La población penal de la prisión Pretensado, en Santa Clara, sufre un brote de tuberculosis, informó a través de Twitter el Observatorio Cubano de Derecho Humanos (OCDH).
La organización radicada en Madrid señaló que "hay gran preocupación de los familiares" de los presos "porque no hay medicamentos para tratarlos".
"Las autoridades del penal suspendieron las visitas a los reos", añadió el OCDH.
DIARIO DE CUBA llamó a la Dirección Municipal de Salud de Santa Clara para indagar en este asunto, pero nadie contestó al teléfono.
A principios de marzo, el activista Marcel Valdés informó en Twitter que un brote de tuberculosis obligó a las autoridades de la prisión habanera Combinado del Este, la mayor del país, a aislar a uno de los presos. "Tienen en cuarentena una parte del Combinado del Este, exactamente el edificio 1, piso 2, ala Norte. Hasta ahora tenemos la confirmación de que (el preso político) Luis Armando Cruz Aguilera está en ese piso", señaló Valdés.
María Celia Aguilera, madre de Luis Armando Cruz Aguilera, confirmó también el brote de tuberculosis en ese penal.
Los presos cubanos y sus familiares denuncian sistemáticamente las pésimas condiciones de vida en las cárceles cubanas, que han empeorado tras la pandemia de Covid-19 y la profundización de la crisis económica. A la falta de higiene, la mala alimentación, la escasez de medicamentos y la deficiente atención médica, se suman golpizas, maltratos, y otros abusos como la incomunicación.
El opositor Yanier Joubert Cisneros, recientemente excarcelado en Guantánamo, denunció que los presos por razones políticas sufren constantes represalias en las cárceles de la Isla. Por su parte, el preso político del 11J Abel Lázaro Machado Conde, de 25 años de edad, quien padece de trastornos psiquiátricos, en enero pasado no tenía sus medicamentos antidepresivos en el penal de Quivicán, Mayabeque.
Lo que sí abunda en Cuba son las enfermedades y no hay medicamentos para combatirlas.