El Gobierno cubano autorizó la importación de motores marítimos de mayor potencia para "incentivar la pesca comercial fuera de empresas estatales", informó hoy la agencia estatal Prensa Latina.
"A partir de solicitudes de habitantes de comunidades costeras cubanas, dedicadas tradicionalmente a la pesca, se decidió incrementar la potencia de los motores a importar por personas naturales hasta 60 caballos de fuerza", dijo Eduardo Rodríguez Dávila, ministro de Transporte, en su perfil de Facebook.
El funcionario detalló que esta medida fue aprobada "con el objetivo de garantizar la seguridad de la navegación, la vida humana en el mar y el mejoramiento de las embarcaciones que se utilizan en la actividad de pesca comercial no estatal, por personas naturales cubanas y extranjeras, residentes permanentes en el territorio nacional, y de acuerdo a las dimensiones y características técnicas -constructivas de la embarcación".
La medida está contemplada en la resolución de los ministerios de Transporte y de Finanzas y Precios, ya publicada en la edición extraordinaria número 41 de la Gaceta Oficial de la República, que dispuso su inmediata entrada en vigor.
Rodríguez Dávila puntualizó que "se mantiene la obligatoriedad de obtener el permiso a través de las Capitanías de Puerto donde se encuentre inscripta la embarcación", lo que establece parámetros de control asociados a la compra de dichos motores, toda vez que estos pudieran ser utilizados para salidas irregulares del país por vía marítima.
Anteriormente, la máxima potencia permitida en los motores importados por personas naturales era de 10 caballos de fuerza. Además, el Ministerio de Finanzas y Precios dispuso que los nuevos motores podrán entrar al país por diferentes vías, desde equipaje acompañado y no acompañado hasta envíos aéreos, marítimos, postales y de mensajería. Asimismo, la entidad fijó el impuesto aduanero para esta actividad, que oscila entre el cinco y el 30% del valor del producto.
El descalabro de la flota cubana de pesca, así como las constantes restricciones del Gobierno sobre esta actividad, han lastrado su desempeño y ahora, con la actividad pesquera en mínimos históricos, las autoridades buscan alternativas para reanimarla, en un contexto de máxima carestía.
En tal sentido, 12 embarcaciones de la flota estatal camaronera y para la captura de especies de escama, además de unos 200 pescadores privados que operan en la región suroriental de la Isla, recibieron recientemente artes de pesca e insumos esenciales para el oficio, como parte de un proyecto colaborativo desarrollado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La ayuda, parte del proyecto "Conpescas Guacanayabo", responde a la alianza entre la FAO y el Centro de Investigaciones Pesqueras del Ministerio de la Industria Alimentaria, con respaldo financiero de 1.300.000 dólares, provenientes del Fondo Mundial para el Medio Ambiente.
Además, como parte de las medidas de flexibilización en el sector, que no implican menos control y de ahí su lenta aplicación, desde el 7 de marzo los pescadores privados cubanos no necesitan tener un contrato con una entidad del Estado para comercializar sus productos.
Los cubanos apenas consumen 8,3 libras (3,8 kilogramos) de pescado al año, según el propio Ministerio de la Industria Alimentaria.
En diciembre de 2021, cuando la Ley de Pesca llevaba más de un año vigente (desde agosto de 2020), el Gobierno les quitó las esperanzas a los cubanos de comer más pescado y afirmó que la norma no se había aprobado con ese objetivo.
¿Acaso es para que se vayan para Miami sin dificultad? Antes no querían que nadie se fuera. Ahora quieren vaciar la isla y dejar a los señores feudales con sus vasallos. 1 millón de esclavos es suficiente para las plantaciones y los de buena presencia para los hoteles.