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salud pública

H5N1: el subtipo de gripe aviar detectado en Cuba

Sanidad Animal de Cuba dice que el personal que trabaja en el evento de gripe aviar del Zoológico de La Habana se mantiene bajo vigilancia clínica-epidemiológica.

Guantánamo
Flamencos en el Zoológico de 26 de La Habana.
Flamencos en el Zoológico de 26 de La Habana. radio rebelde

El Centro Nacional de Sanidad Animal de Cuba (CENASA), del Ministerio de Agricultura (MINAG), informó que las aves infectadas con influenza aviar en el brote detectado en el Zoológico de 26, en La Habana, presentaron el subtipo H5N1.

"A partir de un total de seis diagnósticos realizados por Laboratorios debidamente acreditados, se identificó el subtipo de virus que circuló en el brote ocurrido en el Jardín Zoológico de 26 en el municipio de Plaza de la Revolución, que se corresponde con el H5N1", dijo CENASA en una actualización de la situación.

Según la nota, desde 2020 solo se han informado en el mundo siete detecciones del virus A (H5N1) en personas expuestas directamente a aves de corral infectadas, "lo que hasta la fecha no está en consonancia con el brote detectado en el Jardín Zoológico de La Habana, que se corresponde con aves de la fauna silvestre".

"En general, los casos en humanos han sido puntuales y cuando han ocurrido, no se han diseminado fácilmente entre humanos; por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que el riesgo de infección sigue siendo bajo y no se ha informado transmisión sostenida de persona a persona", añadió CENASA.

Según la nota, "en Cuba el Sistema Nacional de Salud tiene implementada una vigilancia de las infecciones respiratorias agudas que no ha detectado desviaciones en el comportamiento de su incidencia, ni la circulación de nuevos virus respiratorios".

"El personal que se encuentra trabajando en el evento del Zoológico se mantiene bajo vigilancia clínica-epidemiológica, cumpliendo con las normas de bioseguridad y hasta la fecha presentan un buen estado de salud", dijo.

CENASA y autoridades del MINSAP recomendaron, como medidas de precaución, las siguientes:

"Si encuentra un ave muerta o enferma, notifíquelo al servicio de sanidad animal más cercano directamente o mediante los números telefónicos que aparecen en la tabla. Evitar el contacto directo sin protección con aves que parecen estar enfermas o muertas. No tocar superficies que pudieran estar contaminadas con excreciones o secreciones de aves silvestres, de corral o traspatio".

Asimismo, "evitar tocarse la boca, la nariz o los ojos después de tener contacto con aves o superficies que puedan estar contaminadas; lavarse las manos con frecuencia o usar un desinfectante a base de alcohol y cloro, cuando no haya agua y jabón disponibles".

Esta misma semana, autoridades dijeron que el "evento" de influenza aviar o gripe aviar detectado en Cuba está bajo control y la situación zoosanitaria nacional no está en riesgo.

El doctor Pastor Alfonso, especialista del CENASA, calificó la entrada a Cuba de la también conocida como "gripe aviar" como "un proceso natural e inevitable, pues es imposible detener el flujo de las aves migratorias sobre y dentro de la Isla".

¿Qué pasaría de extenderse el virus a las aves de corral?

"Las consecuencias de una propagación (de la gripe aviar) en los centros de cría serían desastrosas, especialmente para la economía", admitió Yolanda Capdevila, especialista epidemiológica del CENASA.

"Aunque en Cuba no se crían aves masivamente para el consumo de su carne, sí se hace para la producción de huevos. De extenderse el virus en un centro productor, esto implicaría el sacrificio de todas las aves en el lugar, tengan síntomas o no, así como deshacerse de todas las posturas y alimentos. Las pérdidas económicas serían muy elevadas, además de que esto llevaría a un aumento en los precios de los huevos, producto ya encarecido en el mercado nacional", añadió.

"Debido a estos altos riesgos, en todos los centros avicultores se ha aumentado el rigor de las medidas de bioseguridad que ya se venían aplicando. Entre ellas están la colocación de redes antipájaros, el paso del personal por filtros sanitarios antes del ingreso a las zonas de cría, el cambio completo de ropa y calzado para entrar a dichos espacios, y la vigilancia y monitoreo constantes ante aumentos en la mortalidad o presencia de síntomas respiratorios en las aves, así como el control total de la movilidad de las aves de corral dentro de la Isla", añadió Granma.

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