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Política

¿Cuba es un Estado fallido, paria, canalla… o todo a la vez?

El centro estadounidense Fondo por la Paz no incluye a Cuba en su Índice de Estados Fallidos.

La Habana
Ilustración.
Ilustración. Diario de Cuba

Desde que el presidente de EEUU, Joe Biden, calificara de "Estado fallido" al régimen cubano en julio de 2021, tras el estallido y represión de las protestas antigubernamentales sin precedentes que tuvieron lugar en varias ciudades del país, entre el 11 y el 13 de ese mes, la etiqueta cobró fuerza en redes sociales y colocó al régimen a la defensiva. Pero también ha generado un debate a nivel de expertos y académicos.

El historiador Dimas Castellanos se hacía eco de la afirmación de Joe Biden, en noviembre de 2021, en un artículo publicado en DIARIO DE CUBA. En la misma línea se expresaron recientemente, entrevistados por este medio, el politólogo Manuel Cuesta Morúa y los economistas Emilio Morales y Rafaela Cruz.

En cambio, las sociólogas argentinas Rut Diamint y Laura Tedesco negaron, en un artículo publicado en el 19 de agosto de 2022 en Open Democracy, que Cuba fuera un Estado fallido.

En sentido general, los expertos consideran que el Estado en un país ha fallado cuando es incapaz de garantizar un mínimo de satisfacción de las necesidades básicas a la población, al punto de que se requieren cambios profundos y estructurales en el modelo político, económico y social pactado o impuesto. Esta percepción de fallo resulta más visible, según diversos analistas, cuando el Estado solo puede mantener la autoridad mediante el empleo de la violencia, ejercida por fuerzas del orden o grupos paramilitares, que no responden a ninguna institución oficial ni a la población.

Por otra parte, la necesidad de los ciudadanos de escapar de la situación de pobreza e inseguridad que viven en su país hace que el fracaso del Estado tenga implicaciones que van más allá de sus fronteras.

Otros rasgos que demuestran la condición o el camino hacia la condición de Estado fallido son la existencia de corrupción/impunidad política e ineficacia judicial; sobrepoblación general o puntual y contaminación; altos niveles de criminalidad, delincuencia e inseguridad ciudadana; altos niveles de pobreza y de pobreza extrema; desarrollo de vida en asentamientos irregulares; crisis económica, inflación y desempleo; fuga de talento o emigración cualificada; incapacidad gubernamental para responder a emergencias nacionales; vulnerabilidad de la población frente a desastres naturales; incapacidad gubernamental para suministrar servicios básicos a sus ciudadanos y para interactuar con otros Estados, como miembro pleno de la comunidad internacional, entre otros factores.

Al leer esos rasgos, muchos pueden considerar que Cuba encaja en el término Estado fallido. Sin embargo, el centro estadounidense Fondo para la Paz, fundado en 1957 con la misión de "trabajar para prevenir conflictos violentos y promover la seguridad sostenible mediante caminos y mecanismos democráticos", no incluye a la Isla en su Índice de Estados Fallidos (FSI por sus siglas en inglés).

El FSI está considerado una herramienta fundamental para poner de relieve las presiones normales que todos los estados experimentan, y para identificar cuándo esas presiones están empujando a un Estado hacia el borde del fracaso.

Cuenta con un amplio equipo de expertos encargados de recoger miles de informes e información de todo el mundo para calcular las presiones sociales, económicas y políticas existentes que enfrenta cada uno de los 178 países que integran el índice.

Pero no toda la información que procesan es potencialmente fidedigna. En regímenes cerrados como Corea del Norte, China, Irán, Cuba, Nicaragua, Rusia, etc., sus expertos no pueden entrar e investigar con libertad y sin consecuencias. Tienen que validar como cierta la información oficial interna y la que es cedida o publicada por organismos internacionales, sin la garantía del contraste y de la verificación.

Algunos expertos critican al Fondo para la Paz por no establecer convenios de trabajo para la recogida de información con la sociedad civil independiente de los intereses del Estado que se evalúa. Esa es una de las razones por las que a Cuba en el ranking de 2021 se le sitúa en el lugar 118 del total de naciones, calificándosele como nación estable en su gestión, que no exhibe riesgos visibles que la lleven a fase de advertencia por fracaso.

El informe de 2021 incluso dice más: el cubano es uno de los Estados que como Bután y Uzbekistán manifiesta una tendencia de mejora al analizarse su caso en el marco de un período que cubrió los últimos diez años en vez de analizarse contra el año precedente u otro período menos amplio, en el que se pondría de manifiesto con mayor evidencia el retroceso nacional.

El índice se conforma clasificando en orden de importancia factores identificados como los siguientes: a) presión demográfica; b) movimientos masivos de refugiados y desplazados internos; c) descontento grupal y búsqueda de venganza personal; d) huida crónica y constante de población; e)  desarrollo desigual; f) crisis económica crónica; g) criminalización, impunidad y deslegitimación del Estado; h) deterioro progresivo de la calidad de los servicios públicos; i) violación estructural de los derechos humanos; j) aparato de seguridad que subyuga a la institucionalidad; k) ascenso y permanencia de élites en el poder y l) dependencia de otros Estados o factores externos.

La consulta de información proporcionada por organizaciones no gubernamentales y no subordinadas al Estado cubano, le habría mostrado al Fondo la presencia de esos indicadores en la Isla.

Pero además del término "Estado fallido", existen el de "Estado canalla" y "Estado paria". El primero describe a aquellos Estados que son señalados regularmente como una amenaza a la paz regional o mundial. Por regla general estos modelos se sostienen mediante un sistema de dominación autoritaria que restringe especialmente la participación ciudadana y coarta los derechos humanos. También dan cobijo a terroristas y, en algunos casos, emplean la producción de armas de destrucción masiva como amenaza a los demás Estados.

Por otra parte, el calificativo "Estado paria" se aplica a aquellos Estados cuya conducta se encuentra fuera del Derecho o sin amparo en las normas internacionales aceptadas por la mayoría de las naciones. A este punto se llega con el progresivo aislamiento diplomático y la censura en foros y otros eventos internacionales de relevancia. Se diferencia del Estado canalla en que las vulneraciones de derechos humanos que cometen contra su población no representan una amenaza tangible más allá de sus fronteras.

¿Cuál de estos calificativos resulta el apropiado para el Estado cubano? Es importante señalar que estos términos no necesariamente se contraponen y que incluso pueden complementarse.

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3 comentarios

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fallido, paria, canalla...berjovina, fosforera, comunismo y m...da, es lo mismo si...

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Arreglen la palabra:- F A I L E D

F I D E L A ___

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Los indices de Fund for Peace para evaluar la decadencia de los gobiernos tienen el mismo valor referencial, de independencia e imparcialidad que la CTC cubana del gobierno de la isla: Ninguno

No olviden que FFP esta financiada, también financia y apoya todos los movimientos pacifistas devenidos en puntas de lanza de la Internacional Socialista en EEUU y 3/4 partes del planeta.

Aqui tienen lo que publicaron hace 7 anos: "The Fund for Peace announced that the ranking would be renamed "Fragile States Index", claiming that the controversial term 'failed' had become a distraction away from the point of the Index, which is to encourage discussions that support an increase in human security and improved livelihoods"

Ni Venezuela ni Cuba ni Nicaragua ni ningun potrero socialista ideologicamente afin a la mayoria de los burocratas de estas organizaciones sera nunca emplazado en esas listas aunque sus gobiernos dictatoriales masacren o sean incapaces de proveer servicios minimos.