En una lectura política de los resultados del referendo del Código de las Familias en Cuba, Jesús Delgado Valery, director de desarrollo institucional de Transparencia Electoral, y el opositor cubano Manuel Cuesta Morúa calificaron el alto nivel de abstención y los votos negativos en la consulta como un hito en la historia de los "procesos electorales" en Cuba y una muestra del rechazo creciente de la sociedad al Gobierno.
"Nosotros consideramos que esto es un hito. La abstención de un 26% es histórica en los 'procesos electorales' de Cuba. En la Cuba revolucionaria hay una experiencia de tres referendos desde el 59 hasta la fecha. En 1976, cuando se da el referendo constitucional, la participación, según datos oficiales, fue del 98% del padrón y la aprobación fue del 97%. Luego, en el de 2019, la participación fue de 84% y la aprobación, del 90%. Y luego en las últimas elecciones, las de 2018, la participación fue del 85% y en el 2013 fue del 90,88%", recordó Jesús Delgado Valery en declaraciones a DIARIO DE CUBA.
En el referendo del domingo, "la participación llegó al 74% y los votos válidos fueron de más o menos un 70% o un 60% del padrón electoral. Hubo un rechazo (NO) al Código de las Familias de un 33% de los votos válidos. Si nosotros sumamos la abstención de un 26% más los votos nulos y blancos, más los votos en rechazo al Código de Familias nos da más de un 50% que decidió no votar, o votar en contra, o anular o votar en blanco. Todas opciones distintas a la aprobación del Código de las Familias", apuntó.
Para el coordinador de DemoAmlat, se trata de un "rechazo no solo al Código, sino también al régimen", que pretendió usar el referendo como una "válvula de escape".
Según resultados preliminares del aparato electoral del régimen, el 66,87% de los electores cubanos registrados votaron SÍ por el Código de las Familias en Cuba.
"Donde no hay elecciones libres, transparentes y democráticas, cualquier plebiscito se convierte en una instancia para poder expresar el rechazo de la población contra el Gobierno", añadió Delgado Valery, quien consideró que el régimen "instrumentalizó este Código y los derechos de las minorías que se estaban plebiscitando".
Para el opositor cubano Manuel Cuesta Morúa, todo el proceso ha sido "no una propuesta de Código de las Familias, sino una propuesta política del Estado para tratar de garantizar varias cosas al mismo tiempo".
"Una, reforzar, si es posible decirlo así, su imagen progresista frente al mundo, 20 años después de que 33 países ya han reconocido los derechos de la comunidad LGBTI, de las minorías, y son incluso más específicos y sofisticados que el Gobierno cubano", dijo Cuesta Morúa.
"Al mismo tiempo, el Gobierno estaba buscando la manera de obtener una legitimidad con la que no nació, a partir del voto. En ese sentido, lo que acaba de suceder el domingo es la confirmación de una victoria y de una derrota", añadió.
"Por primera vez, después del 11 de julio, la oposición al régimen de Cuba tiene un número interesante que es superior, ya sea en número absoluto o en porcientos, que la cantidad de gente que lo apoya", señaló.
"Porque, como sucede en estos regímenes dictatoriales, cuando utiliza el mecanismo de elecciones, referendos o plebiscitos, no solo se está juzgando el apoyo al tema concreto sino también el apoyo al Gobierno. Por lo tanto, a mi modo de ver, es una derrota política de la revolución cubana y una victoria de la comunidad LGBTI", consideró el fundador de Arco Progresista.
"Es una lección importante para el futuro", dijo el activista, y planteó la pregunta de "por qué esa oposición sociológica que reflejan esos números no tiene una representación cívica y una representación política en el país".
"Ya no somos la minoría de actores de la sociedad civil, sino las mayorías sociales las que están buscando otro modelo de relaciones sociales y políticas, y eso se puso de manifiesto con el referendo. Los ganadores son la comunidad LGBTI y la sociedad civil pro democrática dentro y fuera de Cuba", insistió.
"Por primera vez, el voto de rechazo es explícito, estaría reflejando mucho más del 5% mínimo que se le exige en cualquier sistema democrático a grupos opositores para poder obtener representación parlamentaria. Este número de un millón expresando su rechazo al Código de las Familias y su rechazo al régimen refleja que ya la sociedad cubana está perdiendo el miedo", opinó.
"El propio Díaz-Canel lo reconoció y habló de un voto de castigo, que no es de castigo, es de rechazo. Son dos cosas distintas. Pero el voto de castigo al Gobierno cubano era legítimo, por tanto, las minorías políticas son legítimas. Por tanto, las mayorías representadas en el poder político, también son legítimas", añadió.
