Víctimas del 'Síndrome de La Habana' consideran una 'traición' las conclusiones de la inteligencia de EEUU

Es "una traición", dijo el exoficial de la CIA Marc Polymeropoulos al Miami Herald, a raíz de las conclusiones de la inteligencia estadounidense, publicadas en marzo pasado, sobre los incidentes de salud no esclarecidos y conocidos como Síndrome de La Habana, que sufrieron diplomáticos y funcionarios de Estados Unidos y Canadá en Cuba.

Otra de las víctimas citadas por el medio opinó que se trata de "un intento de influencia pública y desinformación". Por su parte, un diplomático canadiense dijo que es "enormemente decepcionante que tomaran esa posición y pusieran en duda todo nuevamente. Realmente daña nuestra credibilidad", agregó. 

El Herald conversó en total con tres exfuncionarios de la CIA y dos diplomáticos canadienses que fueron afectados por estos incidentes y dijeron estar convencidos de haber recibido un ataque mientras servían a sus países en el extranjero. Consideraron que el informe de la inteligencia estadounidense es dañino porque culpa de sus dolencias de salud a condiciones médicas anteriores o a factores ambientales, y creen que es un intento de encubrir el asunto del Síndrome de La Habana.

"No hay evidencia creíble de que un adversario extranjero tenga un arma o dispositivo de recolección que esté causando", aseguró el mencionado informe.

Una falla que señalan los críticos de esta evaluación es que los funcionarios de inteligencia estadounidenses dijeron que analizaron 1.500 casos en total y que esta es una cifra que se disparó a raíz de que agencias gubernamentales de la administración Biden solicitaran a empleados suyos que informaran sobre cualquier síntoma sospechoso. Explican los críticos que, al abarcar tanto, el informe minimizó los hallazgos vinculados al grupo central de casos, localizados fundamente en La Habana, que siguen patrones similares y que la CIA reconoció que eran difíciles de explicar en un reporte provisional a inicios de 2022.

Según las informaciones iniciales sobre el informe de inteligencia, siete agencias, que no fueron identificadas, participaron en su elaboración.

Se desconoce por qué solo siete de las 17 agencias de inteligencia estadounidenses participaron en la producción del análisis, señaló el Herald. Las agencias que lo escribieron no estuvieron de acuerdo entre sí, algunas afirmaron que tenían "poca confianza" en juicios particulares debido a las lagunas en la recopilación de evidencia, y una incluso se abstuvo de respaldar algunas de las conclusiones, añadió.

El diario miamense señaló que la mayoría de los testimonios que obtuvo para su artículo fueron dados bajo anonimato, por temor de las víctimas a sufrir represalias, por preocupaciones por su seguridad o porque no están autorizados a hablar públicamente de los casos.

Con anterioridad Polymeropoulos, con rango equivalente a general de tres estrellas, declaró que los gobiernos de Cuba y Rusia se encontraban detrás de estos incidentes.

En 2017, luego de los sucesos relacionados al Síndrome de La Habana, la mayoría del personal de la embajada de Estados Unidos en La Habana fue evacuado y todo el procesamiento de visas se detuvo en Cuba durante varios años. 

Para los afectados del Síndrome lo que está pasando ahora es que el gobierno estadounidense quiere "pasar página y cerrar el libro con la esperanza de que nadie lo cuestione", dijo la persona identificada como Paciente Cero al Herald. "Esta es una falla masiva de análisis de inteligencia o un encubrimiento; solo el tiempo lo dirá", añadió. El hombre, con menos de 40 años, fue nombrado de esa manera por ser el primer funcionario de Estados Unidos en reportar los incidentes en La Habana. Después de cumplir siete años de servicio para la CIA, tuvo que abandonar su trabajo porque las lesiones que sufrió lo dejaron ciego de un ojo e incapacitado para trabajar, explicó.

La sospecha del Paciente Cero de que su ataque lo produjo un arma o dispositivo de energía dirigida fue descartado por la evaluación de inteligencia. "El informe ha sido perjudicial para los lesionados", dijo. "Es un puñal en la espalda. La gente no se da cuenta de que, al hacer esto, dan luz verde a todos nuestros adversarios en el extranjero para que los sigan haciendo", sentenció.

Los canadienses afectados también fueron excluidos de este informe. "Estuvimos allí", dijo una de las fuentes diplomáticas. "Sabemos que algo sucedió".

Los entrevistados contaron que los gobiernos de Estados Unidos y Canadá no respondieron de manera inmediata a los reportes de las víctimas ni brindaron tratamiento médico oportuno a todos los afectados.

Según el Herald, la mayoría de las fuentes entrevistadas para su artículo dijeron que no podían decir por qué los gobiernos de Estados Unidos y Canadá tardaron en responder a la amenaza. Por el contrario, mencionaron como razones admisibles, intereses geopolíticos y preocupaciones sobre cómo asegurar el personal.