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Sociedad

Maltrato intrafamiliar a los ancianos: un problema que requiere visibilidad en Cuba

El Observatorio de Envejecimiento Cuido60 demanda información, mecanismos para detectar los abusos y procedimientos claros para denunciar.

Madrid
Dos adultos mayores en una calle de La Habana.
Dos adultos mayores en una calle de La Habana. Diario de Cuba

El maltrato intrafamiliar a personas de la tercera edad en Cuba es una realidad en medio del proceso de envejecimiento demográfico, de la crisis sistémica de la sociedad y de un éxodo migratorio creciente. La invisibilidad del problema provoca que el abuso se reproduzca y aumenten los casos, sin que exista una debida protección y reparación de las víctimas.

Un informe del Observatorio de Envejecimiento, Cuidados y Derechos Cuido60 pone el foco en cómo la situación en el ámbito doméstico se convierte en problema de interés público, a falta de información, mecanismos para detectar los abusos hacia los ancianos y procedimientos claros para denunciar y dar seguimiento adecuado.

La última Encuesta Nacional de Envejecimiento Poblacional (ENEP) realizada por el Gobierno, cuyos resultados fueron publicados en 2019, reveló que la incidencia de los malos tratos es mayor que la reportada por la Organización Mundial de la Salud (entre un 1% y un 10% en algunos países).

Según la ENEP, un 11% de personas mayores encuestadas reportaba haber experimentado al menos una situación de maltrato al interior del hogar por parte de sus convivientes o responsables de su cuidado. Cuido60 alerta que se maltrata a los ancianos al no considerarlos en las decisiones familiares y cuando no se les proporcionan las ayudas técnicas que requieren para su vida cotidiana.

El informe del observatorio independiente cita estudios de caso realizados en Cuba, que concluyen que la problemática del maltrato hacia las personas mayores es un fenómeno oculto en la sociedad, lo que se denomina maltrato invisible. Contrario a lo que revela la encuesta oficial, estos estudios afirman que la mayor parte del abuso hacia personas mayores ocurre en el interior de la familia y no en instituciones de cuidado públicas.

Otros estudios de caso proveen evidencia de que son las mujeres quienes más sufren de este tipo de situaciones de maltrato en el entorno familiar. Las modalidades de maltrato que más se detectan son las de tipo psicológico y financiero. En todas las modalidades del maltrato ocurrido en el ámbito doméstico fueron los familiares los mayores victimarios, especialmente los hijos.

Las amenazas de recluir a los familiares mayores en un asilo o un hospital, consideradas actos de maltrato psicológico, puesto que son producidos en su mayoría por la persona cuidadora, son frecuentes en el ámbito familiar. Existen otras formas de violencia, como el abandono y la negligencia, ya sea por falta de protección y cuidados físicos de los miembros de la familia, falta de respuestas a las necesidades de contacto afectivo y estimulación cognitiva, falta de atención, así como descuido en la alimentación y el vestuario necesario. Son frecuentes también las situaciones de maltrato financiero

Sin embargo, son pocas las personas mayores que identifican cuando existe daño, sustracción, venta o destrucción de objetos de su pertenencia, tanto de uso personal como objetos que han estado por generaciones dentro del hogar y que les pertenecen. La mayoría, cuando se habla de maltrato financiero, solo piensa en dinero, negocios o algún equivalente a lucro.

Para Cuido60, es muy preocupante el bajo nivel de conocimiento por parte de las personas mayores de los actos que constituyen formas de maltrato. 

"La imposibilidad de adoptar decisiones dentro del hogar y los largos períodos de silencio a que pueden ser sometidos por la propia familia que convive con ellos, no son identificados como manifestaciones de la violencia psicológica. Este tipo de actos tienden a ser justificados por autopercepciones negativas de la vejez y la naturalización de esta etapa de la vida como una carga para la familia", alerta el observatorio.

Caso mediático, la punta del iceberg

A falta de canales oficiales para realizar denuncias y la creciente desconfianza en los mismos, el espacio digital vuelve a tomar protagonismo. Recientemente, DIARIO DE CUBA publicó sobre la situación de Francisco José Castillo Chávez, de casi 90 años y veterinario jubilado, reportada por la actriz Lynn Cruz y el cineasta Miguel Coyula. Según el análisis de Cuido60, en este caso confluyen, a juzgar por la descripción de los hechos, varios tipos de vulneraciones a los derechos de la persona mayor ocurridos en el entorno familiar y ejecutados por familiares directos y convivientes.

