En medio de la debacle de la situación eléctrica en Cuba, una brigada de linieros cubanos arribó este lunes a San Vicente y las Granadinas para trabajar "en la restauración de las redes eléctricas afectadas por el Huracán Beryl", informó en su perfil de X el embajador del régimen en la nación caribeña, Carlos Rodríguez Etcheverry.
El diplomático detalló que la brigada cubana "brindará servicios como parte de una nueva etapa de la cooperación entre las dos naciones caribeñas". Por su parte, la agencia estatal Prensa Latina destacó que los linieros trabajarán de conjunto con ingenieros de la Unión Eléctrica de Cuba (UNE), que llegaron recientemente a San Vicente y las Granadinas, en el contexto de un acuerdo no detallado entre la compañía local de electricidad y la Empresa de Servicios de Ingeniería Eléctrica Cubana.
Las averías constantes en las termoeléctricas de la Isla, así como la obsolescencia de los equipos, la irregularidad en el suministro de combustible y la exportación de profesionales del sector, son elementos que echan por tierra, una vez más, las promesas de las autoridades a inicios de año, cuando aseguraron que los apagones disminuirían durante el verano gracias a su estrategia de mantenimientos a las termoeléctricas, en su mayoría con años de sobreuso y deterioro acumulado.
Recientemente, el director del Programa de Energía para Latinoamérica y el Caribe de la Universidad de Texas, Jorge Piñón, advirtió a DIARIO DE CUBA que "las plantas cubanas están fuera del ciclo de vida útil, con más de 35 años de explotación. Por eso siempre hemos dicho que no hay solución de parches a corto plazo. La total recapitalización del sistema es la única solución, y Cuba no tiene lo que necesita para eso: tiempo (de tres a cinco años) y dinero (de cinco a ocho billones de dólares)".
Además, este escenario de total debacle en el sector, exacerba las condiciones de riesgo extremo en que las autoridades hacen trabajar a sus obreros. A inicios de este mes, cuatro fotos publicadas por la UNE en su perfil institucional, en las que aparecer varios trabajadores paleando cenizas en el interior de la caldera de una termoeléctrica de la Isla sin usar medios de protección, encendieron las alarmas en tal sentido.
De esta forma, los obreros no solo arriesgan sus vidas en nombre del mismo sistema que los hace trabajar desprotegidos, también son parte de los turbios acuerdos de exportación de trabajadores con los que La Habana gana miles de dólares. Son parte, además, de la narrativa de solidaridad que expone el régimen para cubrirse las espaldas, mientras los apagones crecen en la Isla y esos dólares ingresados a partir de los trabajadores exportados no contribuyen a disminuirlos.
Como parte de los acuerdos bilaterales entre los gobiernos de Cuba y San Vicente y las Granadinas, la pequeña nación del Caribe Oriental donó a Cuba, en el primer semestre de este año, 235 toneladas métricas de harina, las cuales, según el embajador cubano en dichas islas, contribuirían a aliviar una compleja situación alimentaria". Algo que no sucedió pues, como los apagones, la severa crisis alimentaria también se ha incrementado.
Los verdeolivos frotándose las manos por el billete producido por sus esclavos linieros....