El diario estadounidense The Wall Street Journal publicó este miércoles que durante el Gobierno de Donald Trump la inteligencia estadounidense rastreó a trabajadores de los gigantes chinos de telecomunicaciones Huawei Technologies y ZTE entrando y saliendo de instalaciones "sospechosas de albergar operaciones de espionaje chino en Cuba".
Según el medio estadounidense, esta nueva cuestión consolida las sospechas de la Administración de entonces de que esas firmas podrían estar ayudando en la expansión de la capacidad de China para espiar a Estados Unidos desde Cuba.
El artículo señala que no se ha podido establecer si el actual Gobierno de Joe Biden "ha seguido esa línea de investigación", pues la Casa Blanca no comentó sobre el asunto.
"Si bien se sabe que ni Huawei ni ZTE fabrican las herramientas que los Gobiernos usarían para espiar, ambos se especializan en la tecnología necesaria para facilitar tal operación", dijeron fuentes anónimas a The Wall Street Journal.
En una respuesta al rotativo, Huawei negó "tales acusaciones infundadas" y dijo que estaba "comprometida con el pleno cumplimiento de las leyes y regulaciones aplicables" donde operan, mientras que ZTE no respondió a una solicitud de comentarios.
The Wall Street Journal informó la semana pasada que China ha mantenido una base de espionaje en Cuba desde al menos 2019. También que los dos regímenes administran conjuntamente cuatro estaciones de espionaje en la Isla, según funcionarios estadounidenses. Además, Pekín y La Habana están negociando para establecer un nuevo centro de entrenamiento militar conjunto en la costa norte de Cuba, publicó el diario.
Este martes, el secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que Estados Unidos está "profundamente preocupado" por el hecho de que China pueda acordar con Cuba una instalación de entrenamiento militar en la Isla, tal y como publicó un día antes el propio medio estadounidense.
"Es algo que vamos a monitorear muy, muy de cerca y hemos sido muy claros al respecto. Y protegeremos nuestra patria, protegeremos nuestros intereses", dijo Blinken en una conferencia de prensa en Londres tras concluir precisamente su viaje oficial a Pekín, de acuerdo con un reporte de la agencia Reuters.
Durante este viaje, Washington y Pekín acordaron encauzar sus relaciones ante su intensificada rivalidad, aunque sin concretar grandes avances. Horas antes, el presidente Joe Biden se refirió a Xi Jinping como "dictador" durante un evento en Kentfield (California) para recaudar fondos para su campaña de reelección, de acuerdo con un reporte de la agencia AP.
Biden hablaba sobre el incidente con el supuesto globo espía chino que Washington mandó derribar el pasado febrero tras ser detectado sobrevolando suelo estadounidense. Según el mandatario, Xi se sintió "avergonzado" por el episodio ya que "no sabía que estaba ahí" el globo. Y añadió: "Esa es la gran vergüenza de los dictadores, cuando no saben que algo ha pasado".
Las autoridades estadounidenses ya sugirieron en febrero que el presidente chino no formó parte de la decisión de enviar el globo, según publicó entonces la cadena CNN citando a fuentes conocedoras de la situación.
China respondió el miércoles diciendo que los comentarios de Biden son "absurdos" y una "provocación", un estallido inesperado tras los intentos de ambos lados para reducir la fricción.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, calificó los comentarios de "extremadamente absurdos" e "irresponsables" y dijo que violaban gravemente los hechos, el protocolo diplomático y la dignidad política de China, reportó Reuters.
"Son una provocación política abierta", dijo en una sesión informativa regular.
Biden a menudo ha definido el estado actual de la política global como una batalla entre la democracia y la autocracia, y dijo que los países dirigidos democráticamente deberían establecer lazos económicos para equilibrar a los países dirigidos autocráticamente, apuntando a Rusia y China.
Interviniendo desde Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a los periodistas el miércoles que los comentarios de Biden contradecían los esfuerzos de Blinken para aliviar las tensiones con Beijing, describiendo los comentarios como "incomprensibles".
"Sin embargo, ese es su negocio", dijo Peskov. "Tenemos nuestras propias malas relaciones con los Estados Unidos de América y nuestras muy buenas relaciones con la República Popular China".
...la principal base de espionaje china esta en la calle Zanja... varios chinos viejos se ven deambulando por alli inflando globos y llevando mensajes cifrados dentro de unas galletas de la fortuna...
Mao Ning está como Cossío: las denuncias son "violaciones" a la dignidad política de China, como si la dignidad política existiera; y ya el otro había dicho que Cuba es signataria de no sé cuántos tratados internacionales, como si se apegaran a la letra de esos acuerdos.
Blah, blah, y blah. Nada pasa. Los americanos no le interesa tres pitos lo que hagan los chinos y los rusos en Cuba, ellos saben lo que los narras están haciendo, no le preocupa.