Horas después de que el centro del huracán Ian abandonara Cuba por a las inmediaciones de Puerto Esperanza, en el municipio Viñales, de la provincia de Pinar del Río, la ciudad continúa siendo azotada por lluvias y fuertes rachas de viento, que han causado serios estragos en numerosas viviendas.
Las redes sociales se han inundado de imágenes de los destrozos provocados por Ian en la más occidental de las provincias, donde muchas casas se han derrumbado o han perdido el techo. Dos pinareñas relatan a DIARIO DE CUBA cómo han vivido ellas y sus familias el paso del fenómeno meteorológico.
"La mayoría de las casas de Viñales son casas de placa, pero muchas personas de otros municipios han venido a Viñales a vivir y se han construido casas que no tienen realmente buen estado. Es decir, son de tabla y fibra, y esas casas fueron las que sufrieron mayores daños", cuenta a DIARIO DE CUBA Yaily Rodríguez Valdés, residente en el municipio de Viñales, a quien en la madrugada del martes despertaron los estruendos.
"Conozco personas que perdieron la casa completamente, están en derrumbe total", dice. !También conozco otras personas que perdieron la cubierta. Por aquí podemos ver todos los árboles caídos. El transformador de enfrente de mi casa se cayó. Las líneas de teléfono fijo no sirven. Estamos sin corriente".
"El cine de aquí de Viñales perdió la cubierta, una pizzería cerca de donde yo vivo se derrumbó totalmente".
La joven cuenta que lo peor se vivió cuando, después de una calma aparente, empezaron con más fuerza las lluvias y las rachas de viento y se produjeron los mayores daños. Rodríguez Valdés no conoce a personas que hayan sido evacuadas por el Estado.
"No tengo mucha información de si el Estado ha evacuado a personas aquí, pero sí conozco personas que han ido a resguardarse en casa de los vecinos. Incluso conozco un caso cerca de la casa de mis abuelos, que el huracán les llevó el techo de la casa y tuvieron que salir corriendo para la casa de unos vecinos".
En su opinión, muchas personas se confiaron y subestimaron la fuerza del huracán, pues, a diferencia de otras ocasiones, muchas familias no habían colocado sacos y tablas en las cubiertas para evitar que los vientos se las llevaran.
"Incluso en otras, que los tenían, los vientos fueron tan fuertes que se lo llevaron todo. En mi casa, se llevó las fibras de la terraza y las fibras del vecino cayeron en el portal de mi casa. Hasta bloques cayeron frente a mi casa", dice la joven pinareña, que cuenta además que a muchas personas se les inundó la vivienda.
Ante la falta de corriente eléctrica y de funcionamiento en las líneas telefónicas, las personas se están informando por Internet y llamando a las personas con el móvil, mientras tienen batería.
La falta de electricidad no solo afecta la posibilidad de mantenerse informados, también la de cocinar los alimentos. En Viñales, explica Rodríguez Valdés a DIARIO DE CUBA, no hay cocinas de gas "como en La Habana".
"Aquí hay muchas personas que tienen balitas y tienen gas, pero es conseguido de otra forma, no es oficial. Entonces, (cocinamos) con carbón. De hecho, mi mamá hizo un reverbero y así fue como pudimos almorzar porque ya había comida hecha. Ahora no sé qué vamos a hacer".
Una periodista de Pinar del Río, Adalina Hernández Urquiola, quien reside en La Habana, cuenta a DIARIO DE CUBA que en Mantua, donde viven sus padres, lo que más afectó fueron las plantaciones y los patios de las viviendas.
"En estos pueblos se estila mucho tener sembrados de plátanos, naranjas, limones, guayabas, mangos... dice que en el barrio básicamente tumbó todo eso. En la casa del frente el viento se llevó dos fibras de la casita del patio y al lado también levantó las fibras de una vivienda", explica.
"En Pinar del Río tengo tres tías. A una (el huracán) le levantó las fibras del techo de la casa y eso le ha traído filtraciones fuertes, porque no ha parado de llover. A otra le afectó el portal de la casa, pero no le preocupa tanto porque es leve. La otra está totalmente incomunicada porque se cayó un poste de corriente de teléfono, esta última vive por el km 1.5 de la Carretera La Coloma".
El que le pintó la casa a este reporter de Diario de Cuba lo deberían meter preso por ejercer la "pintura independiente" en Madrid. Observen cómo quedó la pintura blanca en el arco de la puerta contra el carmelita del techo! ?Cómo alguien puede ser tan chapucero? !Y no es por falta de implementos, pues está en Madrid! Y me imagino que al reporter no le molesta en absoluto, pues escogió un ángulo perfecto para mostrarnos esa chapuza durante media hora.