Teniendo en cuenta los antecedentes, es un caso que debería ser investigado, determinando las responsabilidades familiares e institucionales en el agravamiento acelerado de las condiciones de salud que finalmente le condujeron a la muerte de Castillo Chávez, considera Cuido60.

Tras indagar en los procedimientos, el observatorio determinó la notoria falta de claridad. Salvo acudir a los llamados "factores de la comunidad" para realizar la denuncia, es poco lo que la ciudadanía conoce sobre cómo operar en estos casos.

El nuevo Código de Familias establece en su Artículo 14 que todos los asuntos en materia de discriminación y violencia en el ámbito familiar son de tutela urgente y que quien se considere víctima tiene derecho a denunciar y a solicitar protección inmediata de las autoridades correspondientes. De igual forma, cualquier persona que tenga conocimiento de un hecho de esta índole debe denunciarlo ante dichas autoridades. El código también se refiere en su Artículo 47 al deber de facilitar la comunicación entre parientes.

Por su parte, el Artículo 356 establece que la finalidad del acogimiento familiar de personas adultas mayores o en situación de discapacidad es mantenerlas en su medio social habitual o incorporarlas a uno familiar, facilitar su integración e inclusión, respetar su derecho a vivir en familia y evitar su internamiento cuando este no sea adecuado o deseado.

El Artículo 430 determina con claridad los deberes de las familias para con las personas adultas mayores: las hijas o hijos y demás familiares tienen el deber de contribuir a la satisfacción de las necesidades afectivas y de cuidado, y al sostenimiento de las personas adultas mayores, aunque no residan juntas, así como a preservar sus bienes. 

En el caso que la persona adulta mayor se encuentre internada en un centro de asistencia social, es deber de sus familiares: a) mantener el vínculo de aquella con el hogar familiar; b) mantener el contacto permanente con la institución; c) acudir cada vez que se le convoque; d) acompañarle en los ingresos hospitalarios siempre que no existan circunstancias que se lo impidan; y e) cualquier otra acción que redunde en su bienestar general.

Cuido60 concluye que en el caso de Castillo Chávez se han producido una serie de violaciones a los derechos de la persona mayor establecidos y a las obligaciones conferidas a los familiares y convivientes

En el Código de las Familias, la acción de protección del Estado se deposita en los sistemas Nacional de Salud y de Seguridad y Asistencia Social, así como en las instituciones y organizaciones de masas y sociales en la comunidad. 

Sin embargo, no se determina con precisión cuál es el procedimiento a seguir en caso de realizar una denuncia o en qué instancia formal presentarla. Los llamados "factores de la comunidad" en Cuba no se encuentran debidamente capacitados para realizar este tipo de labores, ni la ciudadanía tiene la confianza para denunciar situaciones tan delicadas como aquellas referidas al maltrato o la violencia intrafamiliar.

Para Cuido60, el Estado cubano debe clarificar de manera urgente las condiciones de implementación del nuevo Código de las Familias y facilitar los medios para que la norma se ejecute.

El Gobierno debe crear y fortalecer servicios de apoyo para atender los casos de violación de los derechos humanos de las personas mayores y fomentar el acceso a dichos servicios, como sugiere la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores.
 
"Esto implica empoderar a la población mayor y sensibilizar a la sociedad civil sobre las diferentes formas de maltrato. La capacitación de la comunidad, de los funcionarios públicos y de los profesionales de la salud desempeña un papel estratégico en la prevención del maltrato hacia los adultos mayores", advierte el observatorio.

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1 comentario

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Muy noble el trabajo de Cuido60. Toda persona, desde un parvulito a un anciano, merece respeto y cuidado, en primer lugar, por parte de la familia. Y en segundo lugar por parte del ESTADO. Pienso que el primer párrafo del artículo debió incluir al menos una referencia a la enorme crisis alimentaria y de todo tipo que hay en Cuba, solo se dice escuetamente "crisis sistémica de la sociedad", lo cual es ambiguo. Es fácil enfilarles los cañones a las familias, en definitivas nadie caerá preso por hacerlo. De igual manera debieran ser enfilados hacia el Estado cubano, que ha sido incapaz de facilitarles a los ancianos, comida, medicinas, viviendas, u hogares de ancianos dignos, o sea, lo que se jactan en proclamar como "una vejez segura". La crisis que hay en Cuba de alimentos y viviendas --por citar dos nada más-- es caldo de cultivo para que las relaciones familiares sean difíciles, cuando no un infierno.