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Sociedad

El régimen cubano ofrece un Código a familias separadas, empobrecidas y en peligro de morir por un derrumbe

El Gobierno ha aprobado, y espera que la ciudadanía valide en el referendo, un Código de las Familias en el peor momento para fundar una familia en Cuba.

Madrid
Una madre cubana con su hijo.
Una madre cubana con su hijo. Diario de Cuba

Mientras el Gobierno de Cuba redobla la propaganda sobre el nuevo Código de las Familias, ya publicado en la Gaceta Oficial de la República, que será sometido a referendo el próximo 25 de septiembre, las familias cubanas padecen separación, pobreza y desamparo

Cuba vive una crisis migratoria que ha roto los récords de éxodos anteriores y separa a las familias: unos miembros se aventuran en travesías marítimas o terrestres para escapar de la Isla y llegar principalmente a Estados Unidos; los que se quedan rezan para que sus familiares lleguen bien, prosperen y logren ayudarlos a sobrevivir en la Isla o a emigrar más adelante.

Según el ministro de Justicia, Oscar Silvera Martínez, el nuevo Código reafirma el carácter humanista de la Revolución. Esa Revolución mantiene hoy a madres y padres encarcelados por protestar contra el régimen y pedir cambios, e incluso por verter críticas en las redes sociales, y alejados de sus hijos menores de edad

¿Qué protección garantiza esta norma a las familias cubanas separadas por la práctica del régimen de forzar al exilio o desterrar a disidentes? 

El Gobierno ha aprobado, y espera que la ciudadanía valide en el referendo, un Código de las Familias en el peor momento para fundar una familia en Cuba.

La situación de la vivienda, que la Revolución humanista no ha sido capaz de resolver en décadas, hace que las personas lo piensen dos veces para tener hijos. La consecuencia es el acelerado envejecimiento poblacional del país.

Muchas familias, fundamentalmente mujeres solas con sus hijos, se ven obligadas a ocupar locales del Estado, de los que muchas veces son desalojadas, o a cerrar calles para exigir atención de las autoridades. 

En agosto pasado un grupo de madres residentes en una edificación ubicada en La Habana Vieja cortó el tráfico y la circulación peatonal, luego de que el inmueble sufriera derrumbes internos. Las mujeres reclamaban a las autoridades que las trasladaran hacia viviendas seguras.

Cuatro meses antes de ese suceso, las autoridades habían reconocido que en 2021 se ejecutó menos del 50% del plan de construcción de viviendas proyectado en el país

En aras de estimular la natalidad, el Estado prometió soluciones habitacionales a madres con tres hijos o más y en situación de vulnerabilidad. Sin embargo, a inicios de 2021 reconoció que solo 5.735 de las más de 28.000 mujeres que —según sus cifras— vivían en esa situación habían recibido una vivienda en los últimos años.

Mientras, en la Revolución humanista la construcción de hoteles no se ha detenido, ni siquiera durante la pandemia de Covid-19.

El referendo sobre el Código se llevará a cabo en un momento en que muchas familias cubanas viven en la pobreza extrema y dependen de la asistencia social. 

Las cifras de cubanos beneficiarios de la asistencia social se disparó en 2021 en un 111%, según indica el Anuario Estadístico de 2021 que publica la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI). Ello supone que más cubanos se sumaron a la lista de la pobreza extrema y dependen por completo del Estado para sobrevivir.

El economista Pedro Monreal señalaba días atrás, que esa cifra, que supone que ahora el 3,6% de la población cubana depende de esa asistencia, permite atisbar la verdadera situación de la pobreza en Cuba, sobre la cual no se publican cifras.

"El nivel total de pobreza crónica en Cuba debe ser superior a los beneficiarios de la asistencia social, pero no se dispone de información pública sobre una 'línea de pobreza crónica' que pudiera incluir en esa categoría un número mayor que los receptores de asistencia social", apuntó Monreal en un hilo en su perfil de Twitter.

En mayo pasado, el propio Monreal había advertido que el salario medio en Cuba estaba muy próximo a lo que se considera "línea de pobreza", en un mensaje en el que hizo referencia a datos oficiales y a la cuestionada "canasta de bienes y servicios de referencia".

"En octubre de 2021 se informó que el salario medio (3.838 pesos) era apenas un 18% mayor que el valor estimado de la canasta básica en La Habana (3.250 pesos). Desde entonces y hasta febrero de 2022, el índice de precios minoristas creció el 12,2%, por lo que el salario medio —sobre el que no se ha informado incremento— habría perdido aproximadamente el 6% de poder de compra adicional en menos de seis meses", comentó entonces el economista en la misma red social.

En agosto, la propia prensa oficial reconocía que más de 12.000 cubanos dependían de la Asistencia Social solo en la provincia de Ciego de Ávila.

El medio local Invasor admitía que la cifra era superior a la registrada a finales de octubre de 2021, cuando el propio medio abordó el tema. Sin embargo, para el periódico estatal tal incremento era "evidencia para afirmar que el proceso de estudio no se detiene, aunque haya que ponerle celeridad y análisis cualitativos más profundos".

Habrá que esperar al año próximo para conocer cuántas familias cubanas han tenido que pedir ayuda a la Asistencia Social en 2022, cuando el país aparece entre los tres con mayor inflación en el mundo y la moneda nacional continúa depreciándose frente al dólar. Para entonces, el Gobierno probablemente estará celebrando el primer aniversario de la validación en referendo de su Código.

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