Una onda tropical se formó en el océano Atlántico el miércoles y podría afectar al Caribe y Cuba a partir del fin de semana.
De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) de EEUU, el fenómeno podría seguir ganando en organización para convertirse en depresión tropical en los próximos días, aunque la entidad no aclara si pudiera alcanzar categoría de huracán.
Según la nota, los vientos en las capas superiores no facilitan el desarrollo del organismo, aunque un pequeño incremento en su organización lo podría convertir en depresión tropical mientras se mueve en dirección oeste, lo que lo llevaría a partir del sábado a las inmediaciones de las Islas Vírgenes y Puerto Rico.
Posteriormente, la onda tropical se seguirá moviendo hacia el oeste-noroeste y podría cruzar sobre República Dominicana para aproximarse a Cuba a inicios de la próxima semana.
Por el momento, los meteorólogos califican el organismo como Depresión Tropical número siete, pero de cobrar organización pasaría a llamarse Fiona.
De acuerdo con los meteorólogos, el aire seco, el polvo del Sahara sobre el Caribe y la cizalladura del viento están entre las razones por las que no ha habido más tormentas en la actual temporada ciclónica.
Aparte de la actual onda tropical, una segunda perturbación que se mueve en la misma dirección a través del Atlántico podría adquirir fuerza.
Sin embargo, según el NHC, las condiciones continúan siendo solo "marginalmente" propicias para el desarrollo de esta otra perturbación atmosférica, que apenas tiene un 20% de probabilidades de desarrollo en los próximos cinco días.
A diferencia de los pasados años, agosto trascurrió sin ciclones ni huracanes en al Caribe. Hasta el momento la mayoría de los fenómenos de esta naturaleza han tomado componente norte y se han adentrado en el Atlántico sin alcanzar las Antillas.
No obstante, la temporada de huracanes de 2020 estableció un récord de 30 sistemas con nombre, mientras que la de 2021 fue la tercera más activa de la Historia, con 21 sistemas con nombre.
Para la actual temporada de huracanes, que concluye el 30 de noviembre, el Instituto de Meteorología de Cuba pronosticó 17 ciclones en la cuenca del Atlántico tropical.
De ellos, nueve pueden llegar a ser huracanes. Esta será la séptima temporada ciclónica consecutiva con un comportamiento más activo de lo normal, informó la entidad estatal.
En cuanto a los huracanes, el peligro de recibir el impacto de alguno es elevado para Cuba (60%), indicó la nota.
"Hay temporadas poco activas en las que un fenómeno de este tipo nos afecta, y otras donde hay mucha actividad y ningún ciclón nos impacta. La enseñanza es que no importa si la temporada es poco activa o no, siempre hay que estar preparados y alertas," dijo Aylín Caridad Jústiz Águila, jefa del Centro de Física de la Atmósfera y meteoróloga.
Los cubanos tienen amargas experiencias de los huracanes. El Gobierno moviliza a la Defensa Civil y organiza evacuaciones forzosas para evitar las muertes, pero cuando vuelven a sus viviendas los afectados se encuentran con pérdidas irreparables.
Miles de familias llevan décadas viviendo en albergues estatales colapsados, mientras las pérdidas ocasionadas por los huracanes en el fondo habitacional se acumulan año tras año sin que el Gobierno sea capaz de solucionarlas.
Los planes estatales de construcción de viviendas se incumplen desde hace décadas.
