Ante el aumento sostenido de la ola migratoria cubana, el Gobierno de Islas Caimán, una isla que es utilizada como país de tránsito por los cubanos, anunció recientemente que a partir de agosto los cubanos necesitarán visas para entrar a su territorio. Esto, dijeron las autoridades en un comunicado, como resultado de "un esfuerzo por prevenir la migración irregular y evitar sanciones".
Según datos de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo de dicho país, y de Workforce Opportunities & Residency Cayman, solo uno de cada cuatro pasajeros de ida y vuelta que salieron de La Habana en Cayman Airways utilizó su boleto de regreso a Cuba. "De noviembre de 2021 a noviembre de 2023, solo 3.116 de los 12.381 viajeros de ida y vuelta de Cayman Airways desde La Habana viajaron de regreso a Cuba", detalló el comunicado y dijo que "muchos siguen el viaje hacia países sudamericanos o centroamericanos".
La nueva medida, que entrará en vigor el 5 de agosto, fue impulsada por el Ministerio de Control Fronterizo, Trabajo y Cultura, "en medio de la preocupación por los flujos migratorios regionales y un gran número de personas que intentan salir de Cuba, a unas 230 millas al noreste de las Islas Caimán", precisaron las autoridades locales y agregaron que, a partir de esa fecha, "los pasajeros enfrentarán un mayor escrutinio cuando salgan de Cuba hacia Caimán".
La migración irregular de cubanos plantea varios riesgos para las Islas Caimán, dijo el ministerio, incluyendo "riesgo de reputación, riesgos de sanciones, riesgo de cancelación de rutas para Cayman Airways, riesgo de restricciones de visa para los caimaneses y riesgo de mayores solicitudes de asilo por parte de ciudadanos cubanos en tránsito".
El ministerio reconoció que "los migrantes lo están arriesgando todo para escapar del desastre, la pobreza o el hambre", y que se deben tomar medidas para "desincentivar" a los pasajeros a explotar las Islas Caimán durante los intentos de migración irregular.
En tal sentido, el ministro de Control Fronterizo, Trabajo y Cultura, Dwayne Seymour, dijo: "Asegurar nuestras fronteras no se trata solo de líneas en un mapa; se trata de salvaguardar la integridad de nuestra nación y garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos. Al tomar medidas proactivas para gestionar la migración irregular, no solo mitigamos los riesgos, también defendemos los valores de orden y seguridad que nos definen como nación".
Esta medida llega después de que, en mayo, unos 20 cubanos se manifestaron ante las autoridades locales para exigirles mejores condiciones de detención para los migrantes irregulares de la Isla que llegan al país, tanto por vía aérea, como marítima, a partir del incremento del número de balseros.
Ante dicha reclamación el Gobierno de Islas Caimán aprobó un presupuesto de más de dos millones de dólares para construir, entre 2024 y 2025, un nuevo "centro de detención" que pueda albergar a más de 300 migrantes irregulares, la mayoría cubanos que llegan en embarcaciones precarias.
