Robo de teléfonos celulares en Cuba: un 'negocio' en auge este fin de año

Las fechas navideñas y de fin de año en La Habana han estados marcadas por un auge del robo de teléfonos móviles. Nadie está a salvo de este flagelo. Los atestados autobuses son lugares propicios para la sustracción de los teléfonos, al punto que muchos cubanos prefieren caminar largas distancias antes que arriesgarse a perder sus celulares y otras pertenencias.

Es común ver a los viajeros en las guaguas con los móviles en las manos o guardándoselos pegados al cuerpo como medida de protección.

"Fui a montar en un P-8 en Cuatro Caminos y guardé el móvil para mayor seguridad en mi mochila, que me puse delante del pecho, porque me habían hablado del robo de teléfonos en las guaguas", relató Jonathan Maceiras, estudiante de Medicina. "Se armó tremenda empujadera y molotera para subir. Cuando subí noté que la mochila estaba medio abierta, revisé y vi que faltaba el teléfono. Empecé a gritar y busqué a un policía que estaba en la parada", añadió.

"Las personas se mostraron solidarias conmigo y alguien llamó a mi teléfono a ver si timbraba, pero dio apagado o fuera de servicio. Con el policía revisamos y el pidió algunos carnés de identidad, pero todo fue en vano. Fui a la unidad de la Policial de Cuba y Chacón para levantar denuncia, y luego a ETECSA para que no me cogieran el saldo e incluyeran el teléfono en la lista negra. En la Policía me dijeron que investigarían y me llamarían si aparecía el celular, pero compañeros míos que ya pasaron por eso me dijeron que es por gusto, que nunca aparecen", lamentó el estudiante. "Me tocó perder, estoy pasando mucho trabajo sin el móvil. No sé cuándo podré hacerme de uno nuevo".

Ana Irma López, jubilada, estaba en el parque de Manila, en el Cerro, sobre las 6:00 de la tarde, revisando el móvil, cuando "pasaron dos jovencitos en bicicleta. Uno de ellos me arrebató el teléfono de las manos y se perdieron".

"Yo grité todo lo que pude, pero nadie pudo hacer nada, todo fue muy rápido. Ni les vi la cara. Fui con mi esposo a la unidad de Infanta para levantar denuncia. Allí quedaron en avisarme, pero hasta ahora nada. Ese teléfono era un IPhone que me mandó mi hijo de afuera para comunicarme con él. Ahora estoy desesperada. Tremendo regalo de Navidad que me hicieron", contó la mujer.

Un reparador particular de teléfonos móviles que habló con DIARIO DE CUBA bajo condición de anonimato dijo que "el robo de celulares crece porque, si no te cogen en el hecho, es un negocio seguro".

"Lo puedes llevar sin problemas a cualquier mecánico de teléfonos para que te lo compre. Hay muchos trucos para blanquearlos. El primero es que hay marcas de teléfono que admiten el cambio de la placa. Los reparadores de móviles podemos comprar teléfonos de uso baratos a entre 5.000 y 10.000 pesos lo máximo; le cambiamos la placa, que puede costar 3.000 pesos más o menos, y luego ese mismo teléfono lo revendemos en 25.000 o 30.000 pesos, en dependencia de la marca y el estado de uso del móvil. Quiere decir que en un ratico te puedes ganar 15.000 o 20.000 pesos sin problemas", explicó el reparador.

"Hay otros trucos; por ejemplo, a los teléfonos con capacidades para dos líneas se le bloquea la línea principal, pero la otra línea se usa sin problema con otra tarjeta SIM. Si los anteriores trucos no sirven, queda la opción de comprarlo para piezas y componentes que también deja buenas ganancias. Cualquiera viene a vendernos un teléfono por necesidad, pero cuando ves a la misma persona que repite en la venta de teléfonos ya sabes que 'hay mecánica'. Pero no se hacen preguntas, para mantener el negocio", confesó la fuente.

"Otros reparadores sí se meten en la 'balacera' y hasta encargan marcas de móviles, sabiendo que son robados. La mayor fuente de celulares procede del carterismo en las guaguas y en las colas. Dondequiera que haya apiñamiento, pueden robarse celulares. Hoy en día casi todo el mundo anda con su teléfono encima. Generalmente los carteristas no trabajan solos, andan en parejas o en tríos. Uno lo roba y se lo pasa al otro, que es el que lo desaparece, y el carterista se queda como si nada hubiera pasado y lo pueden revisar", detalló. "Yo sé que es duro, pero de algo hay que vivir. Si yo no los compro, otro lo hará", concluyó.

Un oficial de la Policía de La Habana confirmó lo que todos los capitalinos saben: "Los robos de teléfonos han crecido mucho en los últimos tres meses".

"Incluso ETECSA implementó su protocolo de 'lista negra' para teléfonos móviles robados, sin necesidad de hacer denuncias en la PNR, pero yo recomiendo hacer siempre la denuncia policial", dijo.

"Es verdad que algunos casos no se resuelven, pero todos se investigan, y lo peor es que hemos desarticulado redes para el tráfico de teléfonos robados y se han ocupados teléfonos que no han estado denunciados como sustraídos", aseguró.

"Incluso los ciudadanos pueden formular denuncia en la estación más cercana de la PNR, que de oficio se envía la denuncia a la unidad que corresponda. No pierdan la confianza en la capacidad de respuesta de la PNR. También recomiendo que cada cual cuide sus móviles, vemos mucha ingenuidad y descuido que favorecen la comisión de hechos delictivos", afirmó el agente, que pidió no fuese revelada su identidad.