El diario español El País consideró este viernes en un editorial que la activación plena de la Helms-Burton causará un daño en la evolución económica de Cuba "casi tan grande como el tamaño del disparate que supone reclamar ahora ante los tribunales estadounidenses una reparación por decisiones tomadas 60 años atrás".
El pasado 2 de mayo Washington reactivó el título III de la mencionada ley y con ello otorgó facultad a empresas y ciudadanos estadounidenses a iniciar reclamaciones judiciales por los bienes y activos que les fueron confiscados en 1959 por el Gobierno de Fidel Castro.
"Es inútil pedir a la Administración de Trump un cálculo correcto de las decisiones que toma; buena parte de su estrategia negociadora consiste en sembrar el miedo en sus interlocutores por encima de los costes, propios y ajenos de esa estrategia", señaló el medio.
Lamentó que "el título III desestabiliza la economía de Cuba desde el momento en que introduce un factor indeseado más de incertidumbre entre los inversores presentes y futuros".
Para El País, "la maniobra de Washington parte de la presunción abusiva de que los tribunales norteamericanos pueden extender su jurisdicción fuera de sus fronteras" y consideró que "las reclamaciones deberían plantearse si acaso ante un tribunal internacional o arbitraje independiente".
"Las empresas españolas están implicadas en este conflicto inesperado. Tienen que disponer de cuantiosos recursos económicos para hacer frente a litigios que, en su origen, son de naturaleza política (…) La economía española se juega mucho en Cuba. Para empezar, sus posiciones privilegiadas en el mercado hotelero; para el futuro, las oportunidades de inversión sobre todo en energías renovables, automóvil y transporte, donde la experiencia empresarial española es superior a la de sus competidores", añadió.
En opinión de uno de los principales medios leídos en España, "la Administración de Trump no juega a una sola carta; utiliza los tribunales como un arma de coacción para amedrentar las inversiones del resto del mundo en Cuba" y en tal sentido consideró que "la respuesta adecuada debe ser supranacional y calculada".
"La prudencia elemental aconseja graduar la respuesta oficial al oportunismo de la Helms-Burton de acuerdo con la evolución de los acontecimientos. Pero el hecho es que las primeras reclamaciones ya se han presentado en EEUU. Una primera respuesta sería una reclamación europea en la Organización Mundial de Comercio, ese organismo multilateral de mediación que Trump y su equipo están empeñados en liquidar", añadió el editorial.
"Las autoridades europeas deberían tener preparado, como mínimo, el mecanismo de bloqueo de inversiones y productos estadounidenses en Europa, previsto en la legislación comunitaria".