Jackeline de la Caridad Rodríguez, de 33 años, debe ser una de las pocas mujeres en Cuba que tenga la friolera de ocho hijos en un país donde las mujeres retrasan cada vez más ser madres.
Esta madre cubana, al no tener vivienda propia, ocupó hace nueve años una casa abandonada y en malas condiciones constructivas en la localidad de San Antonio de la Vega, un poblado que pertenece al municipio mayabequense de San José de Las Lajas.
Desesperada por su situación de vivienda y los problemas de salud de sus hijos, De la Caridad Rodríguez decidió acudir este 24 de noviembre junto a un grupo de madres a reclamar atención frente al Ministerio de Salud Pública (MINSAP), ya que las autoridades no le han otorgado ningún subsidio para poder tener una vivienda digna.
"La casa donde vivo está en muy malas condiciones, se moja por todos lados y esa humedad constante le provoca a mis hijos problemas respiratorios. Durante años he acudido a diferentes instancias gubernamentales para que me ayuden o me den un subsidio para reparar mi casa, pero nunca me han dado ninguna ayuda", relata esta madre a DIARIO DE CUBA.
"Mis hijos tienen muchas ausencias a la escuela porque o amanecen enfermos o no tengo cómo alimentarlos. Ellos duermen todos en una cama que muchas veces se moja cuando llueve. Mis dos niñas más pequeñas hacen muchas neumonías repetidas y en el país no hay medicamentos o no tengo cómo pagarlos a los precios tan elevados por la calle", lamenta esta madre.
"Mi hija de dos años hizo una parálisis en el parto y tiene problemas de movimiento en sus brazos; mi hijo mayor de 16 años tiene problemas de conducta debido a la difícil niñez que ha padecido por las carencias.
Sobre la situación de su hijo mayor especificó que "en ocasiones me ha dicho que no tiene ganas de vivir. Estuvo en una escuela especial que abandonó y las autoridades me sancionaron a mí a un año de reclusión domiciliar por el delito de Actos contra el normal desarrollo del menor".
Represalias del régimen por pedir ayuda
En esa precaria situación, De La Caridad Rodríguez decide reclamar frente al Ministerio de Salud Pública, pero la respuesta del régimen llegaría apenas dos semanas después: "El día 6 de diciembre se presentaron en mi casa funcionarios del Ministerio del Interior y el jefe de sector de la Policía a decirme que eso que había hecho de manifestarme con mis hijos frente al MINSAP no se podía hacer, que recordara que tenía una sanción. Me amenazaron por haber hecho eso. Yo les dije que mientras los problemas de mis hijos no se resolvieran, seguiría reclamando y quejándome", advirtió esta madre.
"Estos funcionarios llegaron a decirme que no podía salir de San José de las Lajas y que si así quería hacerlo, debía pedir permiso. Yo les dije que no haría eso si tenía una urgencia médica y debía llevar a una de mis hijos a un hospital en La Habana", sentenció De la Caridad Rodríguez.
Según la denuncia de varias madres que protestaron ese día, el Ministerio de Salud Pública ha incumplido hasta el momento las promesas de atender la atención médica especializada que necesitan sus hijos.
La activista Diasniurka Salcedo, quien hizo visible la protesta en sus redes sociales, intentaron llevarla a juicio pocos días después para quitarle la custodia de sus cinco hijos adoptados, pero el apoyo de sus vecinos hizo que el régimen reculara. Ese día se manifestaron un total de ocho madres, entre ellas cuatro de Pinar del Río, dos de Granma, una de Mayabeque y una de La Habana.
"Hice lo que hice porque también quiero la libertad de mi país y que mis hijos puedan tener una mejor vida y ser verdaderamente felices", concluyó la madre cubana Jackeline de la Caridad Rodríguez.
