La Aduana de Cuba celebró que, gracias a la decisión de exonerar de aranceles la importación de diversos productos alimenticios, de aseo y medicamentos, durante 2022 se reportó un promedio de cuatro a cinco equipajes por cada pasajero que viajó a la Isla.
Según declaraciones de Yamila Martínez Morales, directora general de procesos aduaneros de la entidad estatal, en el año anterior más del 85% de los viajeros que llegaron a Cuba transitó por el canal verde, lo que supone que todo su equipaje cumple con las regulaciones, un elemento que agilizó el tránsito de pasajeros y carga.
De acuerdo con la funcionaria, el 58% del total de equipajes facturados por pasajeros contenía los productos autorizados por el Gobierno a partir de la resolución 309 de 2021 del Ministerio de Finanzas y Precios, citó el diario oficial Granma.
Nelson Cordovés Reyes, director de la entidad, dijo que "esa medida fue positiva para la población", y agregó que los cubanos no residentes en el país son quienes más han aprovechado esas facilidades arancelarias, en dependencia de lo que permitan despachar las aerolíneas y la etapa del año en que se viaje.
Ambos funcionarios evitaron mencionar que la medida fue uno de los resultados del estallido social del 11J. Semanas antes de las mayores protestas de la historia reciente en Cuba, las autoridades habían rechazado las súplicas de los emigrados que, a través de la etiqueta en redes sociales #SOSCuba, demandaron autorizar la entrada libre de productos de primera necesidad, sobre todo medicamentos, mientras el sistema sanitario del país colapsaba por la pandemia del Covid-19.
Desde la aprobación de la exención de aranceles, el Gobierno ha prorrogado periódicamente la autorización, dada la escasez crónica de toda clase de productos que viven los cubanos y que las autoridades prefieren que sean los emigrados quienes la alivien.
Para sacar su tajada, La Habana ha desplegado en los últimos dos años una red de mercados online que distribuyen productos de diversos tipo, sobre todo alimentos, a los familiares y allegados de emigrados que puedan pagarlos con transferencias bancarias.
Esos productos se encuentran almacenados en Cuba y son importados y vendidos por negocios opacos con conexiones con el Gobierno, sobre cuyo funcionamiento poco se sabe.
Asimismo, en ese periodo de tiempo el Estado ha dolarizado la mayoría de los mercados físicos del país, donde solamente puede comprarse usando tarjetas magnéticas asociadas a cuentas bancarias que son sostenidas por transferencias desde el exterior.
Fuera de lo anterior, los cubanos que viajan a la Isla cargados de equipajes y los mulos, cuyo negocio es hacer importaciones que luego venden a precios superiores, son el otro medio para conseguir toda clase de productos deficitarios en la Isla.
Antes de la resolución que los funcionarios de la Aduana ahora celebra, el Gobierno imponía onerosos costos de importación a los cubanos que entraban al país, incluyendo volver a cobrarles en dólares muchos de los productos que llevaban en sus equipajes y permitirles una sola importación pagadera en pesos cubanos al año.
Han acostumbrado al gobierno a que la diáspora cubana mantenga a los cubanos de dentro de Cuba y quien no tenga familiar en los EU está carente de todo. Hace falta el regreso de Trump pa' que se acabe ese relajo.