Un juez de inmigración del sur de Florida desestimó la petición de asilo político del cubano Yuniel Castillo Rodríguez, quien llegó a Miami en agosto pasado tras colarse en un vuelo de la compañía JetBlue como un pasajero más.
El polizón cubano trabajaba en el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana y aprovechó su acceso a la aeronave para la fuga. Tras casi seis meses de procedimiento judicial, Castillo Rodríguez está próximo a tener una orden final de deportación, según informó el reportero de Univisión Mario Vallejo.
El periodista dijo en una directa en Facebook desde la oficina del abogado experto en inmigración Willy Allen que el Gobierno cubano "lo ha solicitado en deportación".
Allen confirmó que tomará el caso del joven migrante, en un procedimiento de reclamación.
"Voy a defenderlo. Vamos a utilizar el error que cometió el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, sus siglas en inglés) al filtrar información personal de más de 6.000 migrantes que pedían asilo político, incluido Castillo, para intentar ganar el caso", explicó el abogado. Allen se comprometió a realizar la representación legal de forma gratuita y dijo que hubiera tomado el caso del polizón desde un primer momento.
La "divulgación de información es una violación de la política y la agencia está investigando el incidente y tomando todas las medidas correctivas necesarias. ICE está notificando a los ciudadanos afectados por la divulgación", dijo recientemente el Servicio estadounidense al reconocer su error.
En una entrevista esta misma semana con Vallejo, Yuniel Castillo confirmó la negación de su asilo tras la notificación de las autoridades. "Ellos consideran que no existían pruebas suficientes para otorgarme un asilo político en Estados Unidos", dijo el migrante.
"A mi esposa (residente en Cuba) se la llevaron detenida para hacerle unas preguntas. Hicieron un registro en la casa, se llevaron computadora, teléfono, supuestamente buscando información. Hasta hoy yo no sé nada de ella. No tiene internet, marco y no me responden, desconozco dónde puede estar", añadió Castillo.
Castillo está desde agosto en el Centro de Detención de Inmigrantes de Pompano Beach, en el condado de Broward. El juez que decidió sobre su caso no tuvo en cuenta que, si él es devuelto a Cuba, puede enfrentar más de 25 años de prisión "por haber desertado, por haber venido escondido en un avión".
"Yo tengo un niño pequeño y tengo la incertidumbre de lo que pueda pasarme", lamentó.
A finales de octubre, Rafael García, un oficial de Inmigración del Aeropuerto Internacional Antonio Maceo de Santiago de Cuba llegó como polizón a Miami después de hacerse pasar por un tripulante de un vuelo de Swift Air. García, de 27 años, también alertó el miércoles sobre la posibilidad de ser deportado. El joven teme su inmediata detención por las autoridades cubanas si esto sucede. Este caso también fue reportado por Univision.
Estos jueces comemierdas deberían de tener un hijo preso en Cuba, para que supieran a lo que están condenando al polizón.