Menos del 64% de los cubanos convocados para ejercer su derecho al voto en las "elecciones" municipales habían acudido hasta las 5:00PM de este domino 27 de noviembre, a las urnas. Estas debieron cerrar a las 6:00PM, pero en algunos colegios electorales permanecieron abiertos una hora más.
De los 8.351.311 electores que se preveía votaran este domingo, 5.332.591 lo habían hecho hasta las 5:00PM, para un 63,85%, de acuerdo a las cifras proporcionadas por el Consejo Electoral Nacional (CEN) a la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN).
Dichos números reflejan la apatía observada por varios activistas cubanos que pudieron acercarse a los colegios electorales durante las primeras horas del día.
"Varios de los miembros de la iniciativa vimos la apertura de algunos colegios para medir la participación, que ha sido muy poca. Lo que más se ha visto son personas de más de 45 años, entre 45 y 70 años, porque la presencia de jóvenes es muy poca", señaló a DIARIO DE CUBA Juan Antonio Madrazo Luna, líder del Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR) y miembro de la iniciativa de Observadores de Derechos Electorales.
Después de mediodía, el activista fue impedido por la Seguridad del Estado de salir de su vivienda. Lo mismo sucedió con Marthadela Tamayo, de la Red Femenina de Cuba, su pareja Osvaldo Navarro, y la activista María Mercedes Benítez.
De haberse mantenido la tendencia a la baja participación, observada por los activistas y reflejada en los resultados parciales publicados por la prensa oficial, la abstención en estos comicios rompería el récord de 2017, cuando votaron más de 7,2 millones de cubanos, el 82,05% de los ciudadanos de la Isla, en esta fase del "proceso electoral" del régimen.
Hasta el momento, la participación de ese año es la más baja. Por primera vez, el régimen no pudo exhibir un porcentaje por encima del 90%. Esa tendencia se mantuvo durante el referendo constitucional de 2019, cuando solo votó el 84%. En septiembre pasado, durante el referendo sobre el Código de las Familias, solo el 76% de los cubanos acudió a los colegios electorales.
Las "elecciones" en Cuba han dejado de ser "una fiesta", según declaró un miembro de una mesa electoral, que expresó su inconformidad con los aseguramientos y la comida a un corresponsal de DIARIO DE CUBA que realizó un recorrido por varios colegios de La Habana y pudo recoger impresiones.
"Este año los aseguramientos para las elecciones han sido muy deficientes. Para empezar las cabinas de votación son muy malas y rústicas, parecen pequeños bañitos de carnaval con pedazos de madera sin acabado alguno y telas malas de sacos", se quejó un miembro de la mesa de la escuela primaria Eduardo García Lavandero, ubicada en el barrio de Lawton, del municipio Diez de Octubre.
"No llegaron las habituales boletas de citación que tanto ayudan a la organización de las votaciones, y en cuanto al aseguramiento de alimentos, muy malo, ya ni pensar en los buenos almuerzos que nos traían en cajitas para aguantar todo el día", añadió.
"Antes, las votaciones eran un día de fiesta, los vecinos se disputaban en ser los primeros en votar. Ahora tenemos dificultades hasta para buscar los pioneritos para custodiar las urnas, que vinieron un rato y se fueron", concluyó con nostalgia el entrevistado.
La tardanza de los pioneros fue una de las incidencias evidenciadas en algunos colegios electorales, según una nota del diario estatal Granma. También algunos miembros de las mesas aparecieron tarde en los colegios, de acuerdo a la nota del medio oficial, que, aunque fue publicada tres horas después del cierre de los colegios, no ofreció cifras, ni siquiera parciales, de la participación ciudadana en el proceso.
Aunque el régimen suele presentar la asistencia a las urnas como muestra de apoyo y fe en el proceso electoral, muchos cubanos que no se atreven a quedarse en casa optan por anular las boletas, como una electora de La Habana Vieja que votó en al colegio electoral ubicado en la escuela primaria José Martí, en Obispo 461, y dio su testimonio a DIARIO DE CUBA.
"Anulé la boleta, le puse un NO bien grande con un lapicero que llevé. Es mi forma de protestar por la miseria en que vivimos, y eso que aquí no tenemos apagones porque los cables son soterrados, pero ya no podemos más. Me imagino que no se publiquen las cifras reales, pero yo me di gusto en anularla, igual que disfruté gritar el 11 de julio (de 2021) a todo pulmón, frente al Capitolio, 'Patria y Vida'", contó.
Otros cubanos no se atreven a permanecer en sus casas ni a anular las boletas por puro miedo, ante el rumor extendido de que las boletas están marcadas.
"Yo voté para no marcarme, quiero viajar y necesito no caer en ninguna lista negra hasta mi salida. Estuvieron dos veces en mi casa para citarme y ellos, los del CDR y el Gobierno, controlan quiénes votan o no, incluso amistades mías me han dicho que las boletas están marcadas para descubrir los que las anulan. No quiero problemas, ya salí de eso y no me importa quien salga electo", dijo Raynel, otro elector de La Habana Vieja.
La preocupación de las autoridades por la poca afluencia de los cubanos a los colegios electorales se vio reflejada en la extensión del horario para votar.
La votación debió finalizar a las 6:00 PM, pero el CEN decidió extenderla durante otra hora, "en respuesta a las peticiones de los colegios electorales y electores" que habrían solicitado ejercer su derecho al voto, según ACN.
El artículo 97.2 de la Ley Electoral cubana otorga al CEN la facultad de señalar otro horario o extenderlo en una o varias circunscripciones o colegios electorales, cuando causas de fuerza mayor lo aconsejen, precisó María Esther Bacallao Martínez, secretaria del organismo, citada por ACN.
Ante la falta de transparencia del sistema electoral del régimen y los obstáculos impuestos a la sociedad civil y ciudadanos que no le son afines, cubanos dentro y fuera de la Isla promovieron una campaña a favor de la abstención.
La plataforma opositora Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC), que intentó presentar candidatos, denunció que solo uno de los siete a los que respaldaba, José Antonio Cabrera Parada, logró ser nominado, mientras que seis mujeres que querían presentarse no lo lograron debido a presiones del régimen.