El panorama de las farmacias en Cuba es crítico, ya que la mayoría están deterioradas, algunas prácticamente en situación de derrumbe. Ante esta problemática, las autoridades de Salud Pública en La Habana parecen haber tomado una medida drástica: ceder parte de los espacios a micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) que venden alimentos y otros productos. A cambio, algunas farmacias han recibido reparaciones.
Norma tiene 65 años y reside en el municipio de Playa. Hace unos días fue a comprar sus medicinas a la farmacia, pero estaba cerrada debido a reparaciones. Tanto ella como los otros afectados recibieron la noticia de que sus medicamentos habían sido transferidos a otro establecimiento que se encuentra a un kilómetro de distancia.
Aurora, de 60 años y residente en el municipio Plaza, relató que caminaba por la Avenida de 26 cuando se percató de que la mitad de la farmacia en la que suele comprar sus medicinas había sido ocupada por una MIPYME de alimentos. Ella estaba en busca de un antibiótico para su nieto.
"Decidí preguntarle a una empleada de la farmacia sobre lo que estaba sucediendo, pero no supo darme una respuesta clara", dijo Aurora.
En declaraciones por el medio estatal Cubadebate, José Ángel Portal Miranda, ministro de Salud Pública, calificó el año 2023 como complejo y desafiante, marcado por falta de financiamientos, que el Gobierno achaca invariablemente al embargo estadounidense.
Según Portal Miranda, el embargo impide al Gobierno adquirir medicamentos, equipos e insumos imprescindibles y provocó un impacto negativo en el sector. Por su parte, el primer ministro, Manuel Marrero, dijo que si hay un sector que ha tenido que enfrentar de manera más dura el impacto del embargo ha sido el de la Salud.
"La carencia de ingresos en divisas nos impide avanzar en la búsqueda de soluciones para las problemáticas más complejas que enfrentamos como país, asociadas a la producción de alimentos, la crisis energética y la adquisición de recursos que garanticen las demandas de salud de nuestra población", dijo Marrero.
Los medicamentos e insumos médicos, al igual que los alimentos, están incluidos en las excenciones al embargo aprobadas por el Congreso estadounidense en el año 2000. El Gobierno cubano suele importar regularmente alimentos —principalmente pollo— desde Estados Unidos, actualmente uno de los principales mercados para las importaciones de la Isla.
"El embargo estadounidense a Cuba permite las exportaciones de productos médicos estadounidenses, así como de otros artículos de apoyo a la ciudadanía cubana. La licencia del Departamento de Comercio es fácil de obtener. Las informaciones pertinentes son información pública", dijo la Embajada de Estados Unidos en La Habana en julio pasado.
Añadió que desde principios de 2023 hasta esa fecha, Washington "aprobó casi 900 millones de dólares en exportaciones médicas a Cuba". En 2022 habían sido "800 millones de dólares, doblando la cifra de 2021".
Por otra parte, el Gobierno cubano ha reconocido que durante la pandemia de Covid-19, mientras los hospitales colapsaban y el déficit de medicamentos se agudizaba, decidió priorizar la producción de cinco vacunas, ninguna de las cuales ha recibido aval de la Organización Mundial de la Salud. Asimismo, ni durante ni después de la pandemia ha parado la construcción de hoteles en Cuba, pese a que la llegada de turistas ha caído en picada.
Un reportero de DIARIO DE CUBA visitó farmacias del municipio Playa en calidad de cliente. De las recorridas, tres estaban en reparación y el espacio estaba siendo dividido. Otra ya había cedido parte de sus metros cuadrados a una MIPYME.
Consultadas las empleadas a qué se debía el cambio, la mayoría no dio respuesta, mientras una, trabajadora de una de las farmacias en reparación, dijo que era la única manera de frenar el deterioro del local.
La empleada afirmó que estos tratos son vistos como una solución rápida y económica para las autoridades. El Ministerio de Salud Pública no ha difundido información al respecto.
La situación de las farmacias estatales en general es preocupante, no solo porque hay muchas destruidas, sino que todas están desabastecidas. En julio de 2023 el grupo empresarial estatal BioFarmaCuba reconoció que había 251 medicamentos en falta, tanto fabricados nacionalmente como los importados, lo que representaba el 40% del cuadro básico.
El contraste que produce la ubicación de MIPYMES en espacios antes pertenecientes a farmacias es desconcertante para muchos cubanos: tiendas llenas de alimentos carísimos vs. anaqueles vacíos que deberían contener medicamentos para el pueblo.
Bienvenidos a la miseria y más ninguna.
Cuba avanza... hacia el abismo.