Los turistas que arriben a Santiago de Cuba y tengan un "elevado riesgo" de contraer la fiebre amarilla serán vacunados contra esa enfermedad causada por el mosquito Aedes aegypti, que fue erradicada en la Isla hace más de un siglo, de acuerdo con las autoridades cubanas.
El Aedes aegypti es también uno de los mosquitos que provoca el dengue, enfermedad de la que sí hay un auge en Cuba en estos momentos. El impacto de esta arbovirosis en Cuba suele agravarse en el verano.
La información sobre la vacunación a turistas fue publicada por el medio estatal santiaguero Sierra Maestra, que citó un comunicado de la Dirección General de Salud Pública, perteneciente al Ministerio de Salud Púbica (MINSAP) de Cuba.
El texto, que no hace referencia al dengue ni a la fiebre de Oropouche, presentes en todo el país y exportadas a Europa, también fue difundido también por el Centro Provincial de Higiene Epidemiología y Microbiología. Este último es el rector del proceso de inmunización, junto al Departamento de Control Sanitario Internacional en este territorio.
De acuerdo con el comunicado, serán vacunados los "viajeros internacionales que, por su exposición, tengan elevado riesgo de contraer la enfermedad". Sierra Maestra no precisó en qué consiste el "elevado riesgo" ni si estarán obligados a vacunarse.
Según el medio estatal, la nota de la Dirección Provincial de Salud remite al listado de la Organización Mundial de la Salud sobre los países con circulación del virus causante de la fiebre amarilla.
El texto recuerda que Cuba no presenta transmisión de esta arbovirosis desde 1904, por lo cual que no es una nación con riesgo de propagación de la enfermedad. A las personas que viajan desde la Isla no se les considera "viajeros procedentes de un país de riesgo de trasmisión de la fiebre amarilla", señala.
Estas aclaraciones contrastan con la decisión de la Dirección de Salud de Santiago de vacunar a los turistas, para la que no se ofrece explicación en los fragmentos del comunicado citados por Sierra Maestra.
"Hemos recibido y tenido contacto con los representantes de las aerolíneas WINGO y COPA, así como la referencia de comunicación con AVIANCA, y quedó bien claro que ningún viajero cubano que emplee esta ruta para llegar a Nicaragua tiene la obligación de presentar el certificado internacional de vacunación contra la fiebre amarilla", añade el texto del organismo, haciendo aún más contradictoria la decisión de vacunar a los turistas.
"Por lo tanto, mantenemos hasta este momento los mismos requisitos para la vacunación antiamarílica expuestos anteriormente", citó Sierra Maestra el documento.
La decisión de vacunar a turistas contra la fiebre amarilla transciende en medio de la detección en Europa de la fiebre del Oropouche en turistas que la adquirieron en Cuba, aunque el comunicado de la Dirección Provincial de Salud de Santiago no menciona esta enfermedad que también es transmitida por la picada de un insecto.
Solo en julio, fueron diagnosticadas con la enfermedad al menos diez personas de Alemania, Italia y España, que se contagiaron en la Isla. En España suman 12 los casos detectados y todos corresponden a personas que estuvieron en Cuba, de acuerdo con un reporte de la Consejería de Sanidad de Islas Canarias citado por Antena 3.
El Oropouche está presente en todas las provincias de Cuba, además del dengue, según han reconocido autoridades del MINSAP.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, entre enero y finales de julio de 2024 se han registrado 8.078 casos confirmados de Oropouche en la región, con dos defunciones. Los casos se distribuyen en cinco países: Bolivia (356 casos), Brasil (7.284 casos, incluyendo dos defunciones), Colombia (74 casos), Cuba (74 casos) y Perú (290 casos).
Los casos reportados por las instituciones cubanas están muy por debajo de los que denuncian los habitantes de la Isla a través de las redes sociales. Numerosas personas aseguran que los médicos no les hacen pruebas, sino que les diagnostican "un virus". A ello se suma una cantidad difícil de cuantificar que, temiendo ser internados en los hospitales cubanos, con condiciones precarias, prefieren automedicarse y pasar los síntomas en sus viviendas.
El Oropouche es transmitido a través de la picadura de un insecto comúnmente conocido como jején (Culicoides paraensis), aunque el mosquito Culex quinquefasciatus también puede inocular la enfermedad.
Los síntomas incluyen la aparición repentina de fiebre, dolor de cabeza, rigidez en las articulaciones, dolores y molestias y, en algunos casos, fotofobia, diplopía (visión doble), náuseas y vómitos persistentes.
Algunos de estos síntomas coinciden con los de la fiebre amarilla (fiebre, cefaleas, dolores musculares, náuseas, vómitos, cansancio). Esta enfermedad suele causar, además, ictericia. Una pequeña proporción de los pacientes puede agravarse y fallecer.
El turista que decida visitar un campo de concentracion totalitario debera entender que la aventura por la que pago miles de dolares viene acompanada de mosquitos cargados de epidemias, insalubridad, mendigos, jineteras y pingueros, estafas, asaltos, derrumbes de balcones, calles repletas de baches y basureros, aguas y comidas contaminadas, negligencias y claro, que le metan una vacuna cubana que no pidio, probablemente vencida o alterada.
Enjoy el socialismo...si logras escapar de sus bondandes!
Juro que no entendí nada. Generalmente se le exige a los turistas que ya vengan vacunados si proceden de un pais de riesgo para que no se conviertan ellos en portadores hacia el destino que estaría libre de la enfermedad. Inclusive la vacuna debe ser tomada con cierta antecedencia al viaje como garantía de que ya ha llegado inmune y por tanto no se convertirá en un portador. Entonces... ?cómo se entiende que será el pais destino, supuestamente libre de la enfermedad, quien vacunará a los turistas?
Por otro lado, ?aceptarán los turistas que los vacunen con un supuesto inmunizante desconocido en "la potencia médica cubana"?