Los casos de menores necesitados de atención médica especializada y que no tienen posibilidad de tratamiento en Cuba se han acumulado en los últimos años, debido a la grave escasez de recursos médicos que padece el país.
Uno de los últimos casos conocidos involucra al matrimonio de opositores cubanos Suarmi Hernández Vilar y José Antonio Pompa López, que tuvieron su primer hijo este 30 de octubre en el Hospital Materno Ramón González Coro, en La Habana.
El pequeño Moisés Pompa Hernández nació con una enfermedad muy poco común llamada síndrome de Pierre Robin. Este padecimiento consiste en que el bebé nace con la mandíbula más pequeña de lo normal y la lengua replegada en la garganta, discapacidad que le dificulta comer y masticar de manera normal.
"La especialista en Maxilofacial del Hospital Pediátrico William Soler me dijo que aquí en Cuba no hay recursos para operar y atender la discapacidad de mi hijo. Él estuvo 15 días en terapia intensiva y, pasados esos días, así de manera repentina me dieron el alta y me mandaron para la casa con el bebé, a que resolviera por mi cuenta", relata a DIARIO DE CUBA Suarmi Hernández Vilar, madre del pequeño.
"En Cuba no hay prótesis ni nada para poder atender la fisura labial de mi hijo y él no puede tomar leche de manera normal. Desde que nació, además, nunca ha recibido la leche que le corresponde por su edad. Nosotros hemos resuelto ese vital alimento gracias a la ayuda de hermanos en el exilio", añade esta madre, que es opositora al régimen.
"Cuando nos dijeron del problema de salud mi hijo, pedimos su historia clínica en el hospital con la intención de buscar ayuda, pero el expediente —increíblemente— ya no estaba. La desaparición del expediente médico de mi hijo solo puede ser obra de la Seguridad del Estado, porque no creemos que nadie más pueda llevarse ese expediente de un hospital sin explicación alguna. La intención es que no tengamos cómo probar la enfermedad de nuestro hijo'', refiere Pompa López, opositor y padre del pequeño.
En la actualidad, Pompa López milita en el movimiento Escudo Cubano y en dos ocasiones ha cumplido prisión por los delitos de desorden público y desacato. Con anterioridad militó en el Frente de Acción Cívica Orlando Zapata Tamayo (FACOZT).
''Para nosotros todo es más difícil por ser opositores. No podemos trabajar en casi ningún lugar porque nos dicen claramente que no 'somos confiables' y a nuestro hijo hasta el momento no solo no nos han dado leche, sino que apenas tiene atención médica, porque cuando hemos ido al Hospital Pediátrico William Soler casualmente la especialista en Maxilofacial no ha estado'', refiere Hernández Vilar.
Al momento de escribir estas líneas, los padres aseguran que el bebé no tiene ninguna atención médica.
Ellos piden visibilizar al máximo la situación de salud de su hijo con el objetivo de pedir una visa humanitaria y atender a su hijo fuera de Cuba.
El caso del pequeño Moisés Pompa no es el único. A finales de noviembre, cerca de una decena de madres protestaron frente a la sede del Ministerio de Salud Pública para exigir atención médica hacia sus hijos, que en su mayoría padecen de enfermedades poco comunes.
El aumento de enfermedades raras en edad infantil fue reconocido en marzo de este año en un taller provincial del Ministerio de Salud Pública realizado en Guantánamo. Tan solo en esa provincia, hay 19 niños aquejados por carencia de biotinidasa y 11 por déficit de fenilcetonuria.
Las autoridades sanitarias cubanas, aparte de la crónica escasez de recursos, tampoco poseen una estrategia clara para estudiar las posibles causas del aumento de estas enfermedades en los últimos años.
A ello se suma que, si el pequeño es padre de cubanos abiertamente críticos con el régimen,todo parece indicar que el sistema de salud se desentiende del problema.
