'El País' de España llama a viajar a Cuba: 'el turista apenas se entera de la escasez'

El periodista Paco Nadal, quien suele compartir sus consejos en el blog "El viajero" del diario español El País, acaba de pasar 11 días en Cuba y asegura que, pese las privaciones que viven los habitantes de la Isla, si no se recupera el turismo, les irá peor.

En un artículo recién publicado, el reportero admitió que algunas agencias que venden reservas a la Isla han recomendado a sus clientes no viajar ahora "alegando que había muchos problemas de desabastecimiento en la Isla; que mejor pensaran en otro lugar de vacaciones".

¿Qué encontró él tras casi dos semanas en ese destino? "Cuba estaba llena de viajeros españoles y de otras muchas nacionalidades y la sensación era de normalidad. Un duro contraste con la realidad del cubano", reconoce.

"La segunda mayor fuente de divisas de Cuba es el turismo (la primera son las remesas que mandan los cubanos desde el exterior)", dice Nadal, que no cuestiona por qué los cubanos se van por cientos de miles de su país, incluso a España, mientras viajeros como él lo hacen en sentido opuesto.

En su análisis de la economía cubana recuerda que 2022 fue muy duro y la escasez era extrema. "Hubo incluso numerosos cortes de suministro eléctrico en zonas turísticas como Trinidad o Cienfuegos. Quienes pernoctaban en hoteles lo sufrieron menos, porque casi todos tienen grupo electrógeno, pero los viajeros que se alojaban en casas de huéspedes —un tipo de alojamiento muy común en Cuba— sufrían esos cortes igual que los cubanos", rememora.

"Aunque en 2023 la situación de abastecimiento parece mejorar muy lentamente, lo que ha quedado como secuela es una hiperinflación. Los precios de todos los productos básicos se han disparado hasta multiplicarse en algunos casos por diez. Si a eso le sumamos que el sistema de doble moneda ya desapareció y que ahora solo existe el peso cubano, y que si antes necesitabas 24 pesos para comprar un dólar ahora necesitas 120, da como resultado una situación económica realmente jodida. En una isla donde la cuestión económica siempre ha sido complicada y en la que los ciudadanos se las ingenian como pueden para llegar a final de mes con sueldos de 40 euros", abunda.

Pero según Nadal, esa situación "por suerte (para el turista) o por desgracia (para el cubano) (...) apenas afecta, al menos a quien viaja en circuitos y hotelería tradicional".

"En los 11 días en los que he estado viajando por Cuba me he alojado en diversos hoteles, he comido en paladares privados, en restaurantes estatales, he contratado traslados con conductor, he tomado transportes turísticos, he hablado con extranjeros que viajaban de diversa manera, he entrevistado a muchos directores de hoteles, a guías locales y gente del sector y puedo asegurar que el turista apenas se entera de esa escasez. Puede que un día falte chorizo en el bufé de tu hotel o que en otro haya menos selección de frutas o de carnes que había antes", agrega.

Para el periodista, dado que el turismo es un sector estratégico, "se nota el esfuerzo por parte de las autoridades para que todo parezca normal. En 2019 llegaron 4,3 millones de turistas. Y aunque no hay aún datos oficiales, la sensación en el sector es que la temporada alta 2022-2023, aun habiendo sido buena, está aún lejos de esa cifra. Cuba necesita recuperar el turismo como agua de mayo".

Por eso, enfatiza, si bien "Cuba es una isla compleja, con un sistema político y económico más que criticable (...) necesitan del turismo. Por eso, si estabas pensando en ir a Cuba, mi consejo es que no dejes de hacerlo. Por muchas milongas que te cuenten en tu agencia de viajes. Las pequeñas carencias que puedas encontrar como turista las compensan con creces los encantos de la isla".

A su modo de ver, esa postura "para algunos puede suponer un conflicto ético. Si la población local lo está pasando mal, ¿cómo voy a ir yo a pasarlo bien? Pero es que, si no llegaran turistas, la población lo pasaría aún peor", asegura.

Nadal tiene un argumento aún mas sólido: "Y esto ocurre en Cuba como ocurre en muchísimas otras regiones del mundo: sin los ingresos del turismo serían aún más pobres. (...) Soy el primero en aceptar que el turismo desbocado lleva aparejados males que hay que corregir. Pero también lo soy de que, sin el turismo, habría mucha más hambre en el mundo".

El periodista de El País no cuenta qué piensan los cubanos con los que compartió de esas razones suyas. Probablemente, de haberles preguntado, muchos le habrían comentado que su horizonte de expectativas supone más que otra opción emigrar. Por ejemplo, a España, donde Nadal vive.

En 2022, el año que según el artículo fue terrible en Cuba, el Gobierno dedicó, como ha hecho en la última media década, el 32,9% de la inversión estatal a lo que denomina "Servicios empresariales, inmobiliarios y de alquiler" (léase turismo y construcción de hoteles). Ello, más del doble que lo dedicado a la industria manufacturera, y superior a los sectores de la educación, salud pública y asistencia social, cultura y deporte, pesca, agricultura y ganadería, construcción, ciencia e innovación juntos.

Esas nuevas inversiones hoteleras, que los economistas cubanos no cesan de cuestionar, se producen pese al acumulado déficit de viviendas que sufren los cubanos y a que el incremento de la planta hotelera no se justifica en el porciento de ocupación de la ya existente, que no llega al 20%.

Asimismo, los consejos de Nadal ignoran que el Ministerio de Relaciones Exteriores del Gobierno de España advirtió hace menos de un mes del incremento de robos en la Isla en zonas de playa y también a autos con matrícula de turismo, ejemplos de la inseguridad que impera en el país debido a la crisis. 

El Gobierno español, de igual modo, recomendó a los viajeros llevar un stock de medicamentos propios ante la carencia de fármacos e insumos médicos en Cuba y advierte del repunte de enfermedades como el cólera y el dengue.

Además a inicios de abril el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) advirtió en una carta a empresas turísticas españolas con negocios en Cuba que las prácticas que utilizan para la contratación laboral violan los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En el texto, la organización con sede en Madrid califica de "imperativo moral" que se le pague directamente a los empleados cubanos, y no a través de intermediarios del Gobierno cubano. La carta fue enviada a las empresas junto con los dos últimos informes sobre el Estado de los Derechos Sociales en Cuba realizados por el OCDH. Ambos recogen datos sobre el panorama laboral en el ámbito de las inversiones extranjeras y del turismo internacional.

Al respecto, el OCDH indicó que se trata "de presionar al régimen cubano" para cambiar esta situación que evalúa de "humillante". Algo así "no sería posible o aceptable" ni en España ni en la Unión Europea, consideró la organización.