Bruno Rodríguez ha hecho carrera mintiendo hasta el punto de que hasta los aliados de La Habana se lo echan en cara. Esta vez, el Consejo Económico Cuba-EEUU, que aboga por el incremento del intercambio comercial entre ambos países pese al embargo, calificó de "inexacta" una declaración del canciller cubano.
De acuerdo con la organización sin fines de lucro, creada en 1994 para asesorar a la comunidad empresarial que desea invertir en la Isla, el funcionario cubano tuiteó el 29 de junio pasado que "las exportaciones de productos agrícolas y alimenticios de los Estados Unidos a la República de Cuba utilizando las disposiciones de la Ley de Sanciones Comerciales y Mejora de las Exportaciones (TSREEA, por sus siglas en inglés) de 2000 requieren el uso de buques registrados en los Estados Unidos".
Pero, de acuerdo con el Consejo, eso es falso. Según la corrección a Rodríguez, publicada en el sitio web de la organización, la TSREEA volvió a autorizar la exportación comercial directa, con pagos en efectivo, "de productos alimenticios (incluidos productos alimenticios de marca) y productos agrícolas de los Estados Unidos a la República de Cuba, independientemente de su propósito". La Habana recurre sin interrupción a ese mecanismo desde diciembre de 2001.
Asimismo, "la Ley de Democracia Cubana (CDA) de 1992 volvió a autorizar la exportación comercial directa (en efectivo y con condiciones de pago) de equipos médicos, instrumentos médicos, suministros médicos, medicamentos y productos farmacéuticos".
Pese a ello, Rodríguez aseguró en su tuit, que fue replicado por varios medios oficiales de la Isla, que "el carácter marcadamente discriminatorio para la autorización de la venta de algunos productos agrícolas constituye una excepción muy singular, rigurosamente limitada, que no puede llamarse comercio".
El canciller cubano se quejó de que Washington impone otras condiciones, "en violación de las reglas del comercio internacional y la libertad de navegación", como por ejemplo, "la obligación de transportar cualquier carga en barcos estadounidenses, que regresan vacíos".
Ante ello, la Oficina de Industria y Seguridad (BIS) del Departamento de Comercio de los Estados Unidos ofreció el martes una aclaración en la que recuerda: "Las regulaciones del BIS no requieren que el buque esté registrado en los Estados Unidos (propiedad). El buque queda sujeto a las Regulaciones de Administración de Exportaciones (EAR) cuando ingresa a los Estados Unidos, independientemente de si es de bandera estadounidense o extranjera".
"Además, lo más probable es que los buques de carga califiquen para la excepción de licencia AVS, por lo que no se requiere una licencia en la mayoría de las situaciones. En cuanto a las importaciones cubanas y la regla de los 180 días, esas regulaciones caen bajo la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, por lo que le recomendamos que se comunique con la OFAC para preguntas sobre las importaciones cubanas y los buques que regresan a los Estados Unidos desde Cuba", finaliza.
La entidad federal estadounidense aporta en su respuesta un vínculo a la página oficial donde se relacionan las normativas que rigen la excepción a las licencias de transporte de mercancías de EEUU.
El Consejo Económico Cuba-EEUU recuerda que la denominada "regla de los 180 días" es una restricción legal que prohíbe a cualquier buque que ingrese a un puerto de Cuba para participar en el comercio de bienes o prestación de servicios ingresar a cualquier puerto de los Estados Unidos con el propósito de cargar o descargar carga durante 180 días después de salir de Cuba, a menos que lo autorice la OFAC.
"Esta restricción se aplica incluso si un buque se ha detenido en Cuba únicamente para comprar servicios no relacionados con el comercio de bienes, como el mantenimiento planificado del buque", señala el Consejo.
"La regla de los 180 días es independiente de una segunda restricción legal, la regla de bienes / pasajeros a bordo, que prohíbe que cualquier buque que transporte bienes o pasajeros hacia o desde Cuba o que transporte bienes en los que Cuba o un nacional cubano tenga interés ingrese a un puerto de los Estados Unidos con dichos bienes o pasajeros a bordo, a menos que esté autorizado o exento", agrega.
Pero, como en las precisiones anteriores, también hay excepciones a estas reglas, como las denominadas "transacciones exentas", o en casos específicos como cuando se trata de "un buque extranjero que haya ingresado a un puerto o lugar en Cuba mientras transportaba estudiantes, profesores y personal autorizado a viajar a Cuba"; o en el caso de "un buque utilizado únicamente para viajes personales (y no transporta pasajeros), de conformidad con una licencia u otra autorización emitida por el Departamento de Comercio para la exportación o reexportación del buque a Cuba".
Las mentiras de Bruno Rodríguez son abundantes y flagrantes. Van desde negar que en Venezuela hay militares cubanos, que como ha sido ampliamente documentado, participan en acciones de represión contra opositores, hasta responder que en la Isla hubo apagones eléctricos cuando una periodista lo interrogó por el masivo corte de internet posterior al estallido social del 11J, en 2021.
Pero las más recientes falsedades que ha repetido derivan de su intento de hacer control de daños después que el propio Consejo Económico y Comercial Cuba-EEUU publicara un informe con las millonarias compras de La Habana en EEUU pese al cacareado "bloqueo" que el régimen de la Isla denuncia. Esa compras ascienden, desde diciembre de 2001, a más de 7.000 millones de dólares.
En respuesta, Rodríguez hizo varias publicaciones tratando de desmentir las compras de La Habana en EEUU de alimentos y productos sanitarios, así como las millonarias cifras de donaciones en poco más de 20 años.
Incluso Miguel Díaz-Canel el pasado 11 de julio replicó un tuit del vicecanciller Carlos Fernández de Cossío, quien aseguró: "No, no es verdad que el bloqueo económico se haya eliminado o aliviado para los medicamentos. La exportación de estos a Cuba sigue prohibida".
Este funcionario agregó que "lo exportado consiste básicamente en ayuda solidaria gestionada, bajo grandes obstáculos, por amigos y personas con sentimientos de justicia, que enfrentan la hostilidad y el escarnio de grupos extremistas de la mafia anticubana que gozan de acceso y favores en Washington. Hacerlo requiere permisos políticamente condicionados y difíciles de obtener".
Pese a todo lo anterior, las cifras públicas del Gobierno de EEUU, que ni Rodríguez de Fernández de Cossío ni Díaz-Canel se han ocupado de desmentir, indican que las exportaciones de productos para la salud del país del norte a Cuba han sido ininterrumpidas desde 2003.
Incluso la Embajada de los Estados Unidos en Cuba advirtió que el embargo de Washington contra La Habana no es la razón por la que los cubanos no tienen medicamentos, como asegurara Rodríguez.
"El embargo estadounidense a Cuba permite las exportaciones de productos médicos estadounidenses, así como de otros artículos de apoyo a la ciudadanía cubana. La licencia del Departamento de Comercio es fácil de obtener. Las informaciones pertinentes son información pública", indicó la sede diplomática el 8 de julio pasado.
Asimismo, hasta Eulogio Pimentel Vázquez, vicepresidente de la estatal BioCubaFarma, aceptó que sí existe la posibilidad para las autoridades cubanas de adquirir medicamentos en ese país y reconoció que ha habido donaciones de medicamentos a Cuba de EEUU, aunque no dijo qué cantidad ni en qué fueron utilizadas.
Tampoco especificó, como Fernández de Cossío, que estas se produjeran gracias a gestiones de "amigos y personas con sentimientos de justicia".
En cambio, Pimentel reconoció en su argumentación que La Habana no tiene dinero para pagar por los medicamentos en EEUU: "No entiendo por qué la información no se da del todo. Incluso en el supuesto caso de que nos permitieran importar medicamentos desde EEUU, ¿por qué nos bloquean la capacidad de conseguir las finanzas para poder comprar esos medicamentos? ¿Por qué no nos facilitan créditos para poder comprar esos medicamentos? Incluso, no los medicamentos: necesitamos solo las materias primas para poder fabricarlos".
"Bienvenidas las donaciones, pero lamentablemente satisfacen a una cantidad muy pequeña de la población", subrayó.
Los funcionarios del régimen usan como excusa para la crítica situación que vive el país al embargo de EEUU. Ese argumento está siempre por encima de su propia ineficiencia en el orden jerárquico de su argumentación.
No es una discrepancia. Es que cada uno le habla a publicos diferentes.
Cuba es un estado fallido, con militares de alto rango robándole el capital duro de remesas en transferencias .Ya como se robaron el poco dólar y euro de las arcas nacionales, crearon el " corralito bancarizacion" ,pues ni pagar impresión de más moneda devaluada pueden.Hasta que no nos apoderemos de las armas esas que tenían destinadas para las milicias y saquemos a esos hp no pararán. En tanto manda a este bufon camaleón de Bruno a mentir para no perder prebendas, como hacia su antecesor cabeza de bombillo cuando gozaba de ese cargo.El seguirá viajando y comiendo bien,su refrigerado está lleno,no se le va la luz,su auto es generosamente ripostado con gasolina,pero el usa la miseria ejercida por los verdeolivos ladrones como argumento para inspirar compasión y seguir robando al pueblo sus jefes los militares, que le dan su tajada.
Devuelvan las propiedades robadas a EEUU + el pago de intereses por usufructo durante 64 años + reparaciones pertinentes y entonces se podrá llegar a un acuerdo sobre el embargo.
Pero bueno...y cuando alguno de ellos ha dicho la verdad.
En realidad el bloqueo hace mucho tiempo no existe. Medicinas y alimentos se pueden comparar en Estados Unidos en cash como siempre estuvo estipulado en las cláusulas del embargo. Eso sí, no hay créditos ni fiaos mientras no reconozcan y arreglen que las nacionalizaciones y expropiaciones de las propiedades norteamericanas, cubanas y extranjeras, fueron incautadas ilegalmente sin indemnización a través de la Ley 840/ 60 del entonces Gobierno Revolucionario. Habría que ser tonto para darle créditos a alguien que te ha robado.