecha de viaje y, además de completar el formulario permitente, los interesados están obligados a presentar dos fotografías, una copia del pasaporte con una vigencia de al menos seis meses, una copia del carnet de identidad y la reservación o itinerario del viaje, así como el comprobante de pago de los servicios consulares.
No obstante, las autoridades panameñas declararon varios supuestos en los que los ciudadanos cubanos no requerirán el visado de tránsito. En dicha situación estarían quienes tengan una visa de turista o residencia de la República de Panamá vigentes, así como quienes ostenten una visa múltiple otorgada por Canadá, EEUU, Australia, Japón o algún país de la Unión Europea, siempre que hayan sido previamente utilizadas en estos territorios y que posean una vigencia no inferior a los seis meses al momento de efectuar el tránsito.
Asimismo, no requerirán visado de tránsito los cubanos que posean residencia permanente en terceros países y que viajen de retorno a estos, así como quienes cuenten con una visa vigente para ingresar a su destino final o quienes demuestren tener un contrato de trabajo en el país de destino final con los sellos de registro del organismo competente de dicha nación y que esté legalizado o apostillado, según corresponda.
En 2022, cuando esta medida fue aprobada, cientos de cubanos, muchos de ellos con pasaportes y boletos de avión, protestaron frente a la embajada de Panamá en La Habana y la zona permaneció varios días bajo un fuerte control policial, temiendo que el desespero de los cubanos por salir de la Isla se tradujera en un ataque a la sede diplomática.
Desde la llegada de Mulino a la Presidencia, el Gobierno panameño está aplicando medidas más duras de contención de la migración, lo que explica la reactivación de esta requisito, que lastra los planes de muchos cubanos que viajan con frecuencia a Panamá para realizar turismo de compras, mientras que un número indeterminado ha utilizado ese territorio como zona de tránsito para emigrar rumbo norte, con la esperanza de acceder a EEUU.