Durante 2023 se radicaron 236 procesos penales por violencia machista en la provincia de Guantánamo, que dejaron igual número de víctimas, reportó el periódico oficial Venceremos.
Según las infografías incluidas por este medio local en un reportaje sobre el tema, la mayoría de las víctimas fueron mujeres (230), aunque también se vieron afectados 30 menores de edad y un adulto mayor. Las figuras delictivas que prevalecieron en la mayoría de los casos fueron las amenazas (160) y las lesiones (29).
Venceremos destacó como causas del fenómeno las "desavenencias personales en el seno doméstico" y el "deterioro de las relaciones matrimoniales".
Por municipios, la ciudad de Guantánamo acumuló la mayoría de casos (152). Le siguen San Antonio del Sur y Baracoa con 17 procesos cada uno, El Salvador (16), Yateras (14), Maisí (12), Niceto Pérez (seis), y Caimanera (dos).
El reportaje también expuso el testimonio de una víctima de violencia machista. Quien fue identificada como Mónica, explicó: "Éramos un matrimonio feliz con más de 20 años de casados, muy unidos y en excelente armonía. Él, buen padre y esposo. Compartíamos las labores del hogar, nos complementábamos. Habíamos formado un hogar seguro para nuestros hijos".
"Yo era muy delgada y, cuando empecé a aumentar de peso, observé sus primeros cambios", continuó Mónica. "Me percaté de que tenía trastornos de personalidad, pero como soy sicóloga pensé que lo podía 'manejar' y no tendría por qué escapárseme de las manos. Como en efecto, pasaron muchos años sin que sucediera nada. Un día tuve la posibilidad de salir a cumplir misión internacionalista en Angola. Como la familia unida que éramos, nos sentamos a analizar la propuesta. Quería la opinión de él y la de mis hijos. Aceptaron y, a partir de ahí, iniciaron los cambios más radicales en mi esposo."
"Empezó a escribirme unos correos rarísimos y cuando regresé en las primeras vacaciones noté que ya no era el mismo. Eran los primeros días de mi llegada y aún no me acostumbraba al cambio de horario. Pero él exigía que le cocinara, lo atendiera y estuviera solo para él, ahí empezaron las discusiones, y los empujones. Yo me fui para la casa de mi mamá esa noche, porque estaba muy agresivo. Esos comportamientos fueron muy frecuentes en el mes en que permanecí de vacaciones en Cuba, eran incontrolables y me disgustaron mucho. Antes de irme para Angola inicié los trámites de divorcio y supe que se puso aún más furioso con la noticia, empezó a acosarme llamándome a cualquier hora", dijo Mónica.
Cuando esta víctima regresó nuevamente a Cuba, su exesposo, quien aún vivía con ella, la atacó de forma brutal: "Me dijo que se marcharía, que le diera unos días. Lo que nunca imaginé era que estaba planificando algo monstruoso. Aprovechó un día que estuvimos solos, pasó pestillo a la puerta y me golpeó con un tubo tan fuerte que quedé inconsciente".
A partir de ahí, Mónica no tuvo el camino fácil para encontrar justicia: "Lo peor de todo ocurrió cuando lo acusé por tentativa de asesinato. Fui muy criticada por muchísimas personas, porque decían que cómo yo le iba a hacer eso al padre de mis hijos. No entendí nunca cómo era posible que me juzgasen sin tener en cuenta que la víctima era yo, que quien pudo haber muerto ese día era Mónica".
Venceremos subrayó que la historia de esta guantanamera "no es un caso aislado, esas vivencias se repiten en Cuba". El 75% de las víctimas de los 117 feminicidios reconocidos por el Gobierno cubano hasta octubre de 2023 —admitidos por la fiscal general de la República, Yamila Peña Ojeda, sin precisar periodos—, murieron a manos de sus parejas en su propias casas.
"Y eso es lo más doloroso, cuando una mujer muere por culpa de un maltratador, a veces por temor a denunciarlo o al qué dirán", concluyó Mónica, quien ahora brinda sus conocimientos y experiencias a otras víctimas desde una de las Casas de Orientación a las Mujeres y las Familias, en Guantánamo.
Según la doctora en Ciencias de la Educación Meglis Rivero Favier, presidenta de la Cátedra de la Mujer en la Universidad de Guantánamo (UG), "estos comportamientos son resultado de una sociedad patriarcal, hegemónica, y en la que se han naturalizado expresiones o conductas que afectan tanto a mujeres como hombres, y pueden venir de uno u otro sexo. Es, sobre todo, un hecho cultural que no solamente se expresa con golpes".
A finales de enero de 2024, los observatorios de género de Yo Sí Te Creo en Cuba (YSTCC) y la revista Alas Tensas (OGAT) elevaron a 89 los feminicidios ocurridos en Cuba en 2023, después de que determinaran incluir en el subregistro sobre violencia feminicida los feminicidios ginecobstétricos.