Familiares de Gisell Villafranco, la joven que se suicidó el 24 de enero pasado tirándose del octavo piso del Hospital Miguel Enríquez, en La Habana, aseguraron a Martí Noticias que hubo negligencia en la atención médica que recibió, y señalan al Gobierno cubano.
"Mi hija tenía esquizofrenia descontrolada y el medicamento que le estaban dando no era para esa enfermedad. Ese medicamento la mantenía sedaba, pero no salía de ahí", dijo a Martí Noticias José Francisco Santana Cruz, padrastro de la joven.
Santana Cruz declaró que la familia ha pensado en tomar acciones para denunciar la negligencia médica que, en su opinión, existió en el caso. "Quisiéramos ir al Consejo de Estado a dar la queja, pero le aseguro que eso va a ser en vano. Aquí no se resuelve nada", afirmó.
Por su parte, Lázaro Villafranco, padre de la joven fallecida, no culpa al personal médico del hospital, sino al sistema político y social que rige en la Isla.
"Aquí no hay una buena atención médica, aquí no hay medicamentos, aquí no hay higiene en los hospitales, el culpable de eso es el sistema, todo es el sistema. Porque si no hay atención médica, y el médico que te va a atender a ti no sabe cuando llegue a su casa si tiene que comer o no, ese médico no puede tener la cabeza en su lugar alta para poder darte una atención médica como es", dijo a Martí Noticias.
Villafranco denunció, además, el tiempo que demoró el personal de Medicina Legal en llegar al lugar para recoger el cadáver de su hija, que permaneció horas sobre la placa de un techo del centro de salud.
"Desde las seis de la tarde que sucedió el hecho, a las 11 y pico fue que se apareció Medicina Legal", aseguró a Martí Noticias un empleado del hospital que prefirió el anonimato.
En 2019, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) publicó un informe donde se señalaba el suicidio como una de las principales causas de muerte entre jóvenes en América Latina y apuntó que Cuba era uno de los países más afectados.
En este informe se habló del trabajo del Programa de Prevención de la Conducta Suicida en Cuba y que, según las tasas de suicidio que registraron para todas las edades, hay cuatro provincias de muy alto riesgo: Las Tunas, Holguín, Villa Clara y Sancti Spíritus.
Según el Anuario Estadístico de Salud de 2022, los suicidios, que el oficialismo insiste en llamar lesiones autoinflingidas, disminuyeron en Cuba en 2022, con un 12,9 por cada 100.000 habitantes, en relación con el 2021, año en el que ocurrieron 16 hechos de este tipo por cada 100.000 habitantes.
Son constantes las denuncias en redes sociales por falta de medicamentos e insumos en los hospitales, así como por falta de personal médico o deficiencias en la atención. En julio de 2023 trascendió una encuesta del proyecto Cubadata con cifras alarmantes sobre la crisis sanitaria en la Isla. El 57,6% de los cubanos consultados enfrentaba serios obstáculos para obtener atención médica, y más de un 80% tenía dificultades para hallar medicamentos. Es evidente, el sistema de salud cubano, uno de los baluartes del castrismo, se resquebraja a paso acelerado.
Mucha especulación con este suicido y habladurías al peso de la lengua por parte del padrastro de la víctima, que por lo que veo se cree psiquiatra.
A pesar de los avances médicos conseguidos hoy en día en la prevención del suicidio, cada 40 segundos alguien se suicida en todo el planeta y más del 90% de esos suicidios están asociados a trastornos depresivos y esquizofrénicos.
Así que cuando a una persona le falta una tuerca, no importa lo muy bien atendida que pueda estar, la mente siempre es traicionera y en cualquier momento lo puede obligar a realizar un disparate que ponga en peligro su vida o de al traste con ella.
Que descanse en paz la joven Gisell.
Tratamiento estándar: "paracetamol y mucha agua".
Se puede sustituir el paracetamol por cualquier cosa que se tenga a mano.
El agua mejor no preguntar.
Por otra parte, en cuanto a la tardanza de los funcionarios de medicina legal, sin problemas: "el paciente no se va a mover ni quejar".
Pero esos no son médicos, creo estar seguro que ni siquiera muchos de esos jamás han leído libros de medicina.
Y el régimen se jacta de exportar 200 matasanos a Honduras.