"Esta victoria pírrica de este Código pírrico debe interpretarse en la dirección de provocar una conversación más profunda y racional entre todos los actores de la sociedad civil porque se supone que desde la ley se busque consenso, no división. Y ahora la fragmentación de la sociedad va a ser estructural. Un Gobierno totalitario ha fragmentado a la sociedad y esa es la paradoja, cuando se supone que un Gobierno totalitario trata de representar al todo", sostuvo Cuesta Morúa.
En opinión del opositor, "dentro de los que dijeron SÍ también hay un grupo sociológicamente importante y representativo que habría dicho NO en un plebiscito general al Gobierno".
"Eso es una cifra que es indeterminada ahora, pero está ahí, más la gente que va (a votar) porque está acostumbrada a la seguidilla del régimen. El plebiscito que por muchos años se ha pedido en Cuba se acaba de hacer el 25 de septiembre y ganó la democracia", concluyó.
¿Victoria de la comunidad LGBTI?
¿Son ahora más libres?
¿Obtuvieron algún derecho a la propiedad?
¿Van a recibir una educación sin adoctrinamiento?
¿Tendrán la posibilidad de negarse a ser reclutados al servicio militar?
¿Disfrutarán de una vida digna?
¿Lograron que se habrá una investigación con asesoría internacional para esclarecer los crímenes contra gays y lesbianas en la UMAP?
Ahhhhh es que ahora pueden casarse, aunque al salir del palacio de matrimonio sigan siendo tan esclavos como los otros del campo de concentración.
Señor Alemán, pone ud. el listón un poco alto... El día que esas preguntas tengan respuesta positiva es porque ya terminó el régimen caneloCastroso. Con que haya quedado otra evidencia irrebatible de que el miedo sigue en caída -no es suficiente aún- pero deja buen saldo en contra de esa maldita dictadura. Y esa caída sí es irreversible, se respira. /Juan Quinking
Dios lo oiga y no tengan razón los que aseguran que quedan unos 62 000 milenios de igualdad social.
En Cuba te obligan a votar ... y las votaciones son tan transparentes como el "agua de globitos" de Alicia en el Pueblo de Maravillas ...
Cierto, como bien dicen estos respetados activistas, que la baja participación de esta votación es histórica y marca un hito, aún tomando en cuenta los resultados trucados de toda cifra gubernamental. Resultados que nos dicen que el apoyo expontáneo a la dictadura está en picada.
Sin embargo tomando en cuenta que las leyes no cambian por si mismas prejuicios ancestrales, las minorías en Cuba seguirán sufriendo el flagelo de la discriminación, victimización y hasta criminalización en sus preferencias íntimas, como las mujeres abusadas por sus parejas.
Es muy extraño que el presidente Díaz-Canel haya comentado y aceptado que la población ha reaccionado a través del voto a un malestar --que como siempre justifica equivocadamente-- que va más allá del propósito del referendum.
Un plebiscito por la permanencia del actual gobierno en el poder, probablemente sería adverso a los actores actuales.
concuerdo con Ud., muy raro el comentario de 'voto de castigo' (a primer desde que tengo memoria)... puede ser que pretenda reforzar la falsa narrativa de que en Cuba por los votos se castiga o se valida al gobierno... o siendo mucho mas optimista casi al punto de la ingenuidad, que este enviando un mensaje a sus huestes de la necesidad de reformas de mayor calado...
Muy bueno su comentario estimado Vedado y no porque coincida usted con mis observaciones, sino porque efectivamente todo viejo poder termina enfrentando el eterno dilema de renovarse o perecer, dado que las circunstancia a las que pretenden darle continuidad son cambiantes.
Probablemente intenten ensayar una especie de gatopardismo, es decir, cambios cosméticos para continuar en el poder. De cualquier manera el escenario político y económico se ha enrarecido y ya no obra a favor del modelo, como en los tiempos de la guerra fría.
Y algo mucho más importante, la maquinaria material y humana cubana se ha desgastado tanto que amenaza colapsar, así que tienen poco tiempo. Saludos.
Llevan razón estos opositores. Es un hito el alto porciento de abstención sumado al NO. Por otra parte, lo triste de esta "victoria" de la comunidad LGBT en Cuba, donde no existe un Estado de Derecho ni Sistema Judicial confiable, es que no se garantizará lo que esta ley les ofrece. Como dijera alguien en una entrevista, por encima de estos derechos estará siempre esa cláusula de la Constitución que proclama la eternidad del socialismo, y a las personas se les juzgará por ella, no por otra condición o circunstancia.