La cubana Balbina Ponce Matías y su hijo parapléjico de 33 años, de quien ella es la única cuidadora, migraron a Uruguay en noviembre pasado después de realizar una dura travesía por varios países de Suramérica, reportó la televisora qatarí Al Jazeera.
"No tenía forma de alimentar a mi hijo. No hay medicamentos, no hay pañales para discapacitados. La ropa y los zapatos son difíciles de conseguir. Experimentamos hasta cinco horas de cortes de electricidad por día. No puedes encontrar sillas de ruedas, no puedes encontrar nada. Así que nos dijimos a nosotros mismos, busquemos una segunda oportunidad de vivir", dijo Ponce Matias sobre la situación que enfrentaba con su familia en La Habana.
Según Alberto Gianotti, fundador de la Red de Apoyo al Migrante sin fines de lucro de Uruguay, estos, como muchos otros cubanos, "entraron y salieron de Brasil de manera irregular, ingresaron a Uruguay, poseen documentos debido a su solicitud de refugio, y cuando quieren cambiar su estatus migratorio renunciando al estatus de refugiado, se les pide que cumplan con un requisito que no pueden cumplir".
"Si estas personas no pueden solicitar la residencia permanente por no tener sellos de entrada y salida de Brasil, ¿a quién vamos a expulsar?¿A 12.000 migrantes, personas vulnerables? Eso sería perjudicial para el país", añadió Gianotti.
Ponce Matias y su hijo se encuentran en esta situación, sin los sellos necesarios de Brasil después de un viaje a Uruguay que estuvo lleno de desafíos. Vendieron todas sus pertenencias para pagar a los traficantes para que los llevaran a Uruguay, por temor a que su visa no fuera aprobada desde Cuba. "Tuvimos que prácticamente regalar cosas. Estaba vendiendo cosas por lo mínimo, por tan solo cuatro pesos cubanos", dijo Ponce Matías, y señaló que el viaje finalmente costó alrededor de 4.000 dólares.
Su ruta, de más de 6.000 kilómetros, incluyó un viaje en autobús de 20 horas a través de las densas junglas de Guyana, de camino a la ciudad brasileña de Boa Vista. "Fue terrible. Hubo momentos en los que no podíamos continuar debido a las difíciles condiciones del camino, y tuvimos que desembarcar y volver a embarcar, lo cual fue particularmente difícil con la silla de ruedas. Unos traficantes abandonaron a los cubanos en medio de la selva; la gente estaba enferma, vomitando durante todo el viaje debido a las carreteras en mal estado", dijo Ponce Matías.
En Brasil fueron entregados a diferentes traficantes, y en el transcurso de un mes fueron llevados paulatinamente en auto y avión hasta la frontera de Brasil con Uruguay. En la ciudad de Rivera, Uruguay, solicitaron asilo oficialmente.
Alicia Schiavo, funcionaria fronteriza en Rivera, le dijo a Al Jazeera que desde enero, cerca de 1.000 migrantes por mes han llegado al cruce, la gran mayoría provenientes de Cuba. Con muchos ahora en el limbo, ella cree que el problema va más allá de la inmigración y requiere la intervención del Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay para encontrar una solución integral y legalmente vinculante.
Yuritza Avalo Ramírez y Noel Hernández Jauregui, quienes emigraron a Rivera en septiembre de 2022, tuvieron que dejar a sus tres hijos, todos menores de 12 años, en su ciudad natal de Ciego de Ávila, con otros miembros de la familia. "Es muy difícil porque siempre me preguntan: 'Mami, ¿cuándo nos vas a venir a buscar?' Siempre preguntan y tengo que decirles que esperen un poco", dijo Avalo Ramírez.
La pareja dijo que tenían todos los documentos requeridos para solicitar la residencia permanente en Uruguay, excepto los sellos de entrada y salida de Brasil. Avalo Ramírez dijo que no entendía por qué todavía estaban en un estado de limbo, habiendo llegado antes de que se implementara este requisito.
"Estamos esperando. En caso de que esto no se resuelva, tendremos que ir a otro país donde podamos regularizar nuestra situación y traer a nuestros hijos. Pero tengo fe en que funcionará. Vinimos a Uruguay a trabajar y por un mejor futuro para nuestros hijos", dijo el migrante.
Autoridades de Honduras detienen a 15 migrantes cubanos
Por otra parte, quince migrantes provenientes de Cuba fueron detenidos este viernes en el departamento de El Paraíso, oriente de Honduras, fronterizo con Nicaragua, junto a un presunto traficante de personas que los acompañaba, informó una fuente oficial.
Según el reporte de la agencia EFE, los cubanos fueron detenidos en una aldea del municipio de Danlí, El Paraíso, cuando viajaban en un autobús conducido por el presunto traficante, también conocido como "coyote", según un informe de la Policía Nacional de Honduras.
Los cubanos y el coyote, de 28 años, fueron detenidos por agentes de la Dirección Nacional de Servicios Policiales Fronterizos a través de un operativo de "seguimiento y vigilancia", añadió. El hondureño, cuya identidad no fue revelada, fue puesto a disposición judicial y será acusado por el delito de "tráfico ilícito de personas", señaló la Policía hondureña.
Los migrantes cubanos fueron conducidos a una oficina del Instituto Nacional de Migración (INM), donde esperarán agilizar su salida del país de manera legal. "La Dirección Nacional de Servicios Policiales Fronterizos continúa realizando diferentes acciones operativas, entre las fronteras de Honduras y Nicaragua, con el fin de combatir los delitos de tráfico de personas, contrabando, tráfico de drogas y tráfico de armas", enfatizó la Policía Nacional.
El territorio hondureño se ha convertido en las últimas décadas en un punto de tránsito de migrantes, especialmente de cubanos y africanos, que atraviesan los países de Centroamérica para llegar a EEUU. Entre enero y julio de este año más de 184.000 migrantes han sido detenidos en Honduras, la mayoría con la idea de llegar a EEUU, según cifras oficiales.
La mayoría de los inmigrantes que entran a Honduras lo hacen de manera irregular, por "puntos ciegos" a través de traficantes de personas, conocidos como "coyotes", quienes no siempre los llevan hasta la frontera con Guatemala.
