El II Encuentro de Patrimonio Cultural Cafetalero comenzó en La Habana este 28 de septiembre, informó la emisora estatal Habana Radio, mientras los cubanos esperan por la llegada de café importado para tomarlo durante algunos días en octubre. En septiembre, en muchos lugares de la Isla el Gobierno no distribuyó el de la canasta básica.
El evento, que finaliza este viernes, es organizado por la Dirección de Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador de La Habana y se desarrolla en distintos espacios del Centro Histórico de La Habana Vieja.
El programa incluye ponencias, conferencias y otras actividades "vinculadas a los 275 años de historia, cultura, tradición del café en Cuba".
El ciclo de conferencias, que se presenta bajo el título "El Café: cultivo, consumo y aportes culturales", se desarrolla durante ambas jornadas.
Una de las actividades previstas para este viernes es la Expo y degustación "Saboreando el arte del café", que tendrá lugar a las 3:00PM en el Museo de la Ciudad. Quienes puedan asistir, quizás consigan tomarse una taza de café.
Pese a ser una tradición, el consumo de esta bebida se ha convertido en un lujo para los cubanos. Incluso la ínfima cantidad que reciben mediante la distribución normada peligra, pues la desaparición de la libreta de racionamiento parece cada vez más inminente.
Un día antes del inicio del mencionado encuentro en La Habana, el ministro de Economía y Planificación de Cuba, Alejandro Gil, dijo que el precio del café en el mercado internacional supera los 2.000 dólares la tonelada y que no hay divisa para importar.
De acuerdo al ministro, los cubanos deben depender de lo que produce el país. Sin embargo, tuvo que admitir que Cuba, otrora entre los principales productores de café a nivel mundial, ahora tiene que importarlo.
"No estamos en tiempo de producción nacional de café y el importado debe llegar en el mes de octubre, cuando se distribuirá. El café en el mercado internacional está por encima de los 2.000 dólares la tonelada. Tenemos que depender de lo que seamos capaces de producir. No podemos asumir el compromiso de importar todo lo que necesitamos, sino distribuir de manera equitativa lo que podamos producir", dijo el ministro Gil en el programa de la televisión estatal Mesa Redonda.
"No podemos asumir el compromiso permanentemente de distribuir por la canasta básica lo que importamos (...) No tenemos toda la divisa ni la capacidad para importar, con los precios de hoy, todo lo que se da por la canasta básica", agregó.
Para los cubanos sin familiares en el exterior que puedan enviarles remesas o comprarles paquetes de comida —que son la mayoría de los residentes en la Isla— el anuncio de que en octubre se distribuirá café importado por la libreta es una buena noticia. En muchos lugares no se ha vendido el café racionado durante varios meses.
El 20 de septiembre, el Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) informó en su sitio web sobre la continuidad del atraso en la entrega del café, junto a otros productos, en Santiago de Cuba. La entidad añadió que no había pronósticos sobre su distribución.
El MINCIN dio esa información el mismo día que el régimen inauguró la XIII edición del Festival Internacional Varadero Gourmet en el Centro de Convenciones Plaza América.
En agosto de 2022, cuando los cubanos ya enfrentaban la escasez crónica del café, el régimen anunció cinco variedades de este producto, de producción nacional, pero para exportar.
El típico café cubano hace años que no es más que chícharo requemado.
Aunque, a estas alturas, dudo que quede chícharo en la paja del paquete.
Festival del café sin café. Cuba, la isla del realismo mágico, por algo García Márquez no salía de ahí.
¡¿Qué café ni qué nada?! La única industria de Cuba es la esclavitud. Esta industria es creación de la Mafia.
Aeh aeh Ahí viene Díaz Canel dando gofio pa' la sed.... esta es la nueva canción que ha sustituido a la de Mamá Inés, la cual ya no vive en Cuba sino que obtuvo la ciudadanía española, porque su padrastro era español y por la ley de la memoria histórica lo logró Y reside en Extremadura en una finca heredada de su familia. El café que toma ahora es importado.
Son unos degenerados, burlándose del pueblo. Ya ni cantar Ay
mamá Inés se podrá, si dentro de poco ya ningún cubano sabrá a qué sabe el